¿Reaccionando A...? ¡Mierda No! III

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Tercera parte

— Tenemos que hablar. — Dijo Atsushi con la mirada fija en mi.

Sentí el sudor de mis palmas y los nervios florecer en mi estómago.

—Esta... —Mi voz salió ligeramente temblorosa. Carraspe. — Esta bien.

— Por allí está el comedor, pueden hablar a solas allí. — Sonrió de forma inocente.

Conozco las mascaras de la gente y esa sonrisa tenía todo menos inocencia, puedo jurar que sus ojos brillaron con gozo contenido.

Bastardo.

Seguí a Atsushi hacia la sala en silencio, sin mirar a nadie.  Sabía que Atsushi tenía dudas, digo llegue un día a su vida contando verdades a medias, es normal que ahora que ve la pantalla dudé.

Primero el y luego yo y la puerta se cerró, ha eso rimo... Creo.

—Tengo muchas preguntas. — Se miraba serio como pocas veces lo vi, ya sea ahora o en una pantalla.

— Es normal. — Dije con simpleza. No diría nada que el no preguntara.

¿Eso sigue siendo una mentira o solo ignorancia selectiva?

—Me contaste sobre que nuestros padres te vendieron a la mafia, pero no me dijiste mucho sobre ella. La conversación giro más hacia mí. — Explico. — Tsuki

Sin honorífico, si esta molesto.

—¿Si? — Pregunté.

— Quiero toda la historia. — Sus ojos me examinaba cuál felino a su presa.

Si, esto no terminaría bien.

Dentro de la sala el silencio había reinado desde que los hermanos se habían ido, aunque susurros se podían distinguir en el, algunos comentando lo visto en la pantalla y otros mirando de forma recelosa a los contrarios.

—Dejando de lado la pelea fraternal al otro lado, aun hay mucho que ver y el tiempo corre. — Dijo el dios con diversión.

La pantalla se oscureció, se mostró a un gato de color morado, vestido con un pantalón azul y collar, que lucia bastante feliz.

Bills el dios de la destrucción hablaba con Whis su fiel ángel sobre un... Pudin.

—Señor Bills ¿Ya probó ese postre amarillo que los terrícolas llaman Puddin? — Preguntó Whis con una sonrisa.

—¿Donde esta exactamente Whis? — Bills se limpiaba la boca con una servilleta.

—Por allá. — Contestó jovial el ángel.

—Aún no puedo creer que todo eso pasara por un mísero Pudin. — Negó con la cabeza Yuuki.

Realmente no tenía sentido, aunque se notaba que Bills era explosivo, no por nada era un dios y mucho menos el de la destrucción.

Vegeta miraba la pantalla frustrado, todo un maldito problema por un ¡Puddin!

El resto de los guerreros Z se miraron entre sí, sabían lo que venía. Los hicieron papilla como si nada.

—El lado positivo es que pudieron acceder a la fase dios. — Dijo divertida Saiko.

—Supongo , pero parece que sólo Vegeta y Goku pueden. — Hizo una mueca.

—Pero tu eres Sayajin igual que ellos. Tus dos padres también lo son ¿No? — Preguntó Kasumi.

Parpadeo con rapidez analizando las posibilidades. — ¡Mierda! ¡Puedo convertirme en un dios! — Exclamo con juvilo.

One - ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora