Shameless (EN EDICIÓN) | k.d | T1

Capítulo 11.

ᴮᵃᵏᵘᵍᵒ'ˢ ᵖᵒᵛ

Me quedé pasmado completamente, el mundo se había detenido a mi alrededor y no era capaz de escuchar otra cosa más que el incesante sonido de mi corazón en mis oídos.

¿Había escuchado bien? ¿Realmente Deku me había apartado de esa manera tan fría?

Todo era tan irreal y extraño, todo pasó de ser de color rosa a un completo panorama blanco y negro en cuestión de algunas horas, definitivamente algo debía estar pasando.

—Bakubro... ¿Estás bien?— preguntó suavemente Kirishima, quien ponía delicadamente su mano sobre mi hombro.

Solo fui capaz de mover ligeramente mi cabeza para mirarlo a los ojos, se notaba tan desconcertado como yo, como todos los que estuvieron presentes en el área común.

—¿Qué pasó entre ustedes, bro?— habló Sero, acercándose hasta quedar a mi lado.

—¿Qué le hiciste, Katsuki?

Mina se había levantado del sofá con los brazos cruzados y una cara de completo desagrado para pararse frente a mi unos segundos después.

—¿Estás hablando en serio, alien?— le dije, casi en un susurro. —No tengo ni puta idea de por qué está actuando así, no le hice nada.

—Conozco bien a mi mejor amigo, él no actuaría así sin tener una buena razón, mucho menos cuando se trata de ti.— ahora alzaba una ceja, desconfiando de mis palabras.

—¿Si es tu mejor amigo entonces por qué no vas y le preguntas directamente, idiota?— me acerqué hacia ella rápidamente, sintiendo como la rabia comenzaba a crecer dentro de mi.

—Porque está molesto contigo que eres SU novio, inútil.— señaló ejerciendo presión con su dedo índice en mi hombro. —¿Por qué no vas tú a preguntarle qué le pasa?

Estaba herido, sin duda alguna la extraña actitud que había adoptado Deku minutos atrás me tenía bastante mal, el único detalle es que, al estar en un momento de tanta tensión, dejé que la rabia y el orgullo se apoderaran completamente de mi como usualmente hacía.

—Porqur me importa un carajo, Mina.

Sin duda alguna lo que salió de mis labios no era lo que había pensado responder, pero como antes mencioné, el orgullo siempre termina controlandome, haciéndome quedar como un completo narcisista de mierda. Todos me miraban sorprendidos y molestos, sin duda alguna les había dado un motivo claro para que empezaran a creer que lo que pasaba con Deku era completamente irrelevante para mí, siendo todo lo contrario.

—¿Que mierda le hiciste, Bakugo?— gritó empujándome.

—¡Que no le hice nada, imbécil!— le devolví el empujón, aún con más fuerza.

—¡Deja de ser un mentiroso!

—¡Nadie está mintiendo, maldita estúpida!

—¡Deku jamás actuaría así contigo!

—¿Y creés que eso no lo sé? ¡No tengo idea de lo que está pasando, Mina!

—¡Chicos, ya!

Iida, quien corrió rápidamente hacia nuestra dirección se las ingenió para poder separarnos en el momento indicado. Mis manos ya estaban empezando a soltar pequeñas chispas y ella tenía sus puños en posición, dispuesta a pegarme un puñetazo. Estábamos rodeados por todos, las chicas sujetando a una histérica Mina que me miraba con una cara de odio terrible, mientras que los demás se encontraban sujetando mis brazos para que no hiciera algo impulsivo durante mi discusión con ella.