Capítulo 55 (Final)

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POV LISA

«...nada que realmente valga la pena será fácil.»

Las palabras de Maya resonaban en mi cabeza una y otra vez.

Había pasado los últimos días en un estado de depresión y bajo una estricta rutina de prácticamente hacer nada. Por las mañanas me levantaba para ir al trabajo y al regresar volvía a la cama, eso era todo, eso era mi vida ahora.

Las horas pasaban y con ellas los días, pero lo único que pasaba conmigo era que me sentía cada vez más fuera de lugar. Cada día de la última semana tenía al menos un lapso de atrevimiento y comenzaba a planear mi huida hacia Chicago, sí, quería salir corriendo a los brazos de mamá y parecía una buena idea, hasta que lo pensaba bien y concluía que jamás soportaría tener cerca y a la vez tan lejos a Rosé. No sé que sería de mí si algún día paseando por ahí me la encontrara con la chica del pórtico de aquella vez o con quien fuera que no sea yo.

—Por muy fuerte que quieras verte, tienes que aceptar que Nueva York ya no tiene nada que ofrecerte. —Dijo Maya, mientras me pasaba un plato de los que había lavado para secarlo.

—Puede que tengas razón y siempre la tienes, pero no estoy lista.

—Esa es sólo una excusa más para no hacer las cosas... ¡Ve tras tu chica!

—Se te olvida que mi "chica" tiene a otra chica, la cual parece estarla haciendo feliz.

—Lisa, Lisa... me desesperas tanto. ¿Por qué das las cosas por hecho? ¿Y si no era nadie? ¿Qué tal si había sido cosa de una noche? —Le di un codazo en el estómago.

—Por supuesto que no. —Ella se quejó. —Rosé no es así.

—Ahhh... ¡Auch! Ok, ok, ella no es así... ¿Estás segura?

—¿A qué te refieres con eso?

—A que realmente no lo sabes... no la conocías hasta hace poco de un mes y no recuerdas absolutamente nada de ella.

—Pero sé que no es así, Maya... ella es... se le nota. Es única e increíble. —Sentía un nudo formarse en mi garganta.

—Ahhh, eso es tan romántico. Corre y dile que la amas ¡YA! Estás matándome con tu cara de enamorada.

—Que más quisiera... pero no es tan fácil.

—Sé que no lo es... pero seguro es más fácil de lo que crees, sólo que eres demasiado cobarde para intentarlo. —Sacó su lengua en forma de burla y sólo reí.

—Sabes... a veces creo que yo debería tener 21 y tú 28.

—Yo a veces no... ¡Siempre! —Volví a golpearla.

—Hey, te estás acostumbrando a esto y no me agrada ¿Eh? —Me eché a reír. Entonces nos dimos cuenta de que habíamos terminado con los platos. —Muy bien... terminamos. Es sábado ¿Tienes planes?

—¿Además de usar pijamas enormes y ver películas tristes mientras me termino el helado que compras? No, ninguno. —Ella sonrió.

—Dios, eres tan dramática y depresiva. Deja eso por un día y ven conmigo, iré a visitar a mis padres.

—Te lo agradezco, pero... preferiría que no.

—¿Estás segura? Sabes que eres bienvenida.

—Lo sé y en serio gracias, pero es mejor que no. No quiero que comiencen a creer que tienen otra hija.

—Lo dudo. —Sonrió. —Eres algo vieja y fea como para pertenecer a la familia. —Tomé un paño de la cocina y comencé a golpearla con el, mientras ella moría de risa.

A prueba [CHAELISA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora