La Otra Solace (Nico Di Angelo) [Cancelada]

Terminemos con esto

El viaje sombra no fue como el primero, siquiera era consciente de lo que pasaba a mi alrededor, si los gritos de las almas eran más persistentes, no los escuché, ni traté de mirar a Nico, solo a nuestras manos entrelazadas. Y se sentía mal, se sentía terriblemente mal tomar su mano en este momento.

Will le había pedido que cuidara la enfermería, pero apenas pudo limpiarse un poco las lágrimas llamó a un hijo de Apolo que pasaba por la puerta, se metió en la oficina de Will, donde el azabache la esperaba y le pidió que la llevara a su hogar. Su hogar, o en otras palabras el maldito hospital en el que estaba su madre.

La encontró como la recordaba, pálida, algo consumida, y quieta, muy quieta, la única diferencia del día que la había dejado es que un sátiro velaba por su salud, tenía un libro en las manos y se notaba su edad avanzada.

Cuando miró el estado en el que estábamos siemplemente nos disculpó y dijo que estaría afuera si lo necesitábamos mientras miraba a mi yo adulto en la cama.

Mi madre y yo nos parecíamos muchísimo, nuestras facciones era particularmente las mismas, al igual que nuestro pelo, mientras que mis ojos eran simplemente similares a los de Will. Pensé un poco como podíamos parecernos tanto, sabiendo que mi padre era particularmente el dios del inframundo, y que si se guiaba por los rasgos de Nico eran completamente diferentes, negué con la cabeza tratando de separar mis pensamientos.

-Hola mamá- la voz me salía dolida y algo extraña - Te he extrañado mucho- me senté en la silla que se encontraba al lado de la camilla- Debes estar cansada de este maldito color, juro que cuando todo pase voy a pedir que te pinten toda la casa de negro- recordé la cabaña de Hades y no pude evitar soltar un par de lágrimas- Fuí al dichoso campamento, la verdad es que no fue como esperaba y quiero presentarte a alguien- pausé.

- Mamá te presento a Nico Di Angelo, Nico te presento a mi madre- los señalé a ambos cómo si de una conversación normal se tratara, Nico aprovechó para sentarse en un sillón al lado de aquella incómoda silla- Supongo que te estarás preguntando que hago aqui tan pronto y es que...- las malditas lágrimas traicioneras empezaron a salir- Le hice daño a Will, tratando de encontrar no se qué, nos hice daño a todos, el se alegró tanto de verme y yo, yo hice todo lo posible para que me odiara, tal vez ahora las cosas sean más fáciles o menos dolorosas para él, tendrá tu apoyo y el de Nico cuando todo esto se calme, sabes lo que voy a hacer y solo vine para despedirme, es muy probable que no vuelvas a escucharme, lo siento mamá- las lágrimas dejaron de caer en un punto del monólogo y simplemente le dirigió una mirada a Nico que lo miraba extrañado- La única duda que me da vueltas, es que si tanto amor profesabas por Apolo, por qué me encuentro en esta encrucijada, siendo hija de Hades, tal vez sea uno de los secretos que me carcoman en el Tártaro- hice una pequeña pausa y tomé su mano, estaba mucho más fría que la mía- Lo siento mamá, díselo a Will de mi parte, ahora debo irme para cumplir mis promesas, sé feliz-.

Cuando me separé  de mi madre me acerqué a Nico, el entendió que necesitaba salir de allí y así fue. Terminamos en un parque desolado, los últimos rayos de sol se notaban a lo lejos, y Nico se veía más lejano de lo normal, sus ojos estaban perdidos en la nada, tal vez en algún juego de ese vacío parque.

Nico POV

Miraba un columpio detrás de ella, no podía sacarme de la cabeza sus palabras de esta mañana y menos las de esta tarde, se estaba despidiendo, estaba renunciando para siempre, eso me volvía loco, me hervía y dolía el mismísimo pecho, cuando miré sus ojos, noté que ese brillo que los hacía únicos, estaba oculto o simplemente había desaparecido, antes de que pudiera decir nada su voz se sintió firme en el lugar.

- Llévame con nuestro padre Nico- retuve completamente la respiración- si no lo haces en buenos términos encontraré a alguien más que lo solucione por ahora, necesito hablar con él- su mirada mostraba tanta fiereza que me dió miedo de continuar.