Capítulo 32: Las vacaciones que me merezco.

29 1 0
                                    

Luke's POV

Por su puesto que no hubo rastro de Scottie durante todo el fin de semana. Se mantuvo al margen de la prensa, de los medios y demás mientras ponía en orden el desastre de Cameron. Por su parte, los periodistas inventaron una cantidad abrumadora de historias especulativas respecto de lo que pasaba al interior del equipo. Era batalla campal en redes sociales y la rueda de prensa fue de esas en donde el ambiente es tan tenso que varios pilotos decidieron salir de la sala y no contestar más preguntas. Imagínense como fue la situación para el Cameron que estuvo unas lindas tres horas ante los medios. No sabemos aún si eso fue agrede o no, pero el karma no tarda en llegar. 

Las flores que le había comprado a Scott se mantenían con cierto ímpetu en una esquina de mi camarín, pero ya estando ahí hace 3 días, no soportarían mucho más. Decidí que merecían un mejor final, por lo que las tomé y preferí ir en busca de a alguien que las quisiera, no sabía si en el hotel o en el estacionamiento, no tenía idea. 

Salí tarde, cansado y un poco frustrado por todo. 

El auto tampoco estaba en la mejor forma, una falla en la unidad eléctrica estaba siendo el dolor de cabeza de todos los ingenieros. Ya llevábamos dos días con fallas y la clasificación solo nos había beneficiado un poco porque alguien había sido penalizado y logramos subir posiciones a décimo y octavo, lo cual no era ideal para seguir peleando los campeonatos. 

Quedaban muy pocas personas a la vista, pero llamó mi atención una pequeña niña junto con su madre, ambas vestidas con los colores del equipo y un cartel que decía "¿Me das tu gorra Luke?".

-Hola, como están?- la pequeña no debía tener más de cinco años y me miraba con unos ojos gigantes.

-Hola Lukey-

-¿Cómo te llamas?-

-Leyla y esta es mi mami Gunel.-

-Genial, un gusto conocerlas. Bien, ¿Quieres mi gorra?- solo se limitó a asentir. Toque mi cabeza y solo entonces caí en el hecho de que no traía nada aparte de mi cabello. - Bueno, tenemos un claro problema que es que no la traigo. Pero puedo darte algo que creo que te va a gustar más.- Cambié mi centro de atención hacia la madre que me miraba también algo sorprendida.- Las invito a ambas al garaje y ven la carrera con el equipo, con acceso a nuestra facilidades.-

Se miraron entre ellas en silencio, simplemente estupefactas.

Intentaba decir algo y no salía nada, me dio algo de ternura.- Este es el número de nuestra anfitriona, ella las recibirá mañana y las acompañará. Yo le avisaré ahora que vendrán. ¿Les parece?.- Asintieron efusivamente.

Me despedí de ellas después de que me dieran sus datos y nos sacáramos algunas fotos, para  seguir caminando hasta la salida del paddock en busca de mi auto. La guardia parecía cansadísima de todo lo que había sido el día. De pronto, el peso del ramo de flores volvió a hacerse presente y decidí dejarlo en su mesa a forma de agradecimiento por su labor. Sonrió genuinamente desde su caseta y yo asentí de vuelta.

Por fin volvía a sentirme más yo, no me sentía más enojado sin razón ni con ganas de solo discutir con todos. Me consideraba alguien con buen carácter, pero de vez en cuando tenía estos bajones emocionales que me sabían a derrota y malestar que no provenía de ningún lugar en particular.

Fui al lobby del hotel a comentarles que ya había llegado y que quería mi cena en la habitación, a lo que accedieron sin problemas. Luego de no más de 10 minutos que llevaba instalándome en mi soledad, tocaron la puerta.

-Servicio a la habitación.-

El chico que traía el carrito dejo todo en una bandeja gigante y luego tomó un paquetito café desde debajo de la mesa y también lo dejó. Se despidió cordialmente y se fue tan rápido como llego.

Safety PinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora