Luego de terminar los ensayos Diana va al camerino para refrescarse y al salir, se sobresalta al sentir que alguien toca su espalda. Se tranquiliza un poco al voltearse y descubrir que se trata de Henry.
—Henry, me asustaste —le reclama con una sonrisa.
—Lo siento, no fue mi intención. Solo quería hablar contigo.
—Por supuesto, ¿de qué se trata? —pregunta intrigada.
—Solo quería disculparme contigo por lo del otro día. Estaba un poco borracho y creo que actué como un idiota. No quiero que pienses que siempre soy así.
A Diana le sorprende que se esté disculpando con ella; no es que lo conozca de muchos años, pero tiene entendido que es alguien de naturaleza engreída y petulante. Jamás imaginó que fuera del tipo que se disculpa.
—Bueno, la verdad si te pasaste un poco, aunque no conmigo sino con ese pobre chico. No debiste tratarlo así.
Él se queda callado por unos segundos, con la cabeza gacha como si estuviera avergonzado, y Diana sopesa la idea de que tal vez no es tan mala persona como pensaba.
—Tienes razón, creo que debo disculparme con él también, pero... es que estos días he estado muy nervioso y eso ha hecho actuar de forma agresiva.
—¿Y qué es lo que te tiene tan nervioso? —pregunta ella con genuina preocupación.
—Es que mis padres organizarán un evento de caridad en unos días y quieren que yo sea el anfitrión por primera vez. Sé que pensaras que es una estupidez, pero para ellos es algo muy serio, casi de vida o muerte; todo debe ser perfecto... yo debo ser perfecto. El problema es que desde que terminé con mi novia soy un desastre y no sé si estaré a la altura si voy solo. Es por esa situación que me emborraché ese día.
Diana lo mira con empatía. No es que ella lo entienda, ya que la familia de Henry es bastante adinerada; supo que sus padres hicieron varias contribuciones en la universidad que estudiaban; mientras que sus padres son de clase media y trabajaron muy duro para poder pagar sus estudios. Pero sí sabe lo que es el temor a defraudar a los que amas cuando tienen expectativas demasiado altas sobre ti.
—Sí... esa sensación puede alterar a cualquiera. Me gustaría poder ayudarte a que te sintieras mejor...
—Ahora que lo mencionas, me encantaría que me acompañaras ese día como amiga, claro. Sería un gran alivio para mí poder ir con alguien.
—Bueno, yo... —Diana no sabe qué responder, ella tiene novio y no estaría bien ir con alguien más a una fiesta, aunque solo sea como amigos.
—Diana, ¿ya estás lista para irnos? —Jordan los interrumpe antes de que pueda darle una respuesta a Henry.
Ambos se miran de manera sigilosa y la tensión entre ellos es tan fuerte que se puede cortar con un cuchillo.
—Sí, cariño. Henry, luego terminamos de hablar, adiós. —Se despide.
Detrás de las bambalinas, Estela mira el espectáculo con una sonrisa. Le llama mucho la atención como Henry mira con odio a los dos tortolos marcharse, como si estuviera celoso. Con una expresión de amabilidad en su rostro se despide de ellos sacudiendo la mano cuando pasan por su lado, para luego acercarse a Henry.
—No me digas que ahora te gusta Diana.
—Ese no es tu maldito problema —le contesta él con sequedad, sin mirarla a los ojos, mientras acomoda en su espalda la mochila marca Adidas donde lleva sus cosas.
—¡Uy!, pero que agresivo. Yo solo quería brindarte mi ayuda con ella, en caso de que así fuera.
—Yo no necesito tu ayuda para conquistar a la mujer que se me antoje. —Esta vez sí voltea a verla—, después de todo me fue muy fácil hacer que te acostaras conmigo ¿No?
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El club de los amores imposibles (+21)
Mystery / ThrillerEn busca de consuelo por su amor no correspondido, Ulises entra a un grupo de apoyo que se hace llamar "El club de los amores imposibles" donde todos los miembros están en su misma situación. Allí conocerá a Verónica, una misteriosa y seductora c...