18

301 25 2
                                    

Sebastián
2 semanas después.
Martina me había llamado para hablar de algo importante, estaba asustado, temía que no me amara o algo.
Pero mi sorpresa fue mayor cuando sin rodeos largo por lo que llevaba tiempo preocupada.
—¿Que somos Sebastián?
Supe inmediatamente a que se refería, no teníamos ninguna etiqueta y no sabíamos cómo llamarle a nuestra relación.
—Novio y novia, tini.
—¿Y por qué yo no lo sabía?
—Pensé que lo habías deducido.
—No.
Me río ante sus palabras.
Planto una rodilla en el suelo y tomo su manos sonriente.
—¿Quieres ser mi novia?
Veo como una sonrisa divertida se posa en sus labios.
—Que romanticismo, pero, si señor Obando, quiero ser su novia.
Me levanto y la tomo de la cintura dando vueltas con ella.
—Estas loca mi amor.
—Y tú también.
En los últimos días habíamos peleado una sola vez, pero fue una discusión estúpida.
Mi hija se había encariñado mucho con Tini, tanto como para pedirle que se quedara con ella algunas veces, me gustaba, jamás la había visto tan feliz.
Martina
Sebastián me había invitado un fin de semana completo a la misma casa en la playa, iríamos con Isa y nos alejaríamos de todo por unos días.
Acepte gustosa y con maleta en mano nos dirigimos al hermoso lugar.
Me divertí muchísimo, me daban risas las miradas indebidas de Sebastián cada vez que veía mis trajes de baño, tenía que esconderme de él o terminaría sin ropa frente a la niña.
—Si no me dejas tranquila voy a ahogarte.
Dicho y hecho, debo a verlo sumergido como por diez segundos.
—¡Loca! Casi muero
Ese día dormí por horas por gastar tantas energías en nuestra habitación.
..........
El último día de nuestras minis vacaciones llego y Sebastián nos había dejado a mí y a Isa en el cuarto mientras que el preparaba la cena.
La pequeña había peinado mi cabello y yo la había duchado y luego me puse a trenzar su cabello.
Sus ondas rubias caían sobre sus hombros, es una niña hermosa y muy dulce.
Me sentía en paz cada vez que me quedaba con ella y entonces algo que jamás pensé que pasaría sucedió.
—Tini
—Dime, pequeña
—¿Puedo llamarte mamá?

Dulce Amor_By:Bianca IbañesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora