Feelings and memories

Sueño

"Un sueño. Una pesadilla. Un error y mucho arrepentimiento. Una risa que se apaga y el dolor que crece. Un latido en agonía, una huida, y una vuelta al hogar. Todas son piezas. Fragmentos descoloridos. Y solo uno de ellos es el más importante" –Shota.

"No le llegas a los talones"

Shota entró en el edificio sin molestarse en secar su cabello empapado de lluvia, sin molestarse en cuidar quitarse delicadamente los caros mocasines de Mic con un nombre terriblemente italiano y arrojarlos con brusquedad en el suelo.

Sentía los huesos como plomo que tiraba de él hacia el centro fundido de la tierra. Habia algo latente rasgando desde lo profundo de su peco intentando salir para acabarlo, deseaba volverlo contra otros; quería sentirse enojado con Toyomitsu, con Bakugo por ser un pequeño adolescente entrometido al enviarlo en busca de Joke, con Nemuri por ponerle ese saco ridículo, haciéndolo pulularse por ahí como si pudiera representar ser alguien que no era, sentir cosas que no sentía.

La sala estaba en la penumbra, todos sus estudiantes dormirían o estarían en pijamadas lo suficientemente interesantes para no hacerle preguntas, y si no era así tendría que lidiar con eso mañana. No lidiaría con nada de vida o muerte en las próximas doce horas.

"No eres, ni nunca serás digno de ella"

—Me importa un... Tsk... Mierda. -De un tirón bajó el saco de Hizashi.

—More careful Shota. –Advirtió la voz inconfundible de Mic, solo en ese momento notó su presencia. Estaba inclinado hacia adelante, los codos en sus rodillas, las manos entrelazadas. Hizashi parecía constantemente querer que todos a su alrededor fueran amigos y cantaran cumbias, por eso exhumaba despreocupación y encanto.

Pura mentira, Hizashi necesitaba que todos a su maldito alrededor estuvieran felices porque si no saldría a la vista lo nervioso que puede llegar a ser cuando existe conflicto, justo como ahora. Lo miraba... era el tipo de mirada que quería decir

"Sé que eres un idiota pero como yo también soy un idiota seguro habrá algo que digas que te haga redimirte"

Nemuri también lo miraba, era mas del tipo "Jodete, sé que eres un idiota que necesita buenos latigazos en la entrepierna" tenía los brazos cruzados, las piernas largas estiradas, aunque tenía el ceño fruncido y una mirada fulminante era elegante e increíblemente hermosa.

Suponía. Shota no podría saberlo, no era un juez de belleza femenina. Nemuri se mantenía al lado de Hizashi. Siempre venían en par; Hizashi y Nemuri. Donde sea que iba uno a hacer escándalos el otro no estaría demasiado lejos. Especialmente cuando involucraban los problemas.

Compartían esa mirada de severa acusación entre ellos. Los conocía lo suficiente para saber de qué iban. Aizawa no estaba ni estaría de humor para sermones.

—Tu chaqueta.

Se la arrojó con irracional brusquedad, como todo lo que estaba haciendo.

—Es de Giorgio Armani, otoño de 2018. Inculto. –El tono informal de la voz de Hizashi no filtraba enfado u indignación, pero nunca lo hacía.

Hizashi era emocional, pero sus emociones negativas nunca buscaban reflejarse a otros. Nemuri por otro lado... La postura sumada a los labios fruncidos y ojos relampagueantes le daba el aspecto de una escultura griega de puro coraje.