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Chismes

Para poder distraerme del dolor comencé a ver por todos lados hasta que note una cara familiarmente conocida entre todos los mortifagos, quizá estaba alucinando con tanto dolor pero despabile un poco del dolor y pude ver mejor y no me equivoque entre todos los mortifagos se encontraba Cedric Diggory.

Era imposible, quizás si estaba alucinando o era algún mortifago que estaba usando poción multijugos, volví a poner toda mi atención devuelta con Voldemort, que ya estaba por terminar con mi marca.

—Es todo por hoy–dijo Voldemort–Bellatrix, Lucius, Antonio, Snape al despacho ahora tenemos cosas que resolver, mientras tanto los demás beban y coman disfruten hasta que tengamos el plan listo–continuo Voldemort y no me había dado cuenta que el profesor Snape estaba entre nosotros, supongo que ya asumía que de una u otra forma el volvería a estar entre las filas de Voldemort si ya una vez estuvo.

Después de que mi padre el de Draco y el profesor se fueran todos los mortifagos estaban por todos lados hablando y comiendo, mientras que yo trataba de ver si de verdad Cedric estaba aquí.

Y así era se encontraba a lo lejos hablando con alguien que no conocían, me voy acercando a el, cuando estaba a pocos pasos de el noto mi presencia y se acercó a mí quedándonos a centímetros uno del otro

En hora buena ya eres parte de los mortifagos–dijo abriendo los brazos para que le corresponda el gesto, me encojo de hombros y lo abrazo, mi cara queda apoyada en su pecho sintiendo su cuerpo cerca el mío.

—Y tu cuando me ibas a decir que ya eras parte de todo esto–le dije enchinando un poco los ojos–es una larga historia–confeso pasándose la mano por el cabello–Por mi parte no hay problema tengo todo el tiempo del mundo–le dije cruzándome de brazos.

—Esta bien, pero hablemos afuera tanta gente junta en un mismo lugar me asfixia–dijo apoyando su mano en la parte baja de mi espalda–Si tanta gente junta te asfixia ¿Porque decidiste unirte a todo esto? ¿Y cuando fue que te uniste?–lo interrogue mientras salíamos del salón.

Una vez a fuera nos dirigimos a la fuente que estaba un poco más lejos de la casa–Bueno entonces cuál fue la razón para que estés en todo esto–le dije aún cruzada de brazos pero el no decía nada.

—Una parte de mi siempre odio todo esto en algún momento llegue a pensar que estaba mal que maten a tantas personas, después de la competencia por la copa, que Harry ganará la, el regreso de el señor tenebroso lo medite afondo y me cansé de aparentar algo que no soy, ni si quiera logro entender cómo entre en Hufflepuf quizá a mi entrada tenía todas las características de mi casa–hizo una pausa pero ahora no lo siento así, una de las razón fue que perdí frente a un chico menor que yo que ni siquiera tendría que haber entrado en la competencia, no me creo el cuento de qué el no puso su nombre en el cáliz, las comparaciones que hacia mi padre tratando de que yo sea igual o mejor que el famoso Harry Potter–continuo–cada persona es diferente algunos nacieron con una estrella y otros nacieron estrellados–dijo mirándome, podía sentir el dolor que tenía.

Sus ojos reflejaban tristeza–la gente o especialmente las chicas se acercan a mi solo por mi atractivo, como si necesitará todo esto–dijo subiendo y bajando su mano sobre el.

—Nadie se toma el tiempo de conocerme bien, ni siquiera tu–confeso agachando la cabeza–no es que ni me haya tomado el tiempo de conocerte–dije.

—Solo que pasaron tantas cosas que ambos nos alejamos el uno del otro y pues con lo que pasó con esa chica el amortentia, luego Draco y ahora Mattheo pues no sé–.

—Que, que pasa con Mattheo desde que el llegó tu te pusiste diferente se supone que el fue tu ex y al mes siguiente ya te lo estabas follando–se levantó furioso y se notaba el nunca tendría que reaccionar así.