Capitulo 20.

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Íbamos en absoluto silencio pero al menos ya habia entrado en calor debido a la calefacción del auto, incluso me había quitado el abrigo. Intento mirar hacia afuera distrayendome con las gotas de agua que chocaban una y otra vez con el cristal.

Miraba como el limpiaparabrisas apartaba la lluvia del frente y escuchaba la música suave en la radio.

Estaba tensa, nerviosa, sintiendo las mariposas revolotear en mi vientre como si volviese el tiempo atrás y eso era desesperante. Hace unos minutos no sentía absolutamente y fue un golpe de adrenalina que el destino nos allá puesto en el mismo lugar otra vez. Aún asi ese pequeño vacío seguía molestandome en el pecho.

¿Por que no puedo olvidarte?
Estaba paralizada en mi asiento, viendo por el rabillo del ojo su mano descansar sobre una de sus piernas y la otra envolviendo el volante con desinterés.

Sin quererlo comienzo a recordar cosas...
Nuestra relación jamás fue algo sano que valiera la pena cuidar. Justin al inicio era muy mentiroso, me engañaba con frecuencia, le avergonzaba que lo vieran conmigo pero aun así se esforzó por mejorar...
Pensar en que fue capaz de acostarse con Vanessa me jugaba en contra esta vez, ya que por algún motivo solo me molestaba que ella lo haya hecho pero de Justin no me sorprendió. Era un mujeriego y estaba segura de que hubieron muchas infidelidades de las que yo no me enteré pero estaba bien. Supongo que eso estaba en el pasado, lo de Collette era un capricho mío, después de todo hace dos años que no estábamos juntos y el podía hacer lo que quisiese, no tenía nada que reclamar si yo mantuve alguna relación con Zac.

Eres egoísta y caprichosa... Me digo a mi misma y niego para despejar mi mente.
Me atreví a mirarlo, su cabello había crecido y se veía más saludable.
Su mandíbula tensa, su cuello tatuado. Trago saliva al sentir como mi cuerpo comenzaba a reaccionar por la cercanía y la tensión.

— ¿Como haz estado, Bevs? —Pregunta tomándome por sorpresa.

— Yo... bien. —Respondo viendo al frente otra vez, mi mentón comenzaba a temblar.

— Me alegra escucharlo. —Se detiene en un semáforo y yo disimuladamente respiro por la boca para mantenerme tranquila.— ¿Y la universidad?

— Bien también. —Rio nerviosa y lo miró fugazmente para comenzar a jugar con mis manos.

El deja salir una risa nasal y me mira. Sus ojos me queman y me sonrojo al no poder sostenerle la mirada por más de tres segundos. Me sentía ridícula y en verdad creí que lloraría.

— ¿Quieres pasar a comer algo? —Pregunta mientras acelera.

Literalmente mi corazón explota. No puedo volver a caer por Justin pero en mi mente solo podía inventar excusas para decir que si sin sentirme culpable después pero como mencioné antes, ya no tengo a nadie ni nada que perder y no quiero más guerra.

— ¿A donde? —Pregunto devuelta mirándolo con ilusión.

— Bueno, a esta hora no creo que hayan muchos lugares abiertos... —Dice riendo y quedo embobada viendolo.

Mierda. Mierda. Mierda. Estaba loca por el.
Dos años derrumbándose frente a mis ojos mientras el sonido de su risa y sus expresiones me dejaban en las nubes.
Dos años tirados a la basura a la vez que mi vulnerabilidad me debilitaba al punto de sentir que lo necesitaba a cualquier costo.

Sería capaz de sufrir mil años con tal de tener ese hormigueo en mi vientre provocado por el.

— ¿Si o no? —Pregunta viendome confundido y me doy cuenta que me he quedado viéndole sin escuchar lo que ha dicho.

paralyzed [jb]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora