Capitulo 15.

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Abri mis ojos y los cerre de inmediato al sentir un fuerte dolor de cabeza. Me reí solo de pensar en la resaca con la que iba a estar todo el día, al moverme en la cama y sentir a alguien a mi lado pude entender que valdría la pena.

Una castaña de ensueño dormía a mi lado totalmente desnuda y suspiré agradecido.

Extrañaba vivir sin preocupaciones, sobretodo disfrutar de mi vida de soltero y consciente en vez de estar deprimido, drogado y llorando por una desgraciada insensible como Beverly.

No se como lo conseguí, o como fue que en verdad pasó... Pero luego de dejarla en la cafetería esa tarde algo cambió otra vez en mi.
Es decir, ¿enserio me iba a permitir volver a deprimirme por alguien así?
Solo fingía ser alguien inocente, era el diablo en persona y no estaba dispuesto a dejarme pisotear otra vez por ella.

Me dolió, ella me había lastimado... Esperó tanto tiempo para decirme la supuesta verdad y volver a romper mi corazón, era humillante. Aunque esa tarde al llegar a casa tuve la peor de las batallas internas por volver a inyectarme heroína pero pude contenerme.

Reaccioné a tiempo, salí de casa y pase la madrugada haciendo ejercicio en un parque hasta el amanecer. Mi cuerpo quedó fatigado, sin embargo me sentía mucho mejor. Llamé a Christian, solo para que supiera que estaba bien y que seguía sobrio.

Luego, esa noche buscando departamentos a los que mudarme para huir de ese asqueroso edificio terminé en una discoteca bailando toda la noche. Como si volviera a nacer, como si pudiera ser feliz otra vez y no dejarme pisotear por nadie. Yo era Justin Bieber maldición, no un niño sentimental e inestable.

Mi vida había vuelto a ser como antes y mejor aun, podía pensar en esa maldita mujer sin decaer. Cada día mi sed de venganza aumentaba, pero ya tendría tiempo para eso. Ahora solo quería disfrutar de todo lo que me perdí los últimos años.

— Buenos días... —Dijo la castaña removiendose en la cama.

— Cariño, necesito que te vayas... —Le pido de inmediato.

— ¿Disculpa?

— Es que va a llegar mi madre en cualquier momento. —Miento mientras me pongo la ropa que estaba tirada en el suelo. Alcanzo a levantar su vestido y se lo dejo en la cama.

Ella con cierta confusión asiente, sosteniendo su cabeza porque probablemente estaba más ebria que yo ayer. Se vistió rápidamente y sin mayores rodeos dejó mi casa.

Una vez que la puerta fue cerrada me lancé a la cama al fin. Suspiré profundo mientras recordaba la noche anterior.

Había sido una puta locura. Aunque lo había pasado muy bien solo podía recordar la cara descompensada de Beverly cuando me vio con esa hermosa pelinegra. Era su amiga, era evidente.

Me reí al imaginarme el escándalo que debió ser cuando les contó que habíamos tenido sexo en mi auto. De seguro fue un golpe bajo para esa mujer. Esperaba en el fondo de mi corazón que destruyera su ego y su orgullo. Devolverle un poco del dolor por el que tuve que pasar me llenaba el pecho de emoción.
Tanta fue la alegría que la ansiedad comenzó a carcomer mi mente, quería verla llorando, sufriendo y suplicando por algo de paz. Yo iba a vengarme y haría que Beverly deseara no haber nacido.

Es increíble la forma en la que los sentimientos van mutando, para mi suerte pude ver las cosas con claridad esta vez.

Beverly Cast era realmente mala, una bruja egocéntrica. No quería perder nada, pero tampoco sabía tenerlo. Era calculadora, fría y manipuladora. Y todo eso lo disfrazaba con esa imagen de niña sufrida.

Arriesgue tanto, perdí tanto por ella que me parecía increíble lo rápido que los papeles se estaban invirtiendo.
Iba a disfrutar esto demasiado.

paralyzed [jb]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora