Our Home (Camren)

Capítulo 33

Flash back

- Y... Llegamos a casa - Dijo alegre al ver la sonrisa en el rostro de su hija

- Había querido ir a casa de los abuelos desde que regresé, pero, ya sabes, solo tú y yo, como cuando era niña y teníamos estos viajes rápidos y fugaces - Abrió la puerta del copiloto y se dedicó a bajar parte de las cosas del viaje – Solo no le digas a mamá, ya sabes lo celosa que se pone – Rio un poco

- Es bueno que aún quieras a este viejo cascarrabias - Sonrió tomando el volante con ambas manos

- Oh, vamos. No estás viejo - Se agachó levemente y así observarlo en el asiento del conductor - Bueno... Solo un poquito - Dijo en broma mientras reía - Lo que quiero decir es que, Cojimar y la Habana son tan diferentes de cualquier otro lugar que haya podido conocer - Suspiró observando el atardecer y la forma en que el mar y el sol parecían fundirse en el horizonte - En Miami siempre hay corrientes de aire por toda la ciudad, pero, el aire aquí es tan... Fresco y...

- ¿Mágico? - Preguntó el hombre de la casa mientras giraba la llave para apagar el auto y bajar de este - Lo sé - Tomó una de las cajas y caminó junto a la morena - Es una de las razones por las cuales decidí establecerme aquí

- ¿No extrañas México? - Preguntó con curiosidad

- Todos los días, Kaki - Metió la mano en el bolsillo para sacar las llaves de la puerta principal de la casa - Es demasiado encantador para no extrañarlo... Pero

- ¿Pero? - Preguntó con mayor interés, provocando una pequeña sonrisa de nostalgia en su padre

- Pero mi hogar está aquí, con mi familia, con tu madre - Abrió la puerta, dejando la caja sobre la mesa más cercana y abrazando a su esposa quien lo recibía alegre tras el corto viaje - ¿Ves a lo que me refiero? - Fue su turno de preguntar - A veces todo lo que necesitamos es que haya alguien esperándonos al otro lado de la puerta - La besó suavemente en los labios - Y que, con un abrazo, nos repare el alma

Sonrió al observar a sus padres, resultaba tan familiar y lejana aquella interacción llena de amor y cariño. No podía evitar pensar que meses atrás, era ella quien participaba en ese tipo de escenas al volver hecha pedazos del trabajo. Saludó a su madre con un abrazo y se apresuró a bajar las demás cajas del auto, quería darse una ducha cuanto antes.

- Mi hogar está aquí - Repitió las palabras de su padre de forma casi insonora mientras caminaba por el jardín - Nadie se va de su hogar... - Levantó la mirada, de repente sentía una mirada sobre ella. Su cuerpo se congeló al ver una chica vestida de negro al otro lado de la calle, con un aspecto bastante familiar para su gusto - Y mi hogar eres tu... - La observó atentamente por unos segundos y recuperó el aliento al descartar por completo los pensamientos en su mente. No era la persona que su subconsciente llamaba a gritos, había sido solo coincidencia el parecido físico

- ¿Necesitas ayuda? - Se estremeció un poco, Alejandro había hablado a su espalda

- Sí, sí. Ayúdame con las cajas más pesadas - Aclaró su garganta, tomó otra caja y empezó a caminar hasta la casa

- ¿Sabes? - Dijo con semblante algo serio - Cuando tenía tu edad lo descubrí - Captó la atención de la morena - Y cada día confirmo que elegí el lugar adecuado como mi hogar - Su hija asintió - ¿Y tú?, ¿ya descubriste donde está el tuyo?

Fin del Flash back

- Señora Cabello - Intentó no hablar con la boca llena - Estoy empezando a creer que usted fue a la escuela de cocina con mi madre, porque esto, de lejos, es lo más delicioso que he comido en un largo tiempo - Tomó un bocado aún más grande y continuó halagando la cena hecha por la madre de su... ¿novia?