Capitulo 02.

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La clase finalizó asi que con alivio cerré mi carpeta de apuntes, seguido mi computadora y suspiré fuerte sintiéndome cansada.
Guardé todo rápidamente y salí del enorme salón para irme a mi habitación.
Estaba bastante agobiada por los horarios que tenía, sin embargo había logrado equilibrar mi vida social con mis horas de estudio y trabajo a la perfección para mantenerme lo bastante ocupada y no pensar en nada más que mis obligaciones.

- ¡Beverly! -La voz inigualable de Vanessa sonó por todo el pasillo sacandome una risa mientras me volteaba.- ¿Como estas? -Preguntó mientras me besaba la mejilla como saludo.

- Bien, agotada. ¿Y tu?

- Tambien. -Se ríe.- Oye, esta tarde pensé que podías venir a casa, así nos divertimos con Christian. ¿Que te parece? -Pregunta la rubia con entusiasmo.

Lo dudé unos segundos, mientras mi estómago se apretaba un poco. No hubiera sido una mala idea si no tuviera turno en la clínica en la mañana, aunque podia llegar tarde no quería hacerlo, debía ser responsable y la verdad... No podía ignorar sentirme incómoda con mi antigua amiga.

- No lo creo, mañana me toca abrir la clínica así que lo veo complicado. -Bufé fingiendo pesar.- ¿Te parece si el fin de semana salimos? Yo invito. -Mentí, no se porque lo hacía sabiendo que buscaría otra excusa para no verla a ella y Christian.

- Vale, esta bien... -Dice con tristeza mientras evita mi mirada.- Deja de trabajar o vas a terminar colapsada. Apenas descansas.

- Estoy bien. -Le digo con una amplia sonrisa. En verdad lo estaba.- Dejale mis saludos a Christian, dile que... lo extraño.

- Claro. Te quiero, nos vemos. -Es lo único que dice antes de darse la vuelta e irse.

Sentí mi corazon hacerse pequeño en mi pecho, pero como siempre solo tome aire profundamente y lo ignoré. Vanessa me reprochaba siempre el hecho de que apenas nos juntabamos como antes, pero la única forma en la que pude salir adelante quedándome aquí fue agotando cada minuto de mi día en trabajo, estudios y haciendo nuevos amigos.
Los fines de semana solía salir con amigos de la universidad pero me había alejado mucho de Vanessa y Christian aunque me esforcé por no hacerlo.

No podia evitarlo, cada vez que los veia sentia mi mundo desmoronarse porque ellos me recordaban a Justin, a mi padre, al secuestro y no sabía si eran capaz de abandonarme de nuevo por un chantaje como el de mi padre.
Me costó tanto salir de esa maldita depresion, cuando Vanessa me pidió quedarme acepte porque en ese momento creí que todo sería mejor. Pero con el tiempo mi tortuosa mente me jugó malas pasadas, cuando la depresión comenzó a hacer su trabajo conmigo los psicólogos contrarrestaron todo con más medicamentos y ahora solo tenía recuerdos borrosos de lo que había ocurrido, aun no podía creer que pude dejar mis planes por quedarme con ellos... Me ponía los pelos de punta intentar volver las cosas a como eran antes.

Podía recordar que al principio siempre les preguntaba por el, en mi interior sabía que la estaba pasando tan mal como, o eso creí.

Se que quise volver con el, pero el me rechazo y aunque insistí un par de veces rápidamente me rendí. Lo ultimo que supe de el es que se había ido de la ciudad y que había vuelto a fumar hierba.
Christian no dejaba de hablarme de el, de pedirme que lo ayudara pero no podía olvidarme de mi, no otra vez. Tenía que salir adelante para ser feliz y ahora, lo era. Vagamente lo era.

Al entrar a mi habitación vi a Colette, mi compañera de cuarto, en ropa interior mientras se sobreponia vestidos cortísimos de cuero brillante.

- ¿Que me dices, muñequita? -Hago una mueca ante su apodo, ella me llamaba así aún sabiendo que no me gustaba. Cuando nos conocimos se burló de mi diciendome que era demasiado bonita para ser real. Lo cual negué siempre y su forma de recordarmelo era decirme así sabiendo cuanto me molestaba.

paralyzed [jb]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora