Scottie's POV
Despues de esa extraña semana en Alemania, el golpe con la realidad fue abrupto. Nadie me había comentado de unas reuniones con accionistas, ni otras con los sponsors ni mucho menos otras referente a diferentes reclamos que otros equipos habían presentado a la FIA.Pasé corriendo toda la semana en Países Bajos, por lo que el almuerzo con Norris y Leclerc fue casi el único momento para ver a gente agradable que tuve.
Todo fue paz y armonía por las 3 horas que duro el almuerzo, hasta que se filtraron fotos de nuestra mesa en la terraza de un restaurante y comenzaron a volar rumores de toda clase. ¿Estaba saliendo con alguno de ellos? ¿Iba a contratarlos para la próxima temporada? ¿Estaba comprando información? ¿Estaba embarzada?Claramente luego de eso, tuve una reunión de pasillo con Zak, jefe de McLaren y con Mattia, jefe de Ferrari, asegurándoles que no tenía intención que comprar información ni mucho menos de comprar a sus pilotos estrella. Ambos fueron muy comprensivos y no quedo en más que un incidente menor.
Por su parte, Charles y Lando hicieron lo suyo y respondieron con franqueza ante las repetidas preguntas de su relación conmigo, diciendo que éramos amigos desde hace años y solíamos coordinar almuerzos para hablar más cómodamente sin que estuvieran los medios intentando crear drama innecesario.Luke volvió a ganar el Gran Premio, poniéndonos a la cabeza de ambos campeonatos, pero nunca había que confiarse, definitivamente no éramos Ferrari en los 2000 ni Williams/McLaren en los 1980.
A la semana siguiente volamos a tierras españolas, asentándonos en Barcelona para la carrera en dicho circuito.
No había pasado mucho tiempo desde que el avión había aterrizado, retrasado unas 3 horas de lo que se había estipulado porque hubo un tipo de falla en la turbina, cuando el resto del equipo que ya estaba instalándose comenzó a reportarme problemas.
- John? ¿Qué sucede? Y sé sincero, debería estar allá en una hora y media.-
- Scottie, el camión de transporte aun no ha llegado. Presenta un atraso de 2 horas, en este momento esta en la frontera de Francia.- mierda.
De las cosas que nunca pueden fallar en una semana de Gran Premio, es el viaje de los implementos. Eso siempre debe estar. Si eso no está, no hay forma de poder funcionar. Es decir, ahí vienen los autos y este evento se trata de competencia en autos. No existe una competencia de autos sin autos.
- No puede ser.-
- Y...- había algo más?- Cameron tampoco ha llegado. Solo hay dos miembros faltantes del equipo, tú y él.-
- ¿Cómo que no ha llegado? Estamos a miércoles John, mañana es la caminata por el circuito. ¿Cómo no va a estar?- la molestia se expresaba a través de todo mi cuerpo. Ese tipo comenzaba a volverse ya un irresponsable.
- No lo sé, pero ya tenemos a Matilda buscándolo por cielo, mar y tierra en las redes sociales y llamándolo sin cesar. Te mantendré informada.-Me despedí de él desganada. Me dolía el trasero por el asiento del avión, habia pasado casi 6 horas arriba, sumado a eso el hecho de que ver salir humo del ala del avión no era ningún tipo de buen presagio.
Habíamos logrado armar el resto de las cosas, el camión debía estar por llegar según lo indicaba su conductor y el GPS. Cameron había llegado al hotel cual diva, gafas de sol en pleno día nublado con una actitud terrible. Pero lo deje pasar, no teníamos paciencia ni tiempo para más de su energía negativa.
-¿Quién es el jefe de equipo?- uno de los hombres de seguridad del circuito había llegado a nuestro garaje, saludando en ingles para luego sólo hablar en español. En ese preciso momento entro Luke con unas cajas con lo que supuse sería comida, suficiente para todo el personal. Me detuve a mirarlo un momento, lo había extrañado. La verdad es que esas dos semanas se habían hecho una especie de martirio sin él aunque fuese durmiendo a mi lado. Transmitía una especie de calma a todo su entorno que se me hacía casi adictiva. Le mantuve la mirada con una sonrisa y él tampoco se despegaba de la mía. Fue como si no hubiera nada más.
- ¿Donde está el jefe del equipo Mercedes?- el hombre de barba volvió a preguntar y me incitó a romper mi momento con Luke.
- Soy yo. ¿Qué sucede?- le conteste en español.
Eran más problemas. ¿Porqué España era así con los forasteros? No era mi culpa que hace más de 200 años los criollos del país de mi madre decidieran que ya no querían ser más colonia de sus reyes.
No era mi premio favorito, mientras menos tiempo estuviera en este lugar, mejor. No me traía buenos recuerdos.
ESTÁS LEYENDO
Safety Pin
Ficção AdolescenteSon jóvenes y lo saben. Un experto en velocidad y una experta en ingeniería. Ella en un mundo de hombres y él se queja de la tradición. La primera mujer en dirigir el arte de las técnicas para ganar los Grand Prix de Fórmula 1 y él, un piloto que l...