Little You

284 42 1
                                    

—¡Awwww! Eres adorable. — Lo Abrace apegandolo a mi pecho. — Luces tan tierno. —Sonreí.

—¡Ya entendí, sueltame! — Exclamo tratando de separarse de mi.

—¡No te dejaré ir así de fácil! — Debati contenta. — ¿Cómo es posible que todas tus fotos se hubieran destruido?

—En primera no eran fotos eran pinturas de la realeza y en segunda el fuego quema todo a su paso, es química básica. — Rodó los ojos rindiendose al tratar de separarse de mi.

— Química, física o piromania de primer grado da igual. — Bese su mejilla a lo que el se la limpio con una mueca. — No tengo ningún virus contagiable. —Me queje.

—... ¿Te estás divirtiendo bastante con esto, verdad? —Alzó una ceja combinado con un suspiró.

Asentí emocionada. —Bastante, no todos los días ves al dios de las mentiras tamaño infantil, es algo que en algún punto de mi existencia imagine pero no esperaba que podría hacerse realidad.

—Si le dices a alguien esto, te quitare las dagas. —Se cruzó de brazos recargandose sobre mi pecho. — Fue un error de calculo, planeaba que el hechizo cayera sobre ese mago de pacotilla y llegas tu con un maldito espejo ¡Un maldito espejo! ¿Qué demonios hacias con un maldito espejo en medio de un entrenamiento? — Preguntó molesto.

— Quería enseñarle a Strange como lucia sin Capi... —Musite en voz baja apenada. — ¿Perdón, si? No soy adivina para saber que intentarías hacerle eso a Strange.

—Prácticamente tienes el tiempo y la realidad en tus manos ¡Eres una adivina en toda la extensión de la palabra! —Exclamo obvio.

—Un poder Conlleva una gran responsabilidad. —Argumente. — Además una nunca sabe que hay en la mente de las personas y no quiero terminar traumada.

—¿Enserio, Martha, enserio?

—Si, Loki, enserio. — Toque su nariz con una sonrisa.

—No hagas eso, no soy un niño, deja de tratarme como uno. — Me dio una manazo.

— Pero luces como uno, y básicamente haces pucheros iguales a uno ¡Eres tan lindo Cuernitos! — Palmee su cabeza con suavidad.

—Preferiría estar cayendo durante 30 minutos que esto. —Suspiro.

—¿Cuanto durarás en esta forma? —Pregunté curiosa.

Desde que había llegado a mi casa, con la ropa arrastrando, y extendiendo sus pequeñas manitas con gesto de que cerrará la boca o me cortaría la garganta había quedado prendada de su adorable apariencia. Y es que no todos los días ves al dios de las mentiras en su versión infantil y que luce como un jodido angel.

Hay que aprovechar el bug.

A pesar de que el incidente ocurrió durante mi entrenamiento no lo había visto, ya que tuve que huir de Strange después de que una vena le resaltara en la frente por un chiste sobre su barba y una pequeña cana en su cabello.

—... 0... as...  —Murmuró en voz muy baja.

—¿Qué? — Dije confundida. —Dilo más alto que no te escuche.

—... 0...dias...— Susurro con su rostro contra mi abdomen.

—Sigo sin escucharte... —Me Rasque la nuca apenada.

—¡10 días! ¡¿Feliz?! ¡10 días! — Repitio apenado, sonrojandose levemente las orejas.

Abrí los ojos sorprendida, cambiando rápidamente a una pequeña sonrisa y acariciando su cabello con suavidad mientras me abrazaba. — Así que 10 días... ¿También se alterará tu actitud? Ya sabes tomaras la personalidad de un niño de la edad que aparentas.

One - ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora