"La brújula del alma apunta a una sola dirección. La ciudad que fue el hogar, la ciudad de los recuerdos. Una oportunidad lejos de los corazones rotos. Como un prófugo en la noche el tren nocturno sale de la estación. ¿Hacia dónde conducirá?" —Emi.
La lluvia repiqueteaba a un ritmo constante e ininterrumpido en el cristal de la ventana, empapaba el afeitar, el balcón, más allá la calle y el farol que como un faro era una guía entre la tormenta, mirando hacia ahí por un segundo le pareció ver una sombra escurrirse entre dos edificios departamentales...
Su abuela solía decirle a Taishiro que en noches como estas había oscuridad incluso debajo de la farola.
Taishiro decidió ignorarlo, había prioridades.
Acomodó el pastel de fresa en un platillo lo más cuidadosamente que pudo, que era mucho considerando que sus dedos eran más grandes que los de la mayoría. Sonrió, mirando la bandeja, era una mezcla de injertos de desayunos tradicionales y occidentales; panqueques con miel, bolitas de arroz, salmón yakijake junto a un bol de sopa de miso, tamagoyaki cortado en rebanadas, tamago onsen junto al jugo de naranja y tocino.
El pequeño pastel de crema de fresas justo al lado de los Brownies de dudosa calidad que compro en la tienda de camino ahí pero eran de chocolate, y el chocolate era tan preciado para Emi como sus riñones.
Su madre solía regañarlo por tomar desayuno en la noche, pero eso era una peculiaridad de Emi porque era imposible no seguirle el juego. Pronto también lo era de Taishiro.
Equilibrando la bandeja llego a la salita llena de colores de su mejor amiga, y ahí estaba ella, Miss Joke, el Sol de Shiketsu, una favorita de los medios...
Ella lucia horrible.
Envuelta en una manta afelpada, rodeada de almohadas, veía la televisión donde se reproducía una escena de "Son como niños", justo en ese momento Adam Sandler lanzaba una flecha al aire en un juego muy peligroso que seguro era bastante ilegal.
Las comedias siempre fueron las favoritas de Emi.
—Hey.
—Hey. –Saludó sin dejar de ver la pantalla, Fat dejo la bandeja con cuidado en la mesita, recibiendo una mirada curiosa de la tasa de chocolate caliente con cara de All Might de Emi. Casi no había probado su chocolate.
Mala señal.
En ese momento Adam y sus amigos corrían desperdigados golpeandose y gritando. Para este punto lo normal sería que Emi estuviera riendo a carcajadas con la cara llena de chocolate ya que eso era lo que hacía cuando veía esta película.
Otra mala señal.
—¿Adivina quién desvalijo tu refrigerador e hizo un desayuno nocturno especial? —Canturreó poniendo estruendosamente la bandeja en sus rodillas. Taishiro no era característicamente sutil.
—Oh... Eres el mejor. —Apenas y miró el contenido antes de apartarla y depositarla con más delicadeza que él en la mesita de enfrente, cuando se volvió hacia él sus ojos estaban oscuros, inexpresivos, como si la chispa que hacía a Emi, pues Emi, fuera un fuego fausto, un ente fantasmal. El odiaba tanto a Aizawa Shota ahora mismo.
La heroína sonrió. Odiaba tanto que ella sonriera de esa forma; la sonrisa a los medios, como si necesitara tranquilizarlo. Como si estuviera obligada a hacerlo sentir mejor.
Emi... quien siempre quería hacer que todos se sintieran bien incluso a sus expensas. Fukukado aclaro su garganta, oh, ya sabia lo que venia...
—Taishi... no es necesario todo esto, fue... yo perdí el control.
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Feelings and memories
Fiksi PenggemarEmi Fukukado había vivido siempre con el recuerdo que alimentaba su sonrisa, con el sueño del hombre que, si, amaba. Aisawa Shota no estaba nada interesado en los sentimientos, mucho menos en volver la vista al pasado. ¿Que sucede cuando los sueños...