¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(☁️)
FINGIR ATENCION EN UN CONVERSACIÓN era su mayor fortaleza. Ya que mientras el hombre trajeado le hablaba sobre economía, Shannon no mostraba ni un mínimo interés en dar una retroalimentación a la plática.
— Ay dios, no —suspiró rodando los ojos —. Hola Johnny, vaya que linda sorpresa —sonrio con picardía.
— Te llamé ocho veces —no saludo, solo fue directo al punto —. Luego busque en los lugares de siempre.
La mujer prefería que cual fuese la razón por la que Lawrence estaba ahí, quería hablarlo en privado y no, como dicen, con pájaros en el alambre. Por lo que opto por pedir distancia a su acompañante.
— ¿No me deberías estar con nuestro hijo? En vez de estar aquí robando cenas a imbéciles como ese tipo —continuó una vez que Shannon se mostró a la defensiva.
— Para que lo sepas, viene aquí a buscar trabajo de mesera —respondio cínicamente.
— ¿Eres consciente de que nuestro hijo esta fumando hierba en el departamento? —golpeo con las yemas de sus dedos, la mesa —. Además de estar con un par de idiotas para nada geniales.
— Claro que lo sé, ¿por quien me tomas? —hablo con obvia indignación — Pero te felicito, de verdad, es la primera vez que sabes donde esta tu hijo.
— ¿De verdad vas a dejar que Robby arruine su futuro? —cuestiono con un tono de enojo.
— No puedo obligarlo a nada que no quiera hacer, Johnny —suspiro con cansancio.
— Que venga a vivir conmigo, yo lo obligaré —respondió seguro de sus palabras —. El pobre ya hasta alucina, dice que tiene novia, pff —resopla divertido.
— ¿No lo crees capaz de aferrarse a la idea de ser feliz con alguien? —lo miro —. Tendrá tu sangre, pero él no es tú. No lo conoces —nego decepcionada.
— Eso lo sé, pero ahora estoy aquí, para él.
— Es muy tarde, Johnny. Yo siempre estuve ahí para él, solo déjalo vivir su vida —se levanto dejándolo con más ganas de protestar.
(☁️)
Cuando somos unos inocentes niños imaginamos que con una curita se puede cerrar la grieta de un mundo realmente roto.
Y es que nadie nos preparo mentalmente para la vida adulto o peor aún para la adolescencia.
Por ejemplo, Sam siempre que veía una estrella fugaz pedía con total anhelo, un príncipe azul. Creyó que ya lo había encontrado con Kyler a su lado, pero realmente estaba equivocada.