Moretón

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Narra  Mattheo

Amaia se introdujo en el baño para bañarse y quitarse el olor a humo y creo que también debería hacer lo mismo pero no puedo irme sin avisarle.

Paso un buen rato y Amaia salió de la ducha tapada con solo una toalla cubriendo la mayor parte de su cuerpo, de su cabello aún mojado se empezaron a deslizar gotas de agua sobre su piel color primavera tan tersa que siento un impulso muy fuerte de sentirla contra mi mano.

Se ve tan hermosa con la luz del día–Puedo darme una ducha rápida aquí–le dije admirando como caminaba por todos lados en su cuarto–claro entra–dijo dirigiendome una sonrisa y regresando a buscar sus cosas.

Entre en el baño antes de hacer cualquier estupidez con ella me saque rápidamente mi ropa y abrí la manija de la ducha dejando que caiga agua fría para refrescar mi mente y cuerpo al ver a Amaia tan seductora.

Dejó que todos mis pensamientos se esfumen junto con el agua fría en un movimiento brusco mojo mi ropa por error por suerte todavía había toallas en el baño salgo y me acomodo la toalla al rededor de mi cintura.

Narra Amaia

Mattheo se había entrado a duchar mientras yo buscaba algo para ponerme pero seguía sin encontrar nada y aún con la toalla puesta y mi mano agarrándola para que no se caiga.

Después de un buen rato escuche a Mattheo cerrar la ducha y el agua ceso y el salió del baño con una toalla al rededor de su cintura–Moje mi ropa por error–dijo sonrojado como un niño chico.

Mentiroso.

—No te preocupes seguro secara rápido–le dije dándole una sonrisa tierna se acercó hacia la cama y ambos chocamos cayendo uno encima del otro.

El con su torso desnudo y yo aferrandome a la toalla para que no muestre nada, maldita la hora en la que no escogí rápido la ropa.

—Estas cómoda–dijo con una sonrisa maliciosa y divertida–callate y ayúdame a ponerme de pie–escupi sonrojada–no te tienes que enojar por mi podríamos estar así todo el rato–dijo con un voz tersa y cálida.

Ambos nos paramos pero cada uno piso la toalla del otro haciendo que ambas cayeran dejando nuestros cuerpos desnudos por un momento nos quedamos mirando uno al otro a los ojos hasta que Mattheo bajo la mirada.

Me acerque un poco a él y le di un golpe en la cabeza el no dijo nada pero sin embargo me acerco a él y me beso un beso exigente apasionado y lleno de lujuria.

Me estaba dando un beso fuerte pero un poco salvaje el ponía sus manos en mi espalda mientras yo las ponía en su torso clavando mis uñas en su piel fria y suave.

Caminamos besándonos hacia la cama un momento me tiró contra el colchón y se subió a horcajadas sobre mi admirando me piel desnuda lo sentí acomodarse entre mis piernas mientras aún me besaba comenzó a bajar por mi cuello dejando besos húmedos hasta llegar a mi zona íntima.

Volvió a subir hasta mis pechos y empezó a jugar con ello  mientras yo me retorcía de placer bajo su toque–...Mattheo p-por favor–apenas podía pronunciar su nombre.

—Por favor que Amaia–dijo con una sonrisa de lujuria–...te necesito–dije pronunciando esas dos palabras claramente–que quieres Amaia solo pídelo y lo tendrás–dijo besandome.

—Follame Mattheo haslo–le dije entre besos–buena chica–senti como se acomodó entre mis piernas mientras me besaba se movió hasta quedar suspendido sobre mi.

No apartó la vista ni un segundo se hundió en mi interior en un ritmo demasiado lento instintivamente arquee mi pelvis para unirme a el ambos gimiendo en voz alta.

—Nos van a escuchar–logre decir mientras lo besaba agarrando su cabello húmedo y suave–ya me encargue de eso–me dijo al oído dejando besos hasta mi cuello en un movimiento lento pero delicioso.

—Más rápido Mattheo porfavor–dije haciendo que el sonriera salió lento de mi y volvió a entrar y salir pero está vez con más intensidad haciendo que clave mis uñas en su espalda había empezado a moverse de verdad.

Empecé a acelearame y mis piernas se tensaron de bajo de el pasaba su mano por todo mi cuerpo una por mis clavícula y cuello la otra por mi cadera haciendo que sus embestidas sean mas fuertes.

Empecé a gritar su nombre de placer–Eso es Amaia quiero oírte buena chica–dijo acelerando sus embestidas a un ritmo torturador pero placentero sentí un dolor familiar en mi estómago.

—Mattheo–dije apenas pude pronunciar su nombre–todavia no solo cuando yo te diga–escupio con lujuria haciendo que mis manos bajarán a la cama aferrándome a ella.

—Damelo nena quiero oirte–gruño entre dientes y sus palabras fueron mi perdición sentí mi intimidad palpitar mientras mi cuerpo sentía espasmos de placer llegamos ambos al clímax entre gritos y gemidos ambos gritando nuestros nombres.

Ambos caímos rendidos el encima mío con su cabeza apoyada en mi cuello con respiración agitada y errática al igual que la mía.

...

Ambos nos quedamos dormidos entrelazados lo que me hizo desoertar fue el calor corporal de Mattheo estaba muy caliente ambos estábamos ardiendo.

El estaba a un costado mío cubierto por la sábana verde que constrastaba tan bien con el tono de su piel me moví despacio para no despertarlo y admiraba como dormía tranquilamente como un niño pequeño.

Me volví a quedar dormida con el mi mano apoyada en su torso y su brazo debajo de mi cuello como almohada.

Me desperté y era todo oscuro Mattheo no estaba a mi lado ya se había ido eran las ocho de la noche y decidí bajar a cenar con los demás no había salido de mi cuarto en todo el día.

Me di una ducha rápida me arregle tome mi varita y bajé al gran comedor.

Entre y estaban la mayoría de los estudiantes ahí cenando, vi a Draco que tenía una cara horriblemente malhumorada me dirigí hacia la mesa de Gryffindor.

No quería tener que lidiar con el en este momento me acerque hacia los chicos y estaban distraídos comiendo–Buenas noches chicos ¿Que tal su día?–les pregunté con una sonrisa deslumbrante.

—Pues el de nosotros bien y el tuyo que tal–dijo Hermione levantando una ceja–no te vimos en todo el día donde estuviste y ¿Porque tan feliz?–dijo Harry un poco enojado y sin mirarme.

—Pues me quedé a descansar en mi cuarto por hoy me di un tiempo solo para mí–dije mintiendo–bueno pues tienes que ponerte al día– dijo Ron como siempre comiendo–¿Porque que sucedió?–.

Pregunté y Harry giró mostrando el lado izquierdo de su cara que tenia un moreton en su ojo, me alarme por un segundo al verlo y se me pasó alguien que podía golpear a Harry.

—El te golpeó verdad–le dije y Harry asintió–pero ¿Porque que pasó? para que te deje la cara así–le pregunto y solo se encogió de hombros.

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