Un retazo del hogar. Un amigo de la infancia que al fin ha llegado. Mi mejor amigo. Tenía tantos deseos, que algún día cambiare solo por uno. Tenemos un pacto, prometimos no ir a donde el otro no pueda acompañarle. –Emi.
Iba a decir algo pero... ¿¡Alguien puede decirle a Toyomitsu que tiene un problema con dejar las manos quietas!? –Shota.
Ella debió advertir que este día no estaba marchando como lo había planeado.
Y siendo un héroe vaya que eso era decir mucho.
Aclararemos algo. Fukukado Emi no era alguien ni remotamente negativa. Oh no. Era la que siempre veía el vaso medio lleno. Las que no le preocupaba ir sin paraguas. ¿Un resfriado dices? ¡Bah! Emi veía charcos para saltar en una interesante caminata bajo la lluvia. ¿Quién necesitaba paraguas? Podía encontrar el lado positivo a casi cualquier situación, reír en cualquier aprieto. Era famosa por ello, pero lo que llevaba de día se lo estaba poniendo dificil.
En primera; las pesadillas. Había aprendido a lidiar con ellas, pero no sabía si era porque se estaba haciendo inmune (de alguna escalofriante forma) o porque estas recientemente no habían estado ligadas a sus padres, sin embargo, las que tuvo las pocas horas de sueño luego de ir con Mic a un club ilegal habían sido espantosas.
Sus pesadillas le mostraron a su yo de siete años, en el pasillo de su hogar; acurrucada en el rincón, las voces de sus abuelos llegaban distorsionadas...
–Ella vendrá con nosotros. –Decía su abuela- Sé que Osaka le gustará... La bahía, ah, y la casa y...
–Tendrá que gustarle. –Contestó su abuelo- Somos la única familia que le queda.
Emi negó con la cabeza, y huyó hacia la noche. Vio los fuegos artificiales de ese Hanami, saboreando los dulces, feliz, riendo con el adorable Shota que ella conoció. En un parpadeo estaba en una sala grande, niños con uniforme de artes marciales a su alrededor, todos le daban la espalda. "Practica conmigo" Emi le decía a los chicos, ellos hacían una mueca de desagrado y se volvían sin dirigirle una palabra.
"Niña tonta"
"¿Por qué no se va?"
"¿Ya vieron su Quirk? Es un chiste..."
"¿Qué quiere demostrar?"
"Ella no pertenece aquí"
Las voces se fusionaban y crecían en disonantes alaridos que venían de todos lados. Los niños ya no eran niños, eran sombras oscuras que se alargaban, deformándose y arrastrándose hacia Emi, tomándola con brazos punzantes como enredaderas de espinos. Ella intentó zafarse pero le fue imposible, sus extremidades no respondían, ni siquiera podía gritar o moverse, solo retorcerse hasta que los monstruos estuvieron sobre ella. Y todo se oscureció...
Un niño con cabello como alas de un cuervo sujetaba su mano, y luego ya no estaba, estaba perdida... entonces alguien tiró de ella, olía a naranjas, mar y comida, olía a casa, a Osaka... De pronto ya no estaba ahí, no olía más a casa, solo a sangre. Solo había gritos, alaridos de ayuda, ojos rojos que observaban desde las sombras, esperando el momento para atacar mientras estaba encadenada con cadenas de llamas. Los susurros helados fue lo último que escuchó antes de despertar...
"Ellos vendrán por ti"
"Te deseo suerte..."
"No puedes confiar en nadie"
"...la necesitarás"
Hizo una silenciosa plegaria por no haber gritado como en una película de terror al despertar ni arañado sus brazos, lo menos que Nemuri y Hizashi necesitaban a primeras horas de la mañana eran los alaridos de una heroína que posiblemente se estuviera volviendo loca.
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Feelings and memories
FanficEmi Fukukado había vivido siempre con el recuerdo que alimentaba su sonrisa, con el sueño del hombre que, si, amaba. Aisawa Shota no estaba nada interesado en los sentimientos, mucho menos en volver la vista al pasado. ¿Que sucede cuando los sueños...