Capítulo 24

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- ¿Qué hay de la chica...?, ¿cuál era su nombre?, este... - Recordó su nombre - ¿Lauren? – Camila mordió su labio inferior, intentando no reír

- ¿Mi compañera de habitación? – Se sentía un poco raro que su padre preguntara por su novia

- Si, tu amiga de ojos verdes

- Debe estar en el trabajo – Habló confirmando la hora en su reloj – Aunque dijo que saldría temprano y que pasara por ella para regresar juntas a casa

- ¿Ustedes de verdad se llevan tan bien?

- ¿A... que te refieres? – Preguntó con algo de duda en la voz

- A que se ven muy unidas, Kaki y, te conozco, sé que no te relacionabas mucho con tus compañeros en la escuela o en la secundaria aunque no me lo dijeras – Se aclaró la garganta – Es decir, no eres de ir haciendo amigos en todas partes y pienso que está bien, ¿sabes?, eres recatada y reservada con muchos de tus asuntos, solo que... a pesar de ser tu padre, me cuesta aun leerte en muchas ocasiones - Suspiró de forma sonara – Y, si Lauren se ganó tu confianza en poco tiempo, entonces debe ser una buena chica, ¿no es así? – Estuvo en silencio por un momento, analizando lo que había dicho su padre

- Hay cosas que... no podemos decirles a nuestros padres, al menos no por ahora

- ¿Por qué, mi amor? – Quiso saber

- Porque no queremos decepcionarlos si se enteran como somos en realidad – Dejó salir el aire de sus pulmones lentamente, no quería seguir ocultando la verdad a sus padres, pero era demasiado difícil solo contemplar la idea de decirlo en voz alta

- Kaki, bebé. No podría sentirme decepcionado de ti, eres una hija preciosa

- No, no lo soy... - Susurró

- No importa que tan malo pueda parecer aquello, yo siempre te voy amar

- Lo sé... Solo... es complicado, papá

- No quiero hacer conclusiones apresuradas, solo... me alegra que las cosas vayan bien entre ustedes y contigo en especial

- Gracias – Dijo con voz de una niña pequeña, la misma que era al hablar con sus padres – Créeme, quiero ser completamente sincera contigo y con mamá en algún momento

- Si eres feliz, es suficiente para mí y espero que lo sea para tu madre también

- Está bien – Levantó la mirada para observar en ambos sentidos la calle y poder cruzarla – A veces pienso que soy muy afortunada al tenerte como papá

- No, mi amor – Negó con la cabeza pese a no estar siendo visto por la morena al otro lado de la línea – Soy yo quien es afortunado al tenerte a ti como hija – Camila sonrió y sintió un poco de alivio al escuchar las palabras de su padre – Y, Kaki

- ¿Si, papi? – Respondió con notable mejor humor

- Dile a Lauren que se las tendrá que ver conmigo si hace algo que te lastime, porque soy un suegro muy rencoroso y vengativo, si no, pregúntale a Karla y a los que se atrevieron a hacerle daño siendo sus noviecitos

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- Psss... Cabello - La llamó desde la puerta. La morena caminó sonriendo hasta la ojiverde y la abrazó una vez llegó a ella - Ven aquí - Susurró atrayéndola a su cuerpo mientras se deleitaba con el aroma de su piel y caminaba cuidadosamente de espaldas con su novia entre sus brazos a la cocina del restaurante - Te extrañé mucho - Susurró de nuevo una vez la puerta se cerró y lograron estar lejos del intenso ruido de las calles de Miami

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