Capítulo 4: Bienvenida nueva temporada.

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Luke's POV
Desperté cuando el sol me dio en la cara. Un poco somnoliento me senté en la cama y vi el desastre que había. Ropa por el suelo, unas botellas de cerveza en el velador y más cosas que hacían que el pasillo pareciera un campo de batalla. Fue cuando caí en la cuenta de que fue lo que había hecho ayer. Si lo ponemos en el peor escenario, me acosté con mi jefa. En el mejor, tuve una noche loca con Scottie.
Fletch no estaría nada feliz, pensé. Pero me sentía tan bien y renovado que deje eso para más tarde.
Un olor a huevos y tocino comenzó a llegar desde la cocina, lo que hizo que me levantara casi por inercia y buscará mis pantalones de pijama. 
Camine a la cocina, intentando no tropezar con los zapatos y el tumulto de papeles en el piso que quién sabe como llegó ahí, para encontrarme con la mismísima Scottie jugando con mi perro, Bobby, mientras terminaba un desayuno que estaba muriendo por comer y usando mi polera que cubría casi todo su trasero. Diablos, que manera de comenzar la mañana.
Está sorprendido por todo:
1. Iba a comer un desayuno decente.
2. Scottie se veían muy bien con mi polera
3. Bobby, jamás, jamás era tan simpático con mis visitantes.
-Buen día- dije intentando anunciar mi entrada. Scottie se dio vuelta, me sonrió y le dijo a Bobby que fuera a la terraza. Lo peor era que mi compañero le hizo caso.
-Pensé que habías pasado a mejor vida
-Ja, claro que no.
Saque dos tazas, las llene con té y las lleve a la mesa mientras Scottie servía el desayuno. Tenía que dejar de pensar en lo bueno que sería esta mañana.
Al sentarme sentí algo frío en mi pie descalzo, eran las llaves del auto por el que habíamos estado compitiendo.
-Había olvidado algo- tome las manos de Scottie entre las mías y deje las llaves en ellas. Tenía otros autos, pero debía admitir mi derrota- Feliz cumpleaños Scott. - bese sus manos con un beso corto.
Su apodo no pareció molestarle, sonrío y centró su atención en su desayuno. Juraría ver un poco de rojo en sus mejillas.
Habíamos tenido una conversación bastante más civilizada que todas las demás, casi parecíamos amigos, cuando su teléfono (que por alguna razón estaba en mi zapato de la noche anterior) nos interrumpió.
-Si?- dijo caminando hacia mi sofá para luego darse la vuelta con sus ojos casi saliéndose de sus órbitas -Claro que si papá, salgo del taller, voy por ustedes y ya está.
Corrió hacia la habitación, lanzándome al mismo tiempo mi teléfono que también sonaba.
-Aló?
-¿DÓNDE DIABLOS ESTÁS LUKE?- gritó mi mejor amigo desde el otro lado.
-en mi departamento...
-saca tu trasero de ahí pronto queda solo media hora para la carrera y tú ni siquiera has probado tu auto!
Diablos. La carrera era hoy. Lo había olvidado completamente.
-voy a cambiarme, lo juro.
Corte el llamado y vi cómo Scottie se volvía a poner su falda sin quitarse mi polera. Ya estaba casi lista mientras yo me habia dado la ducha más rápida de mi vida y me ponía el traje.
Caminamos juntos a la puerta cuando ella se detuvo.
-Mucha gracias por el auto.- se acercó hasta que sus labios rozaron la piel de mi cuello, cerré los ojos por unos segundos y cuando los abrí, ella estaba en las escaleras haciendo sonar unas llaves, mis llaves. - Hey, no dejes que tu oponente te distraiga.
Las lanzó y corrió escaleras abajo.
-espero que esto se repita- le grite esperando que me escuchara
-ya hablaremos de eso
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Scotie's POV
Hablar de eso, si claro. Esas solo fueron palabras de buena crianza, como no sé el "nos pondremos en contacto" o "yo te digo cuando puedo para vernos".
Eso había estado totalmente fuera de lugar. No es que Luke fuera el problema, pero esto no debió haber pasado. Fue genial, si, pero no correcto. La culpa me comería por dentro, si no estuviera tan atrasada.
Conduje como una loca hasta la casa, para encontrar a papá y Jake en el living viendo las noticias.
-Ya llegue, me cambio y vamos.
-desde cuando tienes esa polera? - preguntó Jake. Mire mi atuendo y me di cuenta de que "you completemess " seguía en mi.
-la compre hace unos días - dije de lo más casual. Corrí a mi habitación, me duche y vestí rápidamente. Subí a los chicos al auto y el sentimiento de temor inundaba mi ser. Luke correría hoy. Tenía que entregarle sus controles oficiales como rito de inicio de temporada. Diablos.

-Familia Edwards, siempre es un placer verlos, pasen por aquí. -dijo el jefe de seguridad al vernos entrar al salón de los pits.
Había un rasgo característico de la familia Edwards, ese era de esconder lo que pensamos sobre un tema que llenara nuestra alma, eso que te mantiene despierto por las noches y te hace suspirar porque es a lo que más aspiras en esta vida. Lo habíamos heredado de papá y Jake era un completo experto. Venía pensativo en el asiento trasero, con la cabeza mirando a través de la ventana. Le debía una conversación al enano.
Pase al frente de la multitud de hombres junto con mi padre y pude distinguir a Luke manteniendo una discusión con un chico casi de su misma altura y con el cabello un poco más claro.
-Bueno, presten atención.-comencé mi discurso- todos aquí hemos trabajado para que esta temporada sea tan buena o incluso mejor que la pasada. Nuevos destinos se han añadido y esperamos alcanzarlos todos. Un especial agradecimiento a John y su equipo que jamás dejaron de hacer mejorías en los motores. También a nuestros pilotos, en quienes tenemos toda nuestra confianza puesta.-
Ellos por favor pasen adelante. Terrence y Dempster pasaron enfrente de mi, cada uno con los cascos debajo del brazo. Tome las llaves que Jake me entregaba y se las di deseándoles la mejor de las suertes a cada uno.
Luke no parecía extrañado de mi actitud, pero no pude evitar sonrojarme un poco al tenerlo tan cerca. Estupidez del clima.
-Bueno, ahora, es momento de ponernos manos a la obra. A trabajar.
Todo explotó en aplausos y luego me entregaron mis audífonos para dirigir la carrera, otra parte de mi trabajo como jefa de esta área de la empresa. Jake se ubicó a mi lado con sus audífonos en su cuello al igual que yo.
-No acompañarás a papá en el balcón?- era raro que decidiera estar acá abajo si se perdería la vista completa que se tiene desde arriba.
-Nop. Sabes que yo quiero hacer esto y no hay otra parte en donde pueda verlo mejor que desde aquí.- en eso el enano tenía razón. Ver la carrera desde los pits era muy distinto, casi podías sentir la tensión de todos los demás equipos y la desesperación que crecía a medida que ibas quedando atrás. Mi hermano se quería dedicar a ser piloto profesional y bueno, de seguro ya tenía un lugar en la Fórmula 1. Eso es lo que lo mantiene apartado dentro de su cabeza y solo era capaz de contármelo a veces a mi.
-Lo sé enano, pero debes hablar eso con papá. -me hacía recordar cuando yo quería ser piloto y papá no me dejo. Dijo que era un mundo duro y muy machista, lo cual no era mentira, pero me rompió el corazón. Luego de eso decidí que me haría cargo de la empresa y papá aún no lo asumía del todo, pero de todas formas sentía que estaba orgulloso.
-Eres la mejor en esto, Scottie, papá lo sabe. Tiene miedo de que alguno de los chicos te falte el respeto, eso es todo. - podía ser joven, pero entendía mucho más de lo que se podría asumir.
-Si..., bueno. Ahora a trabajar- prefería no hablar de eso, eran cosas que no me podían del mejor ánimo y necesitaba estar positiva para la carrera.
-Quien crees que clasifique?
-Bueno, Terrence y Dempster de seguro.
- los pilotos de Alfa Romeo aún son muy nuevos en esto, pero yo creo que clasificarán también.
-Ya basta, hablas como todo un hombre- le dije para que se riera un poco. Sus ojos verdosos brillaron de alegría y la carrera comenzó. Le di un leve empujón y rio un poco más fuerte.
Para ser de la primera clasificatorias , terminamos con un 1-2, primer puesto Terrence y segundo Dempster, lo que es fantástico. Muchos del equipo se acercaron a felicitarme por el trabajo debutando como estratega y no podía regozarme más con sus comentarios, ¡estaba logrando lo que nadie antes había hecho!.Ya la primera carrera hablaría por sí sola, pero para ello aún teníamos un mes. Entrenar en Oxford para llegar preparados para llevarnos el cuarto campeonato consecutivo era mi misión y no podía esperar a que llegara mi oportunidad de brillar.

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