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LA VIDA DE DANIELLARUSSO parecía el típico comercial que un banco americano presenta cuando decides unirte a sus servicios, ya sabes la vida perfecta y resuelta.
Comenzando con un maravilloso despertar a lado de su esposa. Para posteriormente preparar y alizar su elegante traje. Y finalmente bajar a pasar un momento estupendo a lado de sus dos adoraciones, Samantha y Anthony.
Tenía todo aquello que siempre quiso pero jamás imagino que tendría, empezando por su propia compañía quien llevaba su apellido.
Pero toda su burbuja de bienestar se vio amenazada cuando al girar su rostro, se encontró con la no tan grata sorpresa de aquel establecimiento.
“ Cobra Kai Karate ” aquel dojo que sin duda le despertó sus primeros traumas.
— ¿Qué monstruo había sido capaz de abrir dicha aberración? —pensaba Daniel LaRusso.
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( мeanwнιle тнe мonѕтer, aн wнaт )
En silencio total se encontraba el dojo, con Miguel Díaz inquieto balanceándose de enfrente hacia atrás mientras Johnny Lawrence lo veía neutralmente.
— ¿Y tendré alguna pijama de karate? —rompió el silencio, Díaz.
— ¡Silencio! un estudiante solo habla cuando le hablan, ¿está claro? —sentenció el mayor.
— Sí —asintió el morocho, Lawrence alzo una ceja. Miguel no comprendió. — ¿Si señor? —sonrió inocente.
— Te diriges a mí como sensei, ¿entendido?
— Sí, sensei —hablo nerviosamente.
— Y no es una pijama, es un gi. Tendrás que ganartelo —el menor asintió — ¿Listo para empezar? —Miguel volvió a afirmar.
Lawrence en un movimiento rápido y audaz tiró a Miguel a la colchoneta. Este segundo se quejó por el impacto recibido.
— Regla número uno: golpea primero. Nunca esperes a que el enemigo ataque —Miguel quejándose, se levantó.
— Pero pudo haberme advertido —lloriqueó.
— ¡Silencio! —sentenció —. Nadie te avisará cuando dar el golpe, sería estúpido —mientras Johnny daba su discurso motivacional, Miguel sacó su inhalador del bolsillo —. Un enemigo no merece piedad, ¿cuál es el problema, Señor Díaz?
