- ¿Lo lleváis todo? – preguntó Chris. Quién sabe cuántas veces lo había preguntado ya. Estaba de pie, junto a sus dos hijos mayores, frente a dos maletas extragrandes llenas hasta rebosar.
- Llevamos demasiado, en realidad – dijo Nick. - ¿Para qué necesito un saco de dormir si vamos a estar en un hotel?
- ¡Por si pasa cualquier cosa!
Chris usó una voz tan de madre preocupada que los gemelos soltaron una carcajada.
- Sí, vosotros reíros, pero ya me agradeceréis el ser tan previsor.
- No es como si nos fuéramos a la aventura. Nos vamos con el tío Wyatt, papá – dijo Peter, con paciencia.
- Es por eso por lo que os dejo ir. Si pasa cualquier cosa sabéis que...
- ...que estás a una órbita de distancia – dijeron Nick y Peter a la vez, y se volvieron a reír. Era otra de las cosas que Chris se pasaba el día repitiendo, al menos en aquella última semana previa al gran viaje. Por fin, los chicos se iban a Disney Land.
- Descuida, papá. No va a pasar nada, ¿vale?
- Lo sé – dijo Chris, intentando contenerse. – Pero... es la primera vez que... os vais.
- Son solo unos días. Ni siquiera es una semana. Ya verás cómo agradeces la paz, el silencio y la tranquilidad – dijo Peter, y le dio un abrazo.
- ¡Pero no empieces a despedirte ya, que aún faltan dos horas! – protestó Chris, con un nudo en el estómago. ¿Seguro que aquello era buena idea?
Las dos horas pasaron en seguida. Wyatt vino a por ellos, y Peter bajó a Leo, que había estado colgado de su cuello como un mono.
- Pórtate bien, ¿eh, peque?
- ¡Sí!
- Pero no demasiado – apuntó Nick. – Que sino luego me dejas el listón muy alto.
Chris le dio un abrazo: iba a echar de menos sus comentarios descarados. Se abrazó también a Peter y les dio unas últimas recomendaciones.
- Hay que ver... que parece que me los llevo a la guerra durante un año y no de vacaciones por unos días – dijo Wyatt, sacudiendo la cabeza.
Los hijos y la esposa de Wyatt se iban de vacaciones a ver a la madre de esta. Wyatt se les uniría después, pero aquellos días eran solo para él y sus sobrinos. Y lo cierto es que tenía muchas ganas. Por fin dejaron la casa de Chris, y Wyatt llevó a sus sobrinos al aeropuerto. No podían orbitar allí, pues era un lugar muy transitado, así que fueron por los medios "normales". Conforme se iban acercando, sin embargo, Wyatt notó emociones adversas en sus sobrios: Nick estaba excitado, y Peter cada vez más pálido.
- Nunca habíamos montado en avión – dijo Nick, cuando Wyatt le preguntó.
- ¿Por qué tenemos que ir en avión? – preguntó Peter. - ¿Por qué no podemos orbitar y ya?
- Es una experiencia. Pensé que os gustaría – dijo Wyatt, extrañado. Hasta el momento, Peter no había expresado ninguna clase de inquietud al respecto. – Además, puede ahorrarnos algunos problemas: si aparecemos allí por arte de magia y nos piden papeles o billetes.... Hay que ser legales en esto: lo que menos necesita vuestro padre es alguna clase de complicación que pueda traerle problemas con el proceso de adopción.
- Por eso entiendo que compraras los billetes, pero ¿por qué tenemos que usarlos? ¿Por qué no te guardas los billetes por si tienes que enseñarlos y orbitamos?
- Ya que los he pagado... - comentó Wyatt. - ¿Qué problema hay?
- Ninguno tío – dijo Nick. – Yo sí quiero montar en avión.
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Formando una familia [FANFIC DE EMBRUJADAS]
FantasiChristopher Halliwell , el hijo mediano de Piper Halliwell, intenta superar la muerte de su esposa y llevar una vida normal con su hijo Leo. Todo empieza a cambiar cuando decide ser padre por segunda vez y las cosas no salen exactamente como lo habí...