CAPÍTULO 24: Curando y abriendo heridas

2K 76 20
                                    


Los días siguientes fueron algo cansados para Chris, que no llevaba de todas formas una época especialmente sencilla. Se había propuesto básicamente ser el padre perfecto. No iba a volver a permitirse un fallo como el de no reparar la ventana, o acusar a Nick de algo que no había hecho. Además quería asegurarse de que Peter no tenía ninguna clase de pensamiento suicida, y a eso le dedicó varias horas de conversación. De hecho, dedicó muchas horas a conversar con todos sus hijos, aunque al final siempre, por una cosa o por otra, terminaba hablando con Peter: era agradable hablar con él, nunca parecía cansarse de su compañía al contrario que Leo o Nick, y había, realmente, muchas cosas de las que conversar. Además, el chico tampoco tenía gran cosa que hacer, dado que aun seguía castigado. Chris se dio cuenta de que solía castigarles dos semanas, y antes de que acabara el plazo ya se habían metido en otro lío. Era agotador. Pero, por suerte, ninguno de los chicos se metió en problemas durante aquella semana. En ese sentido, al menos, Chris pudo disfrutar de algo de relax. Si estaba cansado era porque dedicarle todo tu tiempo a tres hijos hace que anheles el tener algo de tiempo para ti. Pero sarna con gusto no pica, y él lo hacía desde su amor paternal más sincero.

Una tarde de principios de diciembre, Chris estaba intentando sonsacarle a Peter cómo eran las Navidades en el orfanato. Él lo había imaginado como una época triste, pero en realidad era por lo visto de las mejores, porque todo el mundo parece acordarse de los huérfanos en Navidad. El chico estaba rememorando para él los regalos que había recibido de pequeño cuando Nick entró al salón donde estaban hablando, y volvió a irse sin decirles nada. Pero su gesto habló por él...

- ¿Está enfadado? ¿Se acabó la calma y ahora viene la tempestad? – preguntó Chris para sí mismo, pero también para Peter.

- ¿Qué quieres decir?

- Estos días ha estado todo muy tranquilo.

- Siento haberte dado tantos problemas.

- No te estaba regañando. Además, estaba hablando de Nick. Pensé que todo iba bien, pero nos ha mirado como si odiara a uno de los dos, o tal vez a ambos.

Peter guardó silencio, y se acomodó mejor en el sofá. Tenía las piernas cruzadas, ocupando muy poco espacio.

- No es difícil saber lo que le pasa.

- ¿Ah, no? – preguntó Chris, pensando qué era lo que se había perdido.

- No. Lo que tienes es envidia. Llevas días enteros hablando conmigo.

- Pero porque él no quiere.

- ¿De qué has intentado hablar con él?

- No sé. De cualquier cosa.

Peter volvió a quedarse callado. Chris notó que se había puesto serio, y esperó a que se explicara.

- Prácticamente me has acosado a argumentos en contra del suicidio. Alguna vez hemos hablado de "mis últimos padres" y sí, a veces te cuento cosas de mi vida en el orfanato, aunque no muchas. Hablamos de mí. A veces consigo que hablemos de ti. Eso es lo que yo llamo una conversación. Con Nick, cuando no hablas de algo que ha hecho mal, hablas de mí. Tiene que ser duro pensar que solo consigues atención cuando haces algo malo.

- Eso no es justo. Le dedicó atención, y a Leo también.

- Hay algo que tienes que entender... Antes de venir aquí, todo era al revés. Era Nick el que se llevaba la atención de todos. Conmigo casi nadie hablaba, salvo él. Y él siempre estaba metido en líos.

- Esa última parte no me resulta difícil de creer.

- Hablo de líos de verdad, Chr... papá. Recuerda que le denunciaron por vandalismo con tan solo diez años. Contigo es bastante bueno. Sé lo que sintió, porque yo sentí lo mismo: pensó que contigo tenía una oportunidad.

Formando una familia [FANFIC DE EMBRUJADAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora