PRÓLOGO

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Bahías de Huatulco, Oaxaca, México.

Julio, 2023

-Te amo, Valentina.

-Te adoro, Juliana.

-Siento como si estuviera en medio de un sueño -murmura Juliana, refugiándose más entre los brazos de su novia, su prometida desde hace un par de horas cuando le hizo la propuesta, ofreciéndole un hermoso diamante solitario engastado en un aro de platino artesanalmente trabajado-... Voy a ser tu esposa, Val.

-Y yo voy a ser tu esposa, chiquita -responde Valentina, contemplando el efecto que las tenues luces de su habitación crean sobre la joya que adorna su propio dedo anular-. No te imaginas lo feliz que soy en este momento, Juls.

Recostadas sobre la cama que han compartido durante la última semana, Valentina y Juliana están enlazadas en un abrazo estrecho, intercambiando besos y palabras a media voz; luego de haberse hecho el amor como si no hubiera un mañana, celebrando la petición de matrimonio con la que Val sorprendió a su novia durante una cena romántica a la luz de la luna.

-No me lo imagino, morrita -le asegura Juliana entre besos breves-, lo sé perfectamente, porque yo me siento igual. Me quedé en las nubes desde que me pediste que nos casemos.

-Yo tampoco he logrado aterrizar todavía, bebé -susurra Valentina, mirándola con ensoñación-. Estaba tan nerviosa... Pero todo valió la pena por ver tu carita cuando puse los anillos frente a ti.

-Hubo momentos, a lo largo de los años pasados, donde creí que no lo lograríamos -confiesa Juliana mientras su mente empieza a viajar hacia el pasado con un poco de nostalgia-. Nuestra historia ha sido hermosa, Val... Complicada a ratos, pero es la más linda.

-Sí, corazón -confirma Valentina, comenzando también el recorrido por el camino de los recuerdos-. Hemos pasado por muchas cosas...pero cada segundo contigo, fácil o complicado, ha valido la pena...y volvería a vivirlo con tal de tenerte, de llegar hasta donde estamos.

-Tú eres la razón por la que bendigo el momento en que tuve que salir de San Antonio para empezar una nueva vida en el lugar donde me iba a encontrar contigo, Valentina. Nunca voy a olvidar la primera vez que te vi.

-Aún no puedo creer que ese día yo no te haya visto a ti, Juls -el puchero de Valentina es adorable y Juliana no se resiste a besar esos labios divinos para luego confortarla con sus palabras.

-Pero pude capturar ese momento, bonita -ofrece Juliana a modo de consuelo-. Esas fotos decoran el vestíbulo de nuestra casa, ¿si lo recuerdas?

-Sí, amor -responde Valentina, concentrada en las remembranzas de su bella historia de amor-. Y, además de esas imágenes, te tengo a ti para que me cuentes, una y otra vez, todo lo que hemos compartido y construido.

-¿Quieres oír nuestro cuento de hadas otra vez, corazón? -Pregunta Juliana, acomodándose en la posición que sabe que Valentina prefiere cuando van a dormir.

-Nunca voy a cansarme de escucharlo, Juls.

-Ni yo de decírtelo, Val.

-Todo empezó en mayo de 2018, cuando vi por primera vez los ojos más hermosos del mundo...

***



EL CIELO EN TU MIRADA - JULIANTINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora