¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(☁️)
( ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛ )
ELLA JAMÁS DUDO QUE SU PADRE FUESE UN ANGEL cuando estaba en la tierra. La amaba de la manera más pura aún sin conocerla y ella lo amaría hasta su último suspiro.
— Cuando tu padre murió —suspira Lawrence —, no había motivo de seguir siendo amigo de LaRusso —mira a la nada —. Quería borrar todo rastro de la época más feliz de mi adolescencia —baja la mirada —. Me sentía miserable al recordar a Jonathan y saber que pude haber hecho más por él.
— Le diste los años más felices en sus momentos más oscuros —sonríe nostálgica —. Mi madrastra dice que papá siempre fue perfecto ocultando lo que sentía, era difícil saber lo que pasaba por su mente.
— Me hubiera encantado decirle que tú eres incluso mejor de lo que pensaría —mira con ternura a T/N.
Esa bonita burbuja de nostalgia se vio interrumpida por unos sollozos provenientes de nuestro querido Miguel.
— Perdón —sorbe sus moquitos —. Se me metió un: la vida es muy injusta.
— No sé porque siento que te hubieras entendido perfectamente con mi padre —sonríe T/N hacia Díaz, quien la mira con una sonrisa.
— Créeme que sí —ríe sincero, Johnny —. ¡Basta de momentos melancólicos! —se levanta de golpe —. Necesito unas cervezas —se va alejando de ambos jóvenes.
— Conclusión uno —aplaude inesperadamente la chica —, mi padre fue la conexión entre Lawrence y LaRusso —mira a Miguel —. Conclusión dos —toma una pausa —, necesito más gomitas, rockstar —hace un pucherito.
(☁️)
— Amén —finaliza la abuelita de Miguel —. ¿Algo que quieras agregar, T/N? —sonríe cálidamente.
— Gracias señor por haberme permitido conocer a estas maravillosas personas —mira a su alrededor —. Quienes me brindaron el concepto más acertado de hogar y familia —suspira con gusto —. Y amén por que hoy, el sensei Johnny no comerá comida congelada.
— ¡Amén y aleluya! —alaba Miguel alzando los brazos. Ambos jóvenes ríen ante la presencia de los tres adultos.
— Adoro a esta chica —asiente y dice, abuelita.
T/N sentía ese nudo en la garganta pero con un sentimiento de felicidad y gratitud. Finalmente sentía que su vida fuera de casa, se acomodaba.
Sin duda, conocer a Miguel Díaz le alegró la existencia y no se cansaba de recordarlo.