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Hoy nuestra nena cumplió 24 años!
Créanme escribiría por aquí todo lo que tengo para decirle, pero no quiero aburrirlos.
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Martina
El día se pasa entre risas, habíamos jugados juegos de mesa, la madre de Sebastián y yo cocinamos cosas dulces.
Él y yo, bueno, terminamos encerrados en la habitación.
En la tarde me despedí y volví en busca de mi linda mascota y me puse a preparar nuevas tareas para mis alumnos.
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Al otro día
Mi mañana se basó en desayunar e ir a trabajar. Fue un día entretenido, logre esquivar a Pepe Barroso y alerte a seguridad para que se lo llevaran, no lo quería tener cerca.
El vínculo entre yo y Isabella crecía poco a poco.
—Sebas ¿puedo preguntar algo?
Estábamos en su despacho y algo me consumía por dentro.
—claro que sí, cariño
—ok, pero no te enojes...¿Qué sucedió con la madre de Isabella?
Veo como su semblante cambia y temo a verlo arruinado.
—Ella, murió en un accidente.
—yo, lo lamento mucho—no puedo evitar sentirme mal.
—Me había dado cuenta que no estaba enamorado de ella, pero a pesar de eso la acompañe en el embarazo, semanas después de dar a luz intento abandonar a su propia hija y tuvo un accidente que la mato al instante
—¿Abandonarla? ¿Por qué?
—Al parecer planeaba irse con alguien más, pero esa noche había mucha niebla y la carretera estaba congelada, perdió el manejo del auto.
—Sebas, yo. No sé qué decir.
—Nada corazón, a pesar de que la quería, no me olvido de que intentaba abandonar a Isa.
No sé qué hacer, así que solo lo abrazo por la espalda transmitiéndole que siempre estaré para él.
—Perdón por a ver preguntado.
—No te preocupes, algún día lo sabrías.
—¿Isabella lo sabe?
—Si, me prohibió hablar de ella, le agarro enojo cuando se enteró de ello y se alejó de todos, menos de mí y mamá, hasta que tu apareciste.
Una lagrima recorre mi mejilla y Sebastián pasa sus manos por la misma.
—No devolviste la vida, tini.
Uno mis labios con los suyos mientras disfruto del calor de sus brazos.
—Y tu cambiaste mi vida, Sebastián.
Durante horas permanecimos abrazados y hablando sobre la vida, diferentes cosas que nos habían pasado.
Notaba cada vez más las mariposas en mi estómago y sabía que estaba muy enamorada de él y nada podía cambiarlo.

Dulce Amor_By:Bianca IbañesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora