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Shirabu

<<Vamos, vamos... toma valor, ¡habla! ¡Hazte notar por ella!>>

Aclaré mi garganta y fui el primero en abrir la boca.

—¿__(tn)? Si saben que ella es un anime, ¿cierto?

—¡Tenemos teorías conspirativas de que ella en verdad existe!

—¡Y que el anime fue inspirado en su vida y está basado en hechos reales! —continuó otra con furor.

Miré a mis costados, en busca de respaldo.

—No, no queridas~ —Satori acudió— lo que vieron fue un simple cosplay.

—¿Cosplay? —repitieron confundidas y ligeramente ofendidas. Al instante más gente empezó a llegar pero esta vez, era una horda de muchachos.

<<Agh...>>

—__(tn) Arami no existe; es ficticia —dijo lo obvio Terushima, burlándose con la mirada de aquellos quienes miraban con esperanza todo el lugar.

—Y, de todas formas, ¿qué haría ella aquí? Es un gimnasio. Aquí entrenamos y practicamos voleibol —agregó Ushijima, sereno.

—¿Quieren pruebas? Aquí las tienen —el rubio molesto apareció con el doble de Arami.

Osamu

Mi celular vibró.

A los segundos, ya me encontraba dando un salto de mi cama y yendo a despertar a mi tedioso gemelo.

—¡Tsumu, oye! ¡oye, oye! ¡Arami!

—¿He...? —balbuceó limpiando el rastro de baba. Hice una mueca de disgusto.

—Que asco. Lee tus mensajes y apresúrate a vestirte, te estaré esperando abajo —avisé más tranquilo y salí de ahí.

Mis emociones me ganaron por un segundo. Tomé la tela que cubría mi torso con ilusión. __(tn) de nuevo recuperó sus memorias.

Golpeé ligeramente mis mejillas al percibir una sonrisa traicionera.

—¡¡Gaaaah!! ¡__(tn), __(tn)! —se oyó un golpe seco— ¡Samu, al fin! ¡Sii! ¡¡Mi amor está de vuelta!!

—¡Cierra el pico ella no es nada tuyo no te des por adelantado y apresúrate que quiero ir allí!

La chica de mis sueños... volvió.

Apreté mis labios con emoción y empecé de una vez por todas a buscar las llaves de mi casa para poder largarme de ahí cuanto antes. Cuanto más tiempo tarde, menos tiempo tendré de estar con ella.

Un cuerpo impactó con mi espalda brusco.

—¡Osamu! ¡¡Vamos, vamos!! ¡Quiero ver a mi chica! —golpeé su estómago— ¿N-nue...stra? —corrigió entre cortado, debido al dolor y falta de aire. Lo pensé dos veces e iba a golpearlo pero decidí no hacerlo y avanzar.— ¡Tomaré eso como un sí, hermanito!

—Cállate de una vez, irritante.

• • •

—Deja queita tu pierna.

Miré a Atsumu y luego seguí su mirada. Mi pie derecho no paraba de moverse con nerviosismo. Lo detuve.

—No me di cuenta...

—Que suerte que tu lindo e inteligente hermani- ¡Samu! —se quejó al recibir un golpe. Suspiró— Sé que estás nervioso, pero tranquilo. No dirían mentiras con eso. Y menos en estos momentos. Confío plenamente en eso. Ella está ahí, parada, en el gimnasio de esos molestos cuervos —hizo una mueca—. Pero esta ahí, de vuelta. Es ella. Estoy seguro.

—¿Hoy no es el día de los inocentes, cierto?

Atsumu verificó la fecha, preocupado.

—No.

—Bien —respondí mirando el cielo unos momentos—. ¿Estás listo? —lo miré.

—Lo estoy si tú lo estás.

Asentí y mi hermano me imitó. Ambos avanzamos hacia el gimnasio. Estuvimos parados unos minutos frente a la entrada del Karasuno, tomando fuerzas o quizá, intentando tranquilizar nuestro ánimo.

—¿Sabes? Es chistoso como hacemos tanto drama como si algo malo fuese a pasar.

—No llames a la mala suerte porque juro que te voy a dejar inconsciente.

Atsumu rió y me contagió su risa.

Aunque es cierto, ¿por qué estamos tan nerviosos? No es como si nunca la hubiéramos visto...

•••
¡hola y adiós!

Mundo invertido 2 || Haikyuu y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora