Luke's POV
Desperté renovado. Las pastillas que me había dado Scottie eran realmente efectivas. No quería ponerme a pensar porque traía esos medicamentos frecuentemente, la pobre chica debía vivir estresada.
Hice mi rutina de baño y ya con mi uniforme puesto, baje a la zona de desayunos. Todos parecían muy entusiasmados por las semanas de prácticas y que casi comenzaba una nueva temporada. Pero ahí estaba yo, deprimido por lo que había pasado la tarde anterior. No soportaba que cualquier mínima acción de su parte me afectara; y aún más molesto me ponía que mi ser no lograba controlarse en nada. Necesitaba respuestas claras de su parte y la única vez que lo logré, fue el día anterior pero ambos terminamos enojados. ¿Porqué todo tiene que ser complejo y ella tan difícil de entender?
Mire mi reloj y aún tenía media hora antes de que mi calentamiento comenzara para luego ir al garaje.
John término de hacer los ejercicios de estiramiento y (aunque les llame la atención es completamente real) fortalecimiento de cuello, y me dejó solo para que terminara de arreglarme. Ese día debíamos dar una buenísima impresión y al parecer todos en el equipo esperaban que eso pasara por mi desempeño en la pista. Dempster era un dolor en el trasero para todos, así que el ambiente de trabajo de su equipo personal no era el mejor, pero lamentablemente lo necesitábamos hasta que encontráramos a otro candidato o pudieran negociar el ase de alguien con otro equipo.
La presión no me molestaba, intentaba mantener mi cabeza en blanco la mayor parte del tiempo cuando estaba en una competencia, pero ahora la tendría a ella en mi oreja dándome las indicaciones. No podía fallarle a ella.
Ese fue el momento en donde lo decidí.
Lucharía por lo que fuera que era esto. Quería en serio ser su amigo, que me contara esas cosas que pareciera que nadie más te entiende. Si eso era todo lo que ella quería, aquí estaba listo para recibirlo. Pero que conste, no dejaría de luchar por algo más, pero no podría ser directo, sino como si estuviéramos en una guerra. Ella no era para nada tonta y yo no podía quedarme atrás. Si uno podía jugar, dos lo podían hacer aún mejor.
Mire nuevamente el reloj y estaba en el momento perfecto para ir al garaje. De seguro la vería ahí y tendría tiempo para hablar. O lo haría después.
Me acerque a la silla de John para preguntarle las últimas indicaciones y que él me diera el acceso al auto.
- Bien John, estoy listo y dispuesto.- pero quien estaba en su puesto no era John. Era un chico que no parecía tener más de 16, vestido igual que todos lo demás del equipo, pantalones negros y camisa blanca con los logos de los auspiciadores. Sus ojos se parecían a los Scottie, ese mismo brillo que te hace pensar que pueden ver hasta tu último pensamiento. - La ultima vez que lo vi no era tan joven.- el chico se río.
- Definitivamente no soy John. Él tiene como 25 años de experiencia y yo solo un día. Soy Jake Edwards, estoy de pasante.- extendió su mano hacia mi. Qué tan estúpido podía llegar a ser para no darme cuenta antes del parentesco. Estreche su mano. El chico tenía una sonrisa traviesa que me hacía preguntarme si nos haríamos buenos amigos. Tenía una buena vibra de eso.- y estoy encargado de lo debes hacer ahora. Aquí está la protección de tu cabeza, el arnés y tu casco. -
Estaba arreglándome cuando un tipo de mi edad, pero con el uniforme rojo característico de Ferrari, parecía estar esperando a alguien en la puerta de nuestro garaje. Enfoque un poco mejor y note que no era nada más y nada menos que Charles Leclerc, el nuevo de Ferrari, pero que ya llevaba dos años en Formula 1. Nos conocíamos desde las carreras para la F2. Era realmente bueno y sinceramente esperaba que algún día compartiésemos equipo.
La pregunta del millón, qué hacía en nuestro puesto de trabajo, cuando el suyo estaba al lado y estábamos a solo minutos de comenzar las prácticas, se resolvió cuando una Scottie pasó corriendo por el lado de las pantallas de comando y saltó sobre Charles, dándole un gran abrazo. El le dio un giro, levantándola del piso antes de volver a poner sus pies sobre el suelo.
Retiro todo los comentarios amables que hice anteriormente sobre él. Ahora sólo quería matarlo.
- Sabes porqué tu hermana es tan amable con Leclerc?-
- Claro, son amigos desde que Scottie tenía 16 o algo así. Se conocieron cuando él estaba en las ligas menores y papá la llevaba al garaje. Grandes amigos de la familia. -amigos de la familia? Bien, ahora si que no tenía posibilidades. Sin contar que Scottie había estado rondando cerca de esto todo este tiempo y yo no la había visto hasta que se convirtió en mi jefa. Señor, aniquílame ahora. - Su hermano es genial, de seguro seremos compañeros de equipo en la F4-
- Su familia completa compite en esto?- Ya no podía esconder más mi impresión.
- Solo Charles y su hermano menor, pero los demás son los entrenadores y agentes ejecutivos.- Okay. Morir en un choque en la pista no parecía mala idea. Su familia completa se dedicaba a esto.
Ahora tenia ambas manos en sus mejillas y le dio un beso en la mejilla, lo volvió a abrazar y luego por fin lo dejó ir. Esta radiante, repito, radiante. Era la definición de felicidad en su cara cuando volvió su camino a su zona de trabajo.- Debe haberle dicho que está muy feliz de que esté en un equipo tan fuerte y bueno como Ferrari. Fue una grata sorpresa para todos cuando nos contó. Su novia hasta soltó algunas lágrimas, fue genial.- había escuchado novia? Mi nivel de pensamientos asesinos hacia su persona habían bajado increíblemente y sentía que volvía a respirar.
- Si, es un buen piloto. Crees que ya esté listo el auto?- quería subirme lo más pronto posible y botar toda la tensión acumulada.
- Toma tu protección de cabeza, el arnés y tu casco. La botella de agua te la pasaré una vez que estés adentro. Súbete y mucha suerte, Luke.- pobre chico, lo había dejado con todo eso y había olvidado por completo ponérmelo.
Antes de ponerme el casco, choque miradas con Scottie. La sonrisa enorme que tenía antes había disminuido, pero seguía feliz. Le sonreí de vuelta. Esto se pondría bueno.
-Luke, me escuchas?- parecía un sueño, su voz era lo que (por cursi que sonara) me mantendría vivo, sin su instrucciones no lograría ni siquiera clasificar a la carrera.
- Claro como el agua, Scottie
- Excelente, terminaremos de instalar el auto en la pista y estaremos listos para comenzar.
- Copiado.
Luego de una práctica intensa, terminaron las 60 vueltas y nos consagrábamos con el primer podio de la nueva temporada.
- Excelente trabajo Terrrence.
- Gracias a todos por el trabajo. Solicito P13.- p ese era la clave para que la comunicación entre el piloto y el ingeniero de carrera fuera privada. Scottie se merecía una disculpa de mi parte y planeaba dársela inmediatamente.
-P13, tenemos p13.
- Scottie, lo siento mucho por lo de ayer. Sé que tú intención no era decir que eso y yo estaba más irritable de lo normal. En serio lo siento, bonita.
- Disculpa aceptada.- al parecer teníamos un público difícil hoy.
- Y si acepto tu propuesta de ser amigos, creo que será interesante.
- Muy bien Luke, hablaremos de eso más tarde. P13 fuera.
Baje del auto una vez que había logrado estacionarlo y los mecánicos estaban esperandome detrás de las vallas dando gritos de alegría. Le extendí mi mano a los otros dos competidores porque había sido una carrera justa, ya saben, siempre hay que tener una competencia deportiva sana. Salte sobre el equipo y recibí muchas palmadas de felicitaciones. Mire hacia el garaje y desde las pantallas vi a Scottie en su silla aplaudiendo, sonriendo de lado a lado, mostrándome con sus ojos un real agradecimiento. Le sonreí y guiñe un ojo, porque ella era muy modesta. Esta carrera la habíamos ganado porque sabe guiarme a ello, ella era el verdadero cerebro en esta operación. Module un gracias y ella inclinó un poco la cabeza, como diciendo de nada.
Supe que las semanas en Barcelona se pasarían rápido y antes de que nos diésemos cuenta estaríamos en Australia, listos para la primera carrera oficial del año.
Me preguntaba como se vería Scottie paseando por las playas de Melbourne.
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Safety Pin
Ficção AdolescenteSon jóvenes y lo saben. Un experto en velocidad y una experta en ingeniería. Ella en un mundo de hombres y él se queja de la tradición. La primera mujer en dirigir el arte de las técnicas para ganar los Grand Prix de Fórmula 1 y él, un piloto que l...