paralyzed [jb]

Capitulo 10.

Mis ansias aumentaron y mi corazón latió fuerte en mi pecho, Morgana no podía ocultar su impresión al verme y yo menos al recordar lo malo que fui con ella. No era algo en lo que quisiera pensar ahora.

— ¿Como haz estado Justin? —Pregunta ella con una ligera sonrisa.

Apreto mis labios incomodo, de pronto me siento algo agobiado.

— ¿Nos puedes traer dos cappuccinos? Y un canasto de donuts. —Digo ignorando sus palabras.

Sus mejillas se encienden y Beverly suspira sorprendida, Morgana asiente y se va con el ceño fruncido.

— ¿Era necesario ser tan pesado? —Me pregunta molesta.

— No me interesa ser amable con ella...

Por mucho que me arrepintiera de mis actitudes del pasado, no tenia ningún interés en remediarlo. Y mucho menos con Morgana que estaba obsesionada conmigo.
Solo era una señal de que todo saldría mal.

— Se llama ser educado, Justin. —Me recrimina.— Puede que ella siga interesada en ti...

— Pero yo no en ella... No puedes decirme como actuar con las personas. —Le respondo chasqueando la lengua, me sentía en una conversación con alguien totalmente ajeno a mi.

Y no era así, era Beverly Cast.
La mujer que tuvo control sobre mi mente y me torturó durante dos largos años. Yo iba a hacer que ella pagara por eso, no me importaban las consecuencias.

— ¿Por que me invitaste a salir?

— ¿Por que aceptaste? —Pregunto de vuelta, viendo sus ojos brillar cuando el sol se posicionó sobre nosotros iluminando su rostro.

Mi estómago se contrajo al verlos. Era hermosa, maldición. No podía ignorar que aun estaba embobado por ella.

— Hay un par de cosas que nunca pude decirte... y por alguna razón me siguen atormentando a dia de hoy, Justin. —Me dice bajando la mirada a sus manos sobre la mesa.

Nos quedamos en silencio cuando Morgana vuelve y pone nuestra orden frente a nosotros, luego de murmurar un ligero "disfruten su comida" se fue dejándonos a solas.

— Yo... —Dijo ella, se detiene un segundo probando su café y me mira con una ligera sonrisa.— Se que esto va a sonar extraño, Justin... El día en que no correspondi tu confesion de amor yo lo hice por proteger a tu familia... —Soltó de pronto.

Mi cuerpo se tensó bloqueando mi mente. No estaba listo para escuchar eso.
¿Porque me lo decía ahora? ¿Que significaba esto?

— Es loco, entiendo que no me creas o que esto te parezca una locura. —Se ríe con nervios pero yo intento mantener la cordura en mi.— Mi padre tenia tantas estafas que camuflar, se estaba destapando todo su negocio y la verdad yo era su única esperanza para mantener vivo su imperio... Incluso era cómplice de... —Ella se detuvo, sus ojos brillaron con cierto tormento que me dio un escalofrio.— Del secuestro. —Finalizo dándole un sorbo a su café.

Las imágenes que con mucho esfuerzo intenté borrar de mi mente me atacaron con furia. El ahogo que senti cuando vi su cuerpo golpeado, impotente por no haberlo evitado. Yo era tan culpable de eso como Myke, como su padre... Todo por seguir un sueño frustrado que jamas tuvo un futuro.

— Cuando desperté... No tuve control sobre mi, la mayor parte del tiempo mis padres me tenían dormida, o empastillada para no lidiar con las crisis de pánico que desarrollé... pero gracias a dios, presenté un shock postraumatico. —Dice sonriendo, como si fuera algo divertido.— No recuerdo nada de lo que pasó durante el secuestro, solo lo relatado en los informes médicos... Los cuales leí cuando tuve que trabajar para mi padre. —Ella suspira y selecciona una donut del canasto. Bebo café intentando mantener la compostura, y con descaro enciendo un cigarrillo para no perder la cabeza con su relato.— Yo tenia que mantener vivo su negocio, mientras el arreglaba sus problemas legales... Me negué, no estaba en mi planes ser heredera, mucho menos ayudarlo cuando fue una mierda conmigo... —Continúa hablando, sus ojos vagaban a sus manos, a su donut, al café y a los objetos de la mesa.— Obvio sus planes no iban a arruinarse por mi capricho, discutíamos sobre eso cuando tocaste la puerta... —Me miró, mi cuerpo se tenso y bebi café para volver a fumar.— Tu tocaste la puerta, Justin. —Se rio con ironía.— Lamentablemente fue el lugar y hora equivocados para volver a vernos. —Vuelve a reír, apartando su mirada otra vez.