Safety Pin

Capítulo 13: Australia.

Luke's POV
Estaba en el pasillo justo en frente de la habitación que Scottie me dijo que sería la suya, unos minutos antes de la hora que habíamos acordado. Tenía ganas de devolverme y desaparecer hasta el sábado que eran las clasificatorias, pero había sido yo quien tuvo la idea de salir. Una sensación extraña me había acompañado desde el aeropuerto y de sabía que se trataba solo de ansiedad. Ella producía esta bomba de emociones y yo era solo un mero expectante.
"Sé un hombre Luke" me di ánimo y toque la puerta. No fue Scottie quien abrió. Una Louise con ropa manchada de pintura estaba en el marco de la puerta.
- Tú debes ser Luke. Un placer, soy Louise, no nos habían presentado formalmente.- tenía una sonrisa pícara, pero amistosa.
- Bien, estoy lista. Lou, te dejé todos los papeles listos, solo falta que pongas el timbre- la castaña clara la interrumpió y saco de la habitación.
- Scottie, sé hacer el trabajo. Tú tranquila, ve y despéjate un rato. Y haz todo lo que yo haría. Buen día, Luke.- le guiño el ojo.
Cerró la puerta, quedando solo nosotros en el pasillo. Traía un vestido rojo con florcitas. Se veía increíble.
- Bueno, ya se conocen. Nos vamos?
- Supongo que tú Bromance con ella también es muy fuerte.- me reglo una sorpresa de lado mientras empezaba a caminar a los ascensores.

Se nos pasaron las primera horas entre risas, paseos en bicicletas y tomadas de sol en la playa. Ella podía no ser un ángel de Victoria Secret, pero le rendía honores a sus antepasados latinos. Era pequeña, pero con las proporciones justas a su cuerpo. Ella era tan solo ella, y eso la hacía quizá aún más especial. Su tono tostado suave comenzaba a parecerme el color más bonito del planeta, sin contar  todos sus otros atributos que me traían loco desde hace meses ya.
Si yo no estaba loco por ella, no sabía entonces cómo se sentiría eso.
Decidimos parar para comer, tanta actividad nos estaba matando de hambre. Mientras comíamos, sacamos el tema de nuestros respectivos amigos.
- Y cuéntame, como se hicieron amigas con Louise?
- Nos conocimos en primaria, sexto grado. Desde entonces fuimos un dúo. Ella era tan liberal y relajada, sin contar sus habilidades para las artes; que parecía mi opuesto perfecto. Que conste que tenemos diferentes métodos para llegar al mismo resultado, éramos de las mejores del curso. Ella desordena mi esquema, me hace salir de mi vida estructurada. Los únicos momentos en que no nos vimos tan seguido fue cuando entro a la escuela de artes y yo estaba en la academia de instructores e ingenieros. Luego de eso, ella quizo trabajar para juntar dinero para un taller y yo le ofrecí un puesto en el equipo. Es genial, realmente la mejor. Esta loca como ella sola, pero necesita de mi orden clásico para estar en su centro. - la sonrisa y el tono de cariño con el que habla sobre ella dejaban al descubierto nada más que Scottie Edwards, una joven hablando de su mejor amiga. Y yo daría todo por verla así de feliz y cómoda siempre. No podía dejar de verla como un estupido, como si fuera la única mujer que había visto en mi vida. Lejos de toda la presión que solíamos tener a nuestro al rededor, almorzar frente al mar algo tan simple como una hamburguesa con papas fritas parecía un festín de dioses. Y el hecho que ella estuviese disfrutándolo solo lo hacía mejor.
- Cómo se conocieron tú y Fletcher?
- Muma me cuidaba desde que noto que mi padre no estaba en condiciones para hacerlo. La madre de Fletch era muy amiga de Muma, por lo que pronto noto que podría hacerme amigo de su hijo. Al principio yo era tan solo un bebé, así que él ayudaba a que me alimentaran y jugaba conmigo. Para cuando  cumplí cuatro era uno más en la casa de los Waters. Pasaba mi tiempo entre su casa y el local de Muma. Nos convertimos en hermanos casi. Yo era mucho más arriesgado que Fletch, de hecho las únicas veces que tuvo problemas fueron por mi culpa. Él es un hombre hecho para la vida tranquila, el orden y lo meticuloso de las matemáticas.
- Parece ser tu opuesto también.
- Y definitivamente lo es. Creo que yo soy su Louise.
La forma en que sonreía y sus ojos se volvían más pequeños me hizo enternecer. No podía ser que en una sola persona hubieran tantas cosas que me gustasen.