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Cansada

—Vamos, Amaia, sabes que no quieres que me vaya y porque te engañas sabes que Draco debe hacer lo mismo que nosotros hicimos a sus espaldas tiene a medio Hogwarts detrás de él–dijo Mattheo poniendo los ojos en blanco.

—No el no es así–le dije–no te engañes el puede chasquear los dedos y cualquiera de las chicas ya le estaría desabrochando el pantalón para mamarle la polla–dijo un poco enojado.

—Tenía en parte la razón pero dudó que me traicióne–claro lo que tú digas–dije ignorandolo, no me había dado cuenta cuando se acercó hacia mi, y de repente estaba besandome y yo le respondí a su beso lleno de pasión y rudeza.

Sus manos se posaron en mi cuello apretando levemente y en tan solo un segundo pronunció–Muffliato, no queremos que nadie no oiga o si–dijo el mientras sentía su respiración contra mi.

Me lanze hacia el y lo volví a besar, el empezo a deshacerse de mi ropa al igual que yo de la suya, ambos nos quedamos en ropa interior me volvió a besar hasta que nos quedamos sin aliento.

Hasta que empezo a bajar por mi tórax dejando besos hasta llegar a mi entrepierna, su lengua empezó a acariciar mi clitoris de arriba a abajo lentamente chupando la excitación que desprende mi coño excitado.

Solo me concentre en lo que él estaba haciendo como estaba tocando y devorando mi cuerpo, mi espalda empezó a curvarse en respuesta de sus movimientos, escuchaba mi corazón por poco estaba apunto de estallar en placer bajo el deseo salvaje.

Empezo a introducir su lengua un poco más profundo separando los pliegues de mi sexo me estremeci al sentir como me tocaba y pedía más hasta llegar a mi clímax.

—A la mierda todos–dije jalando a Mattheo hacia mi para besarlo, sentí en sus labios mi excitación pero no me importo en lo más mínimo–cuida tu lenguaje cariño una chica así no puede hablar mal en ningún momento–dijo y continuo el beso.

Empezo a deshacerse de mi sostén y bragas mientras yo empecé a sacarle el boxer y liberando su polla erecta, lo admire por unos momentos y volvió a besarme mordiéndome los labios mientras levanto mis piernas mientras las enganchandolas por su cintura.

Su polla erecta entro en una sola embestida ambos queríamos que no haya ningún espacio entre nosotros en este momento, sus embestidas son feroces y salvajes.

Puso una de sus manos en mi hombro y otra en mi cadera mientras penetraba más fuerte obligándome a gritar de placer, sus labios empezaron a buscar mi cuello y besarlo empezó a juguetear con mis pechos haciendo que me retuersa mucho más de placer bajo su toque castigador y satisfactorio.

Mi excitación y deseo aumentaron mientras el embestía con más fuerza, sentí una sensación familiar en mi estómago bajo llegando a mi segundo clímax en menos de media hora junto con el.

Ambos caímos rendidos en la cama el encima mío entrelazados con las camas y con más calor que antes–estoy cansada–dije mientras sentía que mis párpados se empezaban a cerrar.

—Lo se pero no podemos dormir ahora sería raro que ambos nos quedemos dormidos teniendo que bajar a una fiesta con Draco y Martín–dijo el aún encima mío.

Y tan solo el me hizo recordar–la fiesta–dije exaltada obligando a mattheo a levantarse de encima mío, me dirigí al baño para bañarme lo más rápido posible y también alistarme.

Salí del baño me seque el cabello pero no estaba ni Mattheo ni sus cosas se fue a cambiar de seguro, aliste mis cosas me maquille un poco y salí de mi habitación hacia la sala común de Gryffindor.

Llegue al lugar y había muchos chicos entrando y saliendo algunos con vasos en mano otros no.

Entre en la sala pero solo vi a Harry y Hermione no estaban ninguno de los chicos aún.

Salí de ahí y comenzé a caminar por el pasillo mientras ellos llegaban alguien me tocó por detrás no me había dado cuenta de si me seguían o no.

Me di la vuelta y era Cedric–Amaia cuanto tiempo sin vernos–dijo con una amplia sonrisa–no seas tan exagerado apenas hoy en la tarde nos vimos por última vez–dije dedicándole una pequeña sonrisa.

—Por cierto que hermosa te ves como siempre–dijo coqueteandome–ni siquiera lo pienses–dijo una voz de hombre a lo lejos, me moví un poco para ver y era Mattheo apoyado en uno de los pilares del pasillo.

—Señorita–dijo dirigiendo su mano en dirección a la sala común de Gryffindor mire a Cedric y el desde que hablo Mattheo había puesto mala cara.

—Ojalá y en algún momento podamos tener una charla sin interrupciones–le dije rodeandolo con una sonrisa–ojala y si podamos–dijo a mis espaldas.

Llegue donde estaba Mattheo, continúe caminando y el me siguió el paso–gracias por dejarme esperando–le dije fríamente–lo lamento estaba cambiándome–dijo el mientras caminabamos.

—¿Martín y Draco llegaron?–le pregunté sin darme la vuelta–si ya están en la sala común–dijo el cuando estábamos a pocos metros de llegar al lugar de la fiesta.

Y efectivamente ellos estaban en la puerta esperándonos ambos hablaban entre sí pero no dijeron ni una sola palabra cuando estábamos cerca de ellos.

—¿Y de que hablaban?–les pregunté–de nada solo que estaban tardando mucho–dijo Martín cortando a Draco cuando estaba por hablar.

—Tardamos porque el idiota de Diggory estaba rondando a Amaia–dijo Mattheo enojado–¿le hizo algo ese idiota?–pregunto exaltado–no, no me hizo nada solo estábamos hablando–dije acercándome a el.

—Me agarró por la cintura, me jalo hacia el y me beso por unos instantes–entremos entonces–dijo el un poco más tranquilo.

Un poco antes de entrar ya se escuchaba la música fuerte nos introducimos en el lugar y aumento el volumen de la música.

Empezamos a ver a todos había chicos y chicas de todas las casa, algunos estaban bailando otros solo estaban hablando.