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Antifaz

Tenía a la vista a Draco ya que se había quitado la chaqueta del traje y el antifaz estaba un poco tomando.

—Draco ya vámonos es tarde y ya estás un poco ebrio si no quieres que te castiguen nos tenemos que ir a dormir y mañana si quieres salimos a dar algunas vueltas–le dije el solo asintió agarró sus cosas y nos salimos de la fiesta con dirección a la sala común.

—No sabía dónde estaba Martín pero el ya se puede cuidar solo espero que no esté ebrio–te puedes quedar conmigo esta noche Amaia–dijo y me pare en seco junto con el.

—No creo que sea necesario Draco además nos pueden castigar si me ven por los cuartos de los chicos–le dije cuando estábamos abriendo la puerta de la casa.

—Por favor solo por esta noche–dijo en un tono inocente–esta bien pero nos quedamos en mi cuarto–le dije.

—A donde sea, si es contigo–me dijo con una sonrisa que hizo que me derritiera al instante llegamos a mi cuarto cuando me jalo hacia él y me beso apasionadamente cerrando la puerta detrás de él.

Me seguía besando y a la vez agarrando mi cabello y enredando con sus dedos hábiles empezó a bajar el cierre del vestido entrando en contacto con mi piel.

Salí del vestido lo seguí besando mientras caminábamos hacia mi cama, en un momento me boto hacia la cama observándome de arriba hacia abajo con una sonrisa maliciosa.

Se subió a horcajadas sobre mi y comenzó a desabrochar mi sostenedor haciendo que me retorciera bajo su toque con los anillos fríos contra mi piel caliente.

Me miraba con sus ojos grises llenos de deseo me levanté un poco para alcanzar su corbata y lo jale hacia mi desate la corbata hábil mente mientras el se ocupó de quitarme mis bragas.

Las bajo por mis piernas lentamente admirando lo mojada que estaba por el me senté para sacarme el antifaz pero el en un golpe rápido me agarró del cuello apoyándome contra la cama haciendo que mi piel se queme en contacto con los fríos anillos de sus dedos.

Con la otra mano bajo por mi torso hasta llegar a mi clítoris y empezó hacer movimientos circulares haciendo que se arquee mi espalda al sentir sus dedos hábiles.

De repente solo agarro su varita puso un hechizo silenciador dejo la varita en la mesa de noche, mientras yo desabrochaba los botones de su camisa hasta que todo su torso estuvo descubierto.

Se acercó y me empezó a besar bajando por mi cuello hasta mis pechos y solo senti cuando metió  un dedo dentro de mi haciendo que gima su nombre.

—Estas realmente apreta–dijo  en tono de satisfacción–Draco sabes que soy– –virgen lose no esperes que sea gentil contigo al menos no en la cama–dijo metiendo otro dedo dentro mío, subiendo y bajando cada vez más rápido.

—Draco por favor– dije apenas en un suspiro–dilo quiero escucharlo –dijo mientras me besaba el cuello–follame Draco hazlo ahora– dije con mi respiración agitada –buena chica –dijo haciendo que llegara a mi clímax.

—No he acabado contigo–dijo mientas se desabrochó el cinturón haciendo que la evilla tintineara al caer en el segundo siguiente estaba sin el pantalón, se subió de nuevo a horcajadas sobre mi mordisqueando el lóbulo de mi oreja.

—El resto del trabajo te lo dejo a ti linda–me dijo mientras dejaba besos de mi barbilla hacia mi cuello le baje los bóxer tirandolo al piso dejando que su miembro erecto quedé expuesto.

Me contrajo más hacia el haciendo que sintiera sus abdominales contra mi torso doble mis piernas a su cadera y lo bese con tanta desesperación.

De repente empujó su polla llenándome completamente y encorvando mi espalda hacia el con mis manos clavadas en su espalda mientras sus embestidas aumentaban de nivel primero lentamente y después rápido.

Mientras sentía su lengua deslizándose por mi boca instantáneamente ambos llegamos al clímax el susurrando mi nombre mientras yo gemía escandalosamente el suyo.

Caímos rendidos en la cama ambos entrelazados junto con las sábanas mi cabeza usando sus brazos como almohada mientras el me acariciaba el cabello tiernamente.

Nos quedamos dormidos ya eran las tres y media de la mañana...

Me desperté relativamente temprano y note que Draco no estaba en mi cuarto y yo estaba tapada con el edredón cubriendo mi cuerpo desnudo solamente con el antifaz puesto.

Me levanté de la cama agarre un camisón me dirigí al baño para bañarme y sacarme el antifaz, me lo saqué frente del espejo y note las marcar que me dejó por dormí con el antifaz puesto.

Me quedé mirando el espejo por un momento hasta que note que tenía marcas de chupetones de mis pechos una poco más arriba y me hizo recordar lo que había pasado horas más antes entre Draco y yo.

Termine de bañarme me cambié y salí de mi cuarto en dirección a el gran comedor a desayunar, entre e inmediatamente busque a Draco pero solo estaba Martín.

Me acerque hacia el pero no sé dio cuenta–Y qué tal tu noche–dije sentándome a su lado–pues amanecí con una ravenclaw al lado mío y para rematar con una resaca horrorosa–dijo con vos ronca y sin dejar de taparse los ojos.

Había dormido con alguien en ese momento sentí una punzada de celos pero no tendría por que sentirme así ya que yo dormí con Draco.

—Y que hiciste con la Ravenclaw–le dije en tono juguetón–No lo sé, Amaia, estaba demasiado borracho para recordar lo que pasó–dijo con un tono de culpa –y ¿Que tal tu noche?–pregunto tímido –mucho mejor que la tuya eso te lo aseguro–le dije coquetamente.

—¿A qué te refieres con mejor que la mía?–pregunto curioso–Pues que yo recuerdo que pasó y no tengo una resaca– le dije dándole una sonrisa aunque el no lo notase.

—¿Te parece ir a hogsmeade hoy para distraerte un poco?–pregunre–claro vamos a pasear.—respondio tranquilo.

Terminamos de desayunar y hasta ahora no veía a Draco por ningún lugar...