Habían pasado ya tres meses desde la pelea en Roma.
Unos pocos días antes, Cioccolata y Secco habían regresado a su hogar tras haber recuperado fuerzas en el hospital.
Cioccolata, sabiendo que la vida le había dado una segunda oportunidad que no merecía, había hecho las paces consigo mismo y aprovechado para resolver un par de problemas que le llevaban angustiando desde hace tiempo.
Había confesado a Secco que le amaba, que conocerle le había cambiado la vida, y todo tipo de paparruchas amorosas similares. Había decidido dejar de andarse con memeces y ser honesto consigo mismo y con sus sentimientos. Había logrado madurar, algo que ni él podría haber previsto.
Secco le tenía una envidia inmensurable.
Mientras que Cioccolata se había estado enfrentando a su pasado y a sus malas decisiones, él apenas había hecho una mierda. Se había limitado a decir dos cosas, a mirar al techo, y a pensar sobre la tremenda montaña rusa que había sido su vida.
Era incapaz de dejar su pasado atrás, de mirar al futuro y querer mejorar como persona. Había sentido un vacío dentro de su ser desde que despertó en el hospital, que muy probablemente le perseguiría durante un tiempo. Seguía encadenado por los espectros de un pasado distante del que no era capaz de despedirse.
Y lo peor no era aquello. Lo peor era que, aún si trataba de enfrentarse a su pasado, no sería capaz de decirle nada a Cioccolata. Tenía un miedo atroz a que el doctor le viese como alguien débil, como un mindundi incapaz de afrontar sus problemas.
Secco no quería ser débil. No quería volver a sentir esa fragilidad sobre su piel. Quería ser fuerte, tal y como Cioccolata le había enseñado a lo largo de los años. Quería ser lo suficientemente fuerte como para poder seguir adelante, incluso sin tener a Cioccolata a su lado.
Secco sabía con creces que acabaría enfrentándose a sus sentimientos algún día. Lo que no sabía era cuánto tiempo lograría mantenerlos sellados.
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cuando zarpa el amor
FanfictionCioccolata está enamorado de Secco hasta las costillas, pero no sabe cómo camelárselo sin quedar en ridículo. Cuando su primer plan falla estrepitosamente, se embarca en un viaje para descubrir cómo exactamente hacer tilín en su relación. (Análisis...