Capítulo 15

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POV ROSÉ

No pude.

La primera noche en casa sin Lisa, me di cuenta de que no podía estar un minuto más en esta casa, no sin ella.

Cuando el sol se asomó por la ventana, tomé una maleta y la llené con lo necesario, tomé a Louis y partí al único lugar donde estaba segura que podía esconderme hasta que la pena pasa y además, sería bien recibida. Fui a casa de mis padres. Toda la semana en la que no pude ni levantarme de la cama, Jisoo iba a hacerme algo de comer, ya que mi mamá, ni papá y ni siquiera Alice lograban.

Nunca supe como sería esto... Lisa fue prácticamente, la primera y única experiencia de amor real. Antes de ella no sabía lo que era extrañar a alguien aunque lo hubiera visto tan solo unos minutos atrás. Lo que implica hacer locuras sin pensar en las consecuencias, todo por ver a esa persona sonreír... Nunca antes supe lo que era enfermarse de amor.

Cada vez que me levantaba, tendía a volver a desplomarme sobre la cama. Devastada, sin energía. Rodeada de personas pero sintiéndome sola. Esperando un mensaje, una llamada... algo que viniera con la imagen de su rostro en la pantalla. Dentro de la negación de que mi vida tendría que seguir sin ella, tan soló lo imaginaba y estaba segura que no sería vida para mí. Tenía que hacer algo, ella siempre había estado orgullosa de mí, ella siempre me había dado su apoyo incondicional, siempre decía que de alguna manera yo la inspiraba; ahora tenía que hacer algo con eso. Honrar su memoria con algo que hiciera que se sintiera más orgullosa de mí. Después de una larga charla con mi mamá, muchísimas con Jisoo e infinitas noches conmigo misma pensando, llegué a la conclusión más difícil e indeseada de aceptar, de que mi vida continuaría con o sin ella, pero yo tenía que seguir.

—Buen día, corazón. —Dijo mi mamá, mientras abría delicadamente la puerta de mi vieja habitación.

—Buenos días ma.

—¿Cómo te sientes?

—Me siento... mejor. De hecho, creo que me siento... bien. Hoy me siento diferente, diferente de ayer, diferente en muchas maneras, incluso me siento fuerte.

—¿Y eso, mi amor? ¿Se debe a...?

—Nada en particular, mamá. Sólo creo que lo entendí. Entendí que mi vida tiene que seguir de alguna manera, entendí que... ya no la veré más pero de alguna manera seguirá siempre conmigo. Y sobre todo, entendí que necesito hacerle homenaje a su vida, a como hizo que mi vida cambiara, a lo mucho que aprendí de ella y al amor que nos teníamos. Mamá... —Esto se estaba poniendo difícil de decir. — ...ahora sé que ella murió... pero todo eso que me dejó no puedo dejarlo morir.

Ella sólo me tomó entre sus brazos y se tomó unos minutos para llorar conmigo.

Te amaré toda mi vida, Lalisa Manoban.

—Me iré a casa hoy.

—¿Qué? Roseanne amor... ¿Estás segura? —Me dijo mientras me miraba con una clara expresión de preocupación.

—Eso creo, de todos modos algún día tendré que hacerlo. Mientras más pronto logre... superarlo, yo dejaré de molestarte.

—Nunca digas eso, Roseanne. Tú jamás podrías molestarme, eres mi hija. Además es algo muy difícil lo que estás pasando. Haz lo que tú quieras, al ritmo en el que tu corazón te lo permita, pero sabes que siempre puedes volver aquí.

—Gracias mamá, me iré más tarde. Le llamaré a Jisoo para que me ayude con mis cosas.

—Perfecto, pero no la explotes mucho, no es bueno cargar cosas pesadas durante un embarazo. — Reí con eso.

—Lo prometo... aún no puedo imaginarla como mamá. Es incluso más descuidada que yo.

—Bueno querida, ser madre te hace madurar. A veces tanto y tan rápido que te asusta.

—Estás diciendo que...

—¡No! No Roseanne... no es ninguna de tus pesimistas suposiciones. Ahora anda a cambiarte y ven a desayunar.

Hice lo que me pidió. Por primera vez en este tiempo me levanté sin la terrible sensación de caer.

Después de tomar el desayuno con mi familia, subí hasta la habitación y comencé a organizar mis cosas, entonces decidí preguntarle a Jisoo si podría ayudarme, tomé mi celular y le envié un mensaje.

"Volveré a casa más tarde. ¿Sería mucho pedir que me ayudaras a llevar mis cosas y ordenar un poco?"

Presioné enviar y a los pocos segundos tuve una respuesta.

J: No sabes cuanto he esperado por leer este mensaje. Sabes que sí te ayudaré. ¿A qué hora voy?

R: A las 5.

J:Siempre contarás conmigo, te quiero.

A veces sólo se necesita un empujón de alguien para desatar un cambio... para atreverse. Jisoo era quién más lograba impulsarme a eso, ella y Lisa.

Encendí mi computadora y entré a mi mail, el cual no había revisado hace semanas. Me sentía un poco culpable y a la vez preocupada por todos los que había recibido donde pedían ayuda o consejos en los diferentes casos en el bufete, de los cuales yo ni por enterada. Tengo fe de que pudieran entender que mi cabeza no estaba para esas cosas, ni nada en estos días. Después de leer la mayoría, decidí abrir mi cuenta de facebook, otra cosa que hace mucho no revisaba, estaba llena de notificaciones y mensajes, la mayoría era con el amble pésame que había estado recibiendo desde hace días.

Entonces, hice algo que la mayoría llamaría masoquismo... pero tenía una gran necesidad por hacer. Entré al perfil de Lisa... no era para sorprenderse, nada nuevo desde aquel entonces, lo único que ahora era diferente eran cientos de publicaciones y comentarios con el asunto de "te extrañaremos", de sus amigos, nuestros amigos, familiares y personas que no tenía idea de quienes eran. Me limité a leerlos, ya que lo único que lograría sería llorar y mis ojos ya estaban exhaustos de ello. Pensé en reportar la cuenta y que la cerraran pero... no. Lalisa Manoban existió. Lalisa Manoban estuvo rodeada de personas que la amaban. Ella merecía ser recordada, aunque para muchos fuera difícil volver entrar y no ver absolutamente nada.

En su lugar... busqué entre mis contactos un destinatario para enviar un mensaje y redacté:

Día 46 sin ti.

¿Podrás perdonarme? Perdona que no te haya escrito antes. Me siento una cobarde, en verdad lo lamento, pero... no podía amor. El dolor era demasiado, de hecho... lo es. Lo único que cambia es que hoy me sentí con la determinación de recordarte por lo hermoso que me dejaste, lo bueno que hiciste, el amor con el que te entregaste. No por la falta de tu presencia, la falta de tu risa, de tu aroma... Aún no estoy segura de cómo haré esto, pero te prometo que te haré sentir mil veces más orgullosa de mí. Prometo que haré todo lo que alguna vez planeamos hacer juntas. Prometo mantenerte viva en mis acciones.

Amor... prometo que nunca saldrás de mi corazón. Lo fuiste todo, fuiste la gran mayoría de mis sonrisas. Fuiste un gran apoyo en cada uno de mis logros, jamás olvidaré eso. Jamás olvidaré la primera vez que te vi, ni la última, en ambas me tenías enamorada.

Te amo Lisa, siempre lo hice y siempre lo haré. Te veré de nuevo ¿Ok? Sólo que... aún no. Aún no mi amor, pero te prometo que lo haremos. Nuestro amor es infinito. Tú y yo somos infinitas.

A prueba [CHAELISA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora