Túnica

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Después de que Voldemort se fuera del comedor todos se quedaron extrañamente callados hasta la mitad de su la cena, por qué Draco estaba inquieto, nervioso y miraba de un lado al otro jugando con su comida.

—Draco, querido, que te sucede ¿Porque estás tan inquieto?–le pregunto Narcisa después de varios minutos notando el nerviosismo de Draco.

—Quiero hacer un anuncio y no se cómo reaccionar, pero la verdad no me importa en lo más mínimo lo que puedan pensar–dijo enderezandose sobre la mesa.

—Como saben estoy con Amaia ya varios meses pero ninguno de los dos lo hizo oficial y esta noche quiero hacerlo oficial delante de nuestras familias–dijo retirándose la servilleta de piernas y poniéndola en la mesa parándose.

—Amaia cariño me haces el honor–dijo extendiéndome la mano para que me una a el, ya estaba de pie y el me jalo un poco más hacia el abrazándome por la cintura.

—Quiero pedirte oficialmente delante de tu padre y de mi madre, que seas mi novia ¿Aceptas?–dijo mirándome a los ojos con ese brillo intenso de ilusión que tiene.

—Bien hermanito, las escoges bastante bien–dijo Tom en un susurro pero Mattheo y yo lo pudimos escuchamos, Mattheo está asesinando con la mirada a Draco y no tenía más opción que responderle antes de levantar alguna sospecha.

—Por supuesto que sí–dije tratando de darles mi mejor sonrisa, dicho esto me beso delante de todos y Mattheo se levantó de la mesa haciendo caer una de las sillas.

—Que carácter el que te cargas hermanito–dijo Tom con una sonrisa en su rostro–¡PUDRETE!–grito Mattheo a lo lejos–por fin soy completamente feliz a tu lado–dijo Draco ignorando lo que acababa de pasar.

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Después de descubrir que Mattheo tenía una hermano, la charla con Voldemort, la cena, la declaración no tan repentina de Draco y la salida de Mattheo del comedor destilando irá, mi cabeza está estallando en un millar de pensamientos.

Ya no hay otra cosa que pueda pasar para cerrar con broche de oro este espantoso día, dé repente escuche como se rompe algo de vidrio en el balcón del cuarto de a lado.

Salte de la cama a la puerta asustada por el estridente sonido y corrí a la puerta de a lado para ver si todo estaba bien, toque la puerta dos veces pero nadie respondió.

Estaba sujetada del pomo de la puerta dudando si entraba o no, abrí la puerta sin pensar y me introduje en el dormitorio pero no había nadie ni en la cama ni en el escritorio.

Me adentré más hasta casi llegar al balcón y note botellas y botellas de whisky muggle por todos lados en un lado de ellas estaba alguien que aún no podía reconocer, entre un poco más hasta notar colillas de cigarro por doquier.

A lado de todo eso estaba Mattheo empinándose otra botella de whisky y con un porro en la mano un poco más lejos la botella de whisky rota.

El no me sintió entrar así que fingí toser para que notará mi presencia–que hacer aquí, vienes a restregarme en la cara tu felicidad con Malfoy–dijo sin mirarme y dándole una calada al porro.

No estoy aquí por eso tu sabes que no es lo que quiero, tu eres lo que quiero y se supone que ya habíamos hablado sobre estar haciendo todo esto–le respondí señalando las botellas y colillas.

Bueno tu no eres quien para venir a decirme que puedo o no hacer con mi vida, ya te dije tu misión así que lárgate de aquí ahora quiero estar solo–dijo por poco gritando.

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