Capítulo 40

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POV ROSÉ

Después de una rápida escala en una cafetería, regresé con Jisoo al hotel con todos kilos de fotografías, de recuerdos que venían con ella en sus maleta.

—Bien Jisoo... tenemos menos de 6 horas para hacer esto ¿Cuento contigo?

—Por favor... es la pregunta más idiota que me has hecho. ¡Por supuesto que sí¡ ¡Hagámoslo antes de que la sarcástica de Lisa venga para acá!

—Entonces... hagámoslo.

—Eres tan cursi, Rosé. No puedo creer que vayas hacer esto. Si después de hoy, ella no te recuerda... está perdida.

—Cállate de una vez y ayúdame. Deja de burlarte de mi amor.

—Tu amor es tan meloso...

—Entiéndeme. La amo, la amo desde el primer día en que la vi, la he amado siempre, la he amado todos estos años que la di por muerta y eso no cambiará nunca. Sería capaz de cualquier cosa por ella.

—Oh basta, me harás vomitar. Sigamos con esto y esperemos a que llegue. No puedo esperar a abrazarla... aún sigo sin creerlo.

—Igual yo Jisoo... igual yo.

POV LISA

—¿Dónde te metiste? —Perfecto... mi plan de entrar desapercibida al departamento había fallado.

—¿Qué? Ah... en ningún lugar. Fui a correr un poco, tenía tiempo de no hacerlo.

—Hmmm... claro.

—Salí a correr Joel, no es para que te pongas paranoico.

—Lo sé, lo sé, lo siento. Sólo al menos contesta mis mensajes la próxima vez, me preocupe. —Caminó hasta mí para abrazarme y dejó un beso en mi cuello. Increíbles mis nulas ganas de continuar con eso, me zafé de sus brazos y corrí hasta la cocina para servirme un vaso de agua.

—Y dime amor... ¿Es normal que todas las chicas salgan a ejercitarse y regresen oliendo a perfume? —Ok, esto es raro.

—¿Disculpa?

—Eso... saliste a correr y traes un aroma diferente ¿Es nuevo?

—¿De qué hablas? Para nada, Joel.

—Ya veo... entonces viste a alguien.

—¿Quieres dejar de tratarme como una reclusa?

—¿A quién viste, Lisa? —Su expresión se tornó seria, más de lo normal y el tono de su voz cambió, era increíble y muy estúpido. Estaba de verdad teniendo un ataque de celos por un perfume de una mujer. ¿Qué rayos le sucedía?

—Sólo me vi con Roseanne. Tranquilo, Joel.

—¿Roseanne? ¿Qué Roseanne?

—Por favor... Roseanne, la única persona en la ciudad que aparentemente tiene una imagen de mí.

—Oh ya... tu supuesta amiga. ¿Sigues viéndola, Lisa? Ya te dije que no me da buena espina.

—No la había visto en días y hoy por cosas del destino, nos encontramos en Central Park. No es para tanto, además no es mi culpa que simplemente no te caiga bien. Yo estoy lo suficientemente grande para decidir con quien me junto o no, yo me cuido sola.

—No es que no me agrade ella, Lis... pero no me agrada como apareció... así tan de la nada. Hay algo ahí que no me gusta.

—¿Y que querías? ¿Qué llamara y me informara que vendría a Nueva York? No había otra forma de que pasara de otra forma, Joel. Y si pasó así fue porque el destino lo quiso.

A prueba [CHAELISA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora