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— ¿NO ES UN POCO TARDE PARA TOMAR? —cuestiono T/N, ayudando a Johnny a sostener la cerveza para que pudiera escoger una más fría.
— Créeme nunca es tarde para disfrutar de una buena lata de frío alcohol —la chica rió levemente.
Una voz masculina capto la atención del mayor quien se quedo casi pasmado. T/N miró a ambos hombres, claro era el señor LaRusso, padre de Samantha.
La pregunta aquí era, ¿Qué hacia un hombre tan refinado como él, a tales horas de la noche en un barrio de mala muerte?
— ¿Que haces? —decidió hablar, Lawrence.
— Oh, sólo visito el vecindario. Estuve considerando abrir un concesionario en este lado de la ciudad —hablo casualmente —. Pero ya no lo sé, amigo —nego con un suspiro —. La renta ha subido mucho, sinceramente no sé como haces para pagar con un negocio tan pequeño como el tuyo, más gastos para ti.
— ¿Señor LaRusso? —hablo esa cálida voz, aclarando su garganta. Daniel la miró con el ceño fruncido —. Con todo respeto, considero que como usted ha llegado a ser un importante hombre de negocios, el señor Lawrence tambien podría a llegar muy lejos con sus conocimientos de karate —dijo con mucha delicadeza en sus palabras —. Si bien no gana como usted, igual todos empezamos desde abajo, ¿no cree? —sonrio. LaRusso la miro con una sonrisa.
— Tiene mucha sabiduría, señorita —asintio —. ¿Alumna tuya, Johnny? —el mencionado asintió levemente —. Espero que sepas cuál es el lado correcto, T/N.
— ¿Cómo sabe mi nombre? —cuestiono sorprendida.
— Te pareces mucho a Jonathan, solía ser mi único amigo en ese entonces —sonrío nostálgico —. En fin, ¿sabes qué? solo llevaré esta goma de mascar y ponga la cerveza de él, en mi cuenta —saco su cartera y pagó, retirándose del lugar.
— Gracias, niña —finalmente la volvió a mirar. T/N asintió aún sorprendida por saber que su padre era amigo de Daniel LaRusso —. Él tiene razón. No lo mencioné, pero tu padre era un buen hombre —y al parecer tenía algo que ver con quien ahora era su sensei.
(☁️)
Parecía ser un día normal en la escuela West Valley. A excepción que todos lucían intrigados por ver a Samantha LaRusso. Ya que mientras ella estaba cerca, los murmuros no se hacían esperar.
Y quizá era idea solamente de ella, pero no fue así cuando Aisha la atacó de una manera para nada indiscreta cuando Sam solo quería almorzar en paz.
— ¿Es divertido mentir sobre mí? —se cruzo de brazos, con su semblante molesto.
— ¿De que hablas? Vimos una pelicula y eso es todo —respondió cínicamente, Kyler —. Bueno tal vez vi un poco más que tú —y las risas de sus amigos, se hicieron presentes.
