A prueba [CHAELISA]

Epílogo

POV LISA

"... hace un año yo nunca creí que estaría aquí y ahora, sentada en mi viejo escritorio, escribiendo la última página de mi historia. La que más ha marcado mi vida, pero como esto nos demuestra, simplemente, todo puede pasar. Ha sido mucho tiempo desde que todo esto pasó, desde que pude volver a la vida con la que creí. He tenido la dicha de apreciar mil veces más todo lo que tengo y de recuperar el tiempo perdido con todos los que amo, los que sufrieron mi ausencia, pero sobre todo... con ella.

La vida no es un cuento de hadas... pero eso no quiere decir que no pueda tener un final feliz. Nadie nos entrega un manual para vivir cuando nacemos, nadie tiene un libro en el que esté escrita la historia de nuestra vida y pueda saber lo que pasará. Hoy, tú tienes este libro en tus manos, con una historia de lo más difícil y aterradora para mí. Y es que nadie tiene la felicidad eterna garantizada, precisamente por eso te pido querido lector, que disfrutes cada momento como si fuera el último. Nunca podemos saber que va a pasar el día de mañana, y ya sea por un mal momento, ya sea sentimental, económico o amoroso, ya sea tan sólo un par de valiosos minutos en los que te demoraste en salir de un edificio, puede ser lo que sea... y tu vida, tu valor y el amor, serán puestos a prueba."

—Listo. —Punto final. Formé una amplia sonrisa en mi rostro mientras dirigí la mirada a la parte superior de la hoja. —"A Prueba" por Lalisa Manoban. —Por fin había terminado. Meses de estrés, de pasar noches en vela, tratando de encontrar una manera para no llorar mientras contaba mi historia. Obviamente, en ello no había tenido mucho éxito, pero finalmente lo logré. Mire el reloj, pasaban las 3 de la mañana.

Miré la pantalla de mi computador y leí muchas de las páginas escritas, estaba realmente orgullosa de mi trabajo. Recordando las millones de cosas que pasaron entre las páginas. El miedo que sentí y también la alegría. La recuerdo a ella, incrédula hasta los huesos el día que regresé a casa. Me recuerdo a mí, el día que entré a mi antigua casa, que encontré todas las cartas publicadas por Rosé. Me enteré de todo lo que había vivido, la pena que pasó, supe que sufrió, que se enamoro, que de verdad hubo un tiempo en que podría decirse que estuvo bien, que se había decidido continuar sin mí, pero a pesar de ello, nunca me olvidó. Es difícil recordar que hubo un tiempo en el que yo no la reconocí ¿Cómo se podía olvidar a alguien tan maravillosa? pero claro, a veces el corazón le gana a la mente. Y de la mente, salen cosas que del corazón nunca serían capaces de salir. Mi memoria la bloqueó, más mi corazón jamás la olvidó. Tenía un par de lágrimas queriendo salir de mis ojos, pude haberlas contenido, sé que pude, pero de la nada, sentí un par de brazos rodear mi cuello y unos labios dejando un cálido bezo en mi cabeza.

—¿Sabes qué hora es, Manoban? —Dijo Rosie, dejando un beso más.

—¿Tarde? —Una pequeña risa se escapó de sus labios.

—Muy tarde, amor. —Sonrió y llevó sus labios a un reencuentro con los míos. —Ven a la cama, mañana puedes seguir.

—No es necesario. —Señalé el computador. —Terminé. —Dio un pequeño salto y me abrazó aún más fuerte.

—¿Cuándo podré leerlo?

—En cuanto salga, la primera copia será para ti... incluso, haré que la autora lo firme. —Me dio un pequeño golpe.

—Esta vez no tardarás 3 años para hacerlo... ¿Cierto? —Intenté sonreír... pero esa pregunta me provocó escalofríos de tan sólo imaginarme lo que eso significó para Rosé  y yo... volvía a sentirme vulnerable. Me levanté de la silla, rodeé sus caderas con mis brazos, dejando nuestros cuerpos cerca a la distancia perfecta para un beso.

—Esta vez no iré a ninguna parte. —Tardó un par de segundos, pero su sonrisa capaz de volverme el alma al cuerpo apareció.

—¿Me lo prometes?