Capítulo 26: Copas inocentes.

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Scottie's POV
Una falda corta asimétrica, una polera blanca simple y la misma chaqueta de cuero negro con la que habia viajado hasta acá basto para completar la tenida de salida. Una vez que Lou se dio vuelta, mostrándome su vestido floreado y con la chaqueta del mismo estilo sobre sus hombros, comenzó a reírse.
- Ay que romántico, es como si fuéramos hermanitas-. Volvimos a reír mientras salíamos al encuentro de los chicos que habían ido a cambiarse al departamento de enfrente.
Esperaban por nosotras apoyados en el marco de la puerta, Luke con una chaqueta azul y Fletch con una igual pero en café.
Luke no demoro en darse cuenta que estábamos listas para ir, pero se detuvo un momento para mirarme de pies a cabeza. Tenía una forma de mirar bastante coqueta cuando se lo proponía, justo como en ese momento. Podía sentir sus ojos sobre mis piernas.
Lo mejor, era que no tenía una sensación de peligro o incomodidad con que él lo hiciera, por el contrario.
- Te ves incluso más linda que en la comida.- agarro mi mano y dejo un beso sobre los nudillos.
Note como en medio de una sonrisa, Fletcher giraba los ojos. Ya conocía que su amigo era todo un conquistador.
Le guiñe el ojo en respuesta y comenzamos nuestro camino hacia el bar a dos cuadras de los departamentos.

Dos Aperol más tarde por mi lado, 4 shots de tequila puro por el de Lou, me jalo de la mano y comenzó a acercase peligrosamente al escenario donde varias personas con el mejor de los ánimos (no el mejor estado etílico) cantaban distintas canciones a todo pulmón. En el aire se podía sentir cuan necesario era ese espacio de liberación en la vida para disfrutarla.
- ¿Qué estas haciendo?- me reía pero no dejaba de estar un poco confundida por la actitud repentina de mi amiga.
-¿Te acuerdas cuando cantamos en la escuela? En específico, ¿para conquistar al famoso Matt Petersen?- oh no. Recordaba eso como una locura adolescente, pero no podia volver a repetirlo. Mi yo de 15 años no lo perdonaría una segunda vez. Cantamos una canción de nuestra banda de chicas predilecta, coreografía incluida, en pos de que el niño flacucho que era Matt se atreviera a dar el paso.
Funciono. Salimos por dos años y luego se terminó, pero fue un buen primer romance. Lo que no fue bueno fue la técnica de conquista, pero lo había intentado dejar atrás hasta hoy.
-No. No vamos a hacer... ¿Qué estas pensado?-
-Tome el coraje suficiente con el último tequila. Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma.-
-Es al revés.-
-Como sea. Tenemos que hacer la presentación de oro. -
-¿Esto es por Fletcher? Te gusta Fletcher,¿en serio?- mi cara de extrañeza debía ser grande porque mi querida amiga soltó un bufido.
- Si, Okay? Algo tiene los callados que no sé, me atrae.-
-Mentirosa, te gusta su musculatura, te vi mirándole los brazos mientras picaba las ensaladas.-
- Todo suma, es un conjunto. Ya, ese no es el tema. ¿Estas conmigo o no?- la mire a los ojos y solo entonces supe que hablaba en serio. Esta mujer era muy traviesa pero bastaba que un plan se cruzara por su cabeza y no descansaría hasta alcanzarlo.
Lo pensé unos segundos, es decir, ella era mi amiga. La única que tenia a estas alturas y había estado ahí para mi en todo. Llegue rápidamente a la conclusión de que lo mínimo que podía hacer era cantar una tonta canción para que el niño que le gustaba se diera cuenta de que los sentimientos eran mutuos.
-Esta ...- no alcance a terminar porque me jalo con emoción al escenario.
Busco la canción y comenzó el espectáculo.
- You and I and nobody else
Feeling feelings I've never felt
The way you got me under your spell
Don't you keep it all to yourself-
Divise nuestra mesa en el fondo del bar, la cara de sorpresa de los dos hombres al vernos en el escenario era épica. Comenzaron a comentar cosas entre sí pero sin poder sacarse lo anonadados.

Ahora bien, cuando me toco la segunda estrofa después del coro, entendí extrañamente que la canción se podría aplicar a mi vida sentimental actual con el chico de los ojos verdes que seguía muy feliz, no dejando de aplaudir el compas de la música.
-So won't you take it?
I feel like for the first time I am not faking
Fingers on my buttons and now you're playing
Master of anticipation, don't you keep it all to yourself- decidí volver mi atención a Louise que lo estaba llevando todo a la perfección, ella cantaba de manera impresionante. Definitivamente había sido bendecida con los dotes artísticos por montones.
Esa era otra de las cosas que nos funcionaban de maravilla, Lou brillaba por su talento, pero yo era quien le daba los márgenes. Juntas, hacíamos un duo practico y armónico, esencial para nuestras presentaciones en los karaokes y para cuando veíamos Mamma mia.

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