Capítulo 36

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POV ROSÉ

Mi cuerpo se encontraba en aquel asiento del taxi, pero mi mente estaba en otro lugar. En nuestro pasado. Aún no podía creerlo. Lloraba igual que una bebé y ni siquiera podía reconocer si era de emoción, de la felicidad más extrema que he sentido en mi vida o de impotencia, una rabia que estaba a punto de acabar con mi alma.

Tenía a la persona que más he amado en la vida, la misma que desde hace años había dado por muerta después de una terrible catástrofe. Y ahora estaba justo a mi lado, por un milagro de quién sabe, pero no podía hacer nada, ya que no recordaba ni su nombre, mucho menos a mí.

Eran sobrehumanos los esfuerzos que hacía por no mirarla, no tocarla, tenerla a un lado y no abrazarla, ni besarla como si no hubiese un mañana. Ella fue todo el camino intentando entablar una conversación, yo sólo me reserve a no mirarla y a responder con un "si" o "no" dependiendo de lo que preguntara. Quería gritar, salir corriendo y gritar por la ciudad que la había encontrado, aunque técnicamente, ella me encontró a mí.

Llegamos hasta su edificio, la seguí en todo momento hasta que llegamos a su departamento.

—Bien... aquí es. Entra, ponte cómoda. —Exploré con la mirada todo el lugar. Era sinceramente fantástico, todo con un diseño profesional, muy elegante. Sea lo que estuviera haciendo ahora, se notaba que no le estaba yendo mal y eso me llenó de alegría por un instante. Ella había estado en esta ciudad pero nunca estuvo desamparada. —Te ofrezco algo de beber... ¿Agua? ¿Café?

—¿No tienes un poco de soju?

—Increíble, justo estaba pensando en eso. Esto... ha sido una locura. —Sonreí. —Voy por los tragos. —Era tan tierna, se comportaba mil veces más niña que antes. No pasaron ni cinco minutos, cuando estaba de regreso con un par de vasos y una botella. —Listo, ahora sí. Te lo pido, te lo suplico Roseanne, cuéntamelo todo.

—¿Qué es lo que quieres saber?

—No lo sé... simplemente todo.

—Sería imposible que relatara toda tu vida en tan sólo unas horas. Hagámoslo como un juego de preguntas. Tú preguntas, yo contesto ¿Está bien?

—Hmmm... está bien.

—¿Y? ¿Qué quieres saber?

—Pues... para empezar... sencillo. ¿Quién soy? —Di un pesado suspiro, saqué el libro de mi bolso y se lo di.

—Tú nombre es Lalisa Manoban.

—¿Entonces... soy escritora?

—Vas a serlo. De hecho, eres una editora, una muy buena. —Ella sonrió. —Este iba a ser, o más bien, será tu primer libro. Era una de las mayores ambiciones que tenías. Cuando viniste a Nueva York, fue precisamente para patentarlo y dejar todo listo para la publicación pero... algo salió mal.

—9/11

—Exacto.

—No recuerdo nada de ese día.

—Tienes suerte, yo lo vi por televisión y bueno... por una llamada, fue horrible.

—Odiaría que te rieras con lo que te voy a preguntar pero... es lo más sencillo de una persona y-yo... no lo sé.

—No vine a reírme de ti, vine a ayudarte. Anda, pregunta.

—¿Qué... aghh... yo... qué edad tengo? —Wow, nunca sabes que tan impactantes serán ese tipo de preguntas, hasta que estás en medio de la situación y las lanzan sin avisar.

—Naciste el 27 de marzo del 74.

—Esos son...

—28 años.

A prueba [CHAELISA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora