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Las tres escobas

Narra Amaia

Ya pasaron dos semanas desde que conocí a Harry Luna y Hermione desde entonces salgo con luna y con Hermione a las clases y comidas aunque a Draco no le agrada mucho que salga con Hermione.

No le molesta tanto que salga con Luna de hecho se llevan un poco bien aunque el cuesta un poco admitirlo varias veces lo encontré riendo de algún chiste que hacía Luna.

Estaba con Draco en el comedor tratando de convencer que acepte que le caía bien Luna pero el se negaba rotundamente a admitirlo.

—Admítelo te cae bien Luna, deja de negarlo–le dije a Draco golpeándolo despacio en su hombro–Esta bien, si, pero solo me cae ella no me gusta que andes tanto tiempo con Granger–dijo un poco enojado.

—Pero porque ¿Que pasó entre ustedes para que los odies tanto?–le pregunté, me fulminó con la mirada se levantó y se fue de mi lado al parecer no me contará lo que pasó por lo menos no ahora.

Me dirigí hacia la mesa de Gryffindor para hablar con los chicos porque Draco me había dejado sola–Hola chicos ¿De que hablan?–pregunte sentándome a lado de Hermione.

—Pues Ron con el mismo cuento de siempre de que tiene habré–dijo Harry sonriendo–Es que si tengo habré es muy poco lo que nos dan–dijo comiéndose el pollo frito de su plato.

—Ron por poco y te comes la comida de todos que no tienes llenadera–le dije sonriendo–la verdad me encanta comer–dijo–bueno pues cásate con la comida–le dije sonriente–si pudiera lo haría créeme–confeso tomando un poco de jugo.

—Y ¿Cómo vas con Draco?–pregunto Harry–pues bien aunque no le guste que hable con ustedes–le respondí–no entiendo porque es así–dijo Hermione levantando las cejas.

—Yo tampoco entiendo porque es así pero no dejaré que me diga con quién puedo estar y con quién no–dije un poco enojada–y quisieran hacer algo–sugerí–no lose vamos a las tres escondas si quieren–dijo Harry.

—Claro vamos y así nos distraemos un poco–dije entusiasmada–vienen–dijo Harry dirigiéndose a Hermione y Ron–claro vamos–dijeron los dos al mismo tiempo.

Llegamos a las tres escobas y vi que Draco Mattheo y Blaise estaban juntos en una mesa tomando cerveza de mantequilla con Harry y los chicos nos fuimos a un lugar un poco alejado de ellos.

—Bueno y ¿Que van a ordenar?–Pregunto Madame Rosmerta–Tres cervezas de mantequilla y ¿Tú que quieres?–me pregunto Harry sacándome de mis pensamientos–medio litro de  hidromiel caliente con especias por favor–le dije sin levantar la vista de la mesa de Draco.

Trajeron lo que habíamos pedido rápido y ya nos disponíamos a tomarlo hasta que Draco se acercó–¿Que estás tomando, Amaia?–me pregunto con su voz ronca y oscura los ojos grises llenos de irá al verme junto con el trío de oro.

—Hidromiel caliente con especias ¿Algún problema con eso Draco?–le pregunté cortante–Espero que solo tomes un poco y ya–dijo tratando de girar sobre si hasta que lo interrumpí–y que pasaría si tomo más de un vaso–dije desafiándolo.

—No quedará averiguarlo–dijo enojado y se retiró con Mattheo y Blaise–Eso fue intenso–dijo Ron rompiendo el silencio incómodo que se formó en tan sólo un minuto.

—Que se cree para decidir lo que puede o no hacer–dijo enojada Hermione–Pues no lo sé pero no le tengo porque hacer caso en absolutamente nada no es mi padre–dije dando un sorbo a mi bebida.

Ya se había hecho tarde Harry, Ron, Hermione y yo ya estábamos un poco mareados y decidimos regresar al castillo para descansar porque mañana habría clases.

Me despedí de los chicos y me dirigí a mi sala común para descansar entre en los cuartos y note que Draco estaba en la puerta del mio–¿Que haces aquí? Y ¿Como llegaste antes que yo?–le pregunté confundida.

—Eso es irrelevante–dijo frío y serió–bueno con tu permiso quiero entrar a descansar a mi cuarto–dije acercándome a la puerta, en un abrir y cerrar de ojos Draco me agarró del cuello haciéndome chocar contra la puerta fría de madera.

—La próxima que me desobedezcas te irá muy mal Amaia–dijo enojado me dio un beso brusco me soltó y se estaba retirando–No eres ni mi dueño ni mi padre Draco y eso lo sabes muy bien–grite mientras desaparecía.

No me importaba si alguien me escuchaba no tendrían porque meterse en mi vida pensé y me introduje a mi habitación, me di una ducha rápida tratando que baje un poco la leve borrachera que traía encima.

Estaba en la ducha con el agua corriendo por mi piel, pensando en lo que había pasado estás semanas de cómo Draco es tan sobre protector y tóxico cuando estoy con los chicos pero a solas conmigo es muy diferente.

Es como si le diera miedo mostrar delante de las demás personas sus sentimientos, cerré la llave de la ducha dejando que el agua pare junto con mis pensamientos.

Salí me cambié y empece a ordenar y estudiar un poco para distraerme de todo lo que tengo en mente, no me di cuenta el momento en el que me dormí en la silla del escritorio.

Me desperté cuando estaba apunto de caerme de la silla, me fijé en el reloj arriba del escritorio y no pasaban de las nueve y media de la noche y sabía que no podría volver a tener sueño en un buen rato.

Salí de mi cuarto hacia la sala común y habían todavía chicos hablando y otros haciendo otro tipo de cosas para eso tienen dormitorios pero ellos no piensan así prefieren que todos los vean.

Salí de la sala común sin llamar mucho la atención, no había casi nadie por los pasillos y decidí subir a la torre de astronomía para pensar un momento.