Capitulo 06.

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Me puse de pie por tercera vez y volví a tomar mis llaves, caminé hasta la puerta para abrirla y otra vez mis manos temblaron dudosas. No podía volver a arrepentirme de salir por esa maldita puerta, salir de estas cuatro paredes que me han consumido y hundido inagotablemente.

Trague nervioso volví a tocar el pomo frío, la gire lentamente y por fin la abrí. Por primera vez estaba saliendo por mi propia voluntad. Me dirigí a las escaleras, a paso lento la recorrí hasta el subterráneo y aunque no quisiera mis rodillas temblaban.

Baje hasta el estacionamiento, y me acerque a mi abandonado auto.
Estaba sucio, lleno de polvo y algunas personas habían dibujado cosas en la tierra impregnada en el.
Me cuestioné lo que estaba haciendo, pero enserio quería mejorar. Quería volver a levantarme feliz, hacer una vida normal y salir de este maldito agujero que había hecho. Por mi madre que ya había sufrido lo suficiente y por Jazzy a quien no veía hace tanto tiempo.
No podía evitar sentirme culpable por casi lanzarme del edificio cuando la llamada de mi madre irrumpió en mi intento de suicidio. No podía ser una simple coincidencia, estaba vivo y debía vivir.

Me subí a mi auto, revisé mis bolsillos para sentirme más tranquilo al palpar una dosis de heroína por si no lograba hacerlo bien. Mis latidos estaban vueltos locos, sentía mis pulsaciones en los oídos.
Volví a tragar en seco mientras me subía al lugar del piloto, con manos temblorosas revise que tuviera mis documentos aun y mi licencia al dia. 

Lo encendi y mis manos sudaron, sin volver a pensarlo y antes de que me arrepintiera sali a la carretera para dirigirme a la casa de Christian. Sabia que el nunca se negaria a ayudarme. 

Casi una hora mas tarde me encontraba por esas calles tan familiares, cada esquina traía un recuerdo nuevo a mi mente y en lugar de ser tormentoso me sacaba una que otra sonrisa. Llegue a la calle principal y me puse nervioso otra vez. Christian vivia en la misma calle que mi madre, cuando compre la casa me asegure de que fueramos vecinos y eso me daba dolor de estomago. No podia permitir que mi madre me viera aun, no asi. 

Estacione frente a la enorme mansion de Christian. Hace un par de dias habia estado aqui pero ahora me daba una impresion diferente. Puse atencion a la calle, ¿Vanessa se habia comprado un nuevo auto y yo no lo habia notado antes? Justo detras de la camioneta de Christian un auto rojo del año estaba posicionado perfectamente. 

Me senti extraño, vi las luces dentro de la casa y habia musica ligera sonando. Me pregunté a mi mismo si salir a hablar con mi amigo, quizas estaba ocupado y debi avisarle que vendria pero no lo hice por si mi mente me traicionaba y declinaba la idea de rehabilitarme.

No le di mas vueltas, a pesar de tener un extraño y desconocido mal presentimineto me baje del auto y camine hasta la puerta. Balbucee algunas palabras antes mientras jugaba con mis pies y pensaba en lo que diria, fue cuando sin darme cuenta toque el timbre. 

Ya no había vuelta atras. Mis sentidos se agudizan cuando escucho los pasos acercarse y finalmente la puerta se abre frente a mi.

Levanto la vista y lo miro fijamente pero el esta en silencio, con una expresion que no logro descifrar ademas que algo de asombro.

-- ¿Que haces aqui? --Dice al fin y sonrie mientras me abraza.-- ¿Por que no me dijiste que vendrias? ¿Estas bien?

— Necesito ayuda... —Le menciono mientras mi voz se quiebra. ¿Por era tan débil ahora?

— ¿Para qué? —Mira mis ojos, los cuales al chocar con su mirada se llenan de lágrimas. Realmente lo necesitaba.

— No quiero morir... —Me duele el pecho solo por decirlo. Christian abre sus labios de la impresión.

Espero alguna señal, una palabra de su parte pero nada de eso ocurre. El solo me mira como si fuese un fantasma y no lo culpo... Todo este tiempo fue el quien cargo con el peso de mi vida, de ayudarme y mantener a mi madre a salvo.
He sido una mierda totalmente, y si este fuera el momento en que me rechaza lo entendería demasiado bien.
El suspira, termina de salir de la casa y cierra la puerta detrás de el.

— Justin... —Sus ojos están llenos de lágrimas, se acerca a mi y entonces lo hace. Me abraza.

Mi corazón, mi pecho, mi mente y mi cuerpo no pueden más. Me aferro a mi amigo como si fuera un niño pequeño y desamparado mientras el llanto tortuoso que me ataca siempre se apodera de mi. Siento mi garganta desgarrarse ante mis sollozos, el dolor me superaba. Estaba tan desbordado en mi depresión que me ahogaba el dolor físico de mi tórax siendo comprimido por mis frustraciones.
Christian me apreta, y eso me da algo de confort.

No se cuanto tiempo me abrazo a él, no se cuanto fue lo que lloré refugiado en su calor pero me sirvió para desahogar un pequeño peso que llevaba dentro.

— Justin, claro que te voy a ayudar. —Me dice luego de unos minutos. Sus ojos también están rojos debido a que el también a llorado.— ¿Quieres que vayamos a otra parte a hablar? —Dice volviendo a su postura inicial.

— No, yo solo... —No puedo hablar. La puerta abriéndose me interrumpe y me avergüenzo al estar demacrado totalmente.

Entonces literalmente puedo sentir como un aire frío estremece mi cuerpo rápidamente, toda la sangre de mi cuerpo sube a mi cabeza, siento como me sube la presión y un fuerte pitido suena en mis oídos. Estoy paralizado y aunque quisiera moverme no puedo.
Mi corazón aumenta sus latidos, sin embargo logro disimularlo muy bien incluso cuando comienzo a sudar frío.
Era como ver un espejismo y ser consciente de ello.

— Chris, ¿Por qué tardas tanto..?—Su voz. Su maldita voz.

No podía creerlo. Su figura apareció frente a mi otra vez. Era ella.
Era Beverly.
Ella aparta sus ojos de Christian y me mira.
Se ha fijado en mi y nuestros ojos vuelven a conectarse después de dos años.

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Omggg, por fin se encuentran 😱😱

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paralyzed [jb]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora