Capítulo 13.

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Un sonido estruendoso se hizo presente en aquella sala de enfermería, era el sonido de una cuchara de metal y un pequeño plato de cerámica estropeandose al impactar contra el piso.

—P-perdón... No sabía que estaban aquí...— habló Lia en un hilo de voz, recogiendo el desastre que se le había caído.

—¡Lia!— Aizawa entró al lugar acompañado de Midnight preocupado luego de escuchar aquel pequeño escándalo.

Se encontraba agachada mientras Midnight e Aizawa la ayudaban apartando los pedazos de cerámica rota, evitando que cualquiera de ellos lograra cortarse. La mirada de Lia se dirigió directamente hacia mi, una de esas miradas profundas, oscuras, casi sin una pizca de humanidad en ella. Estaba enfadada, lo sabía por la manera en la que su ceja izquierda parecía tener un pequeño tic y por la manera en la que su boca se inclinaba hacia un lado.

—¿Estás bien? ¿Que pasó?— habló Midnight, sacándonos a ambos de ese extraño trance gracias al choque de nuestras miradas

Sus ojos me miraron unas milésimas de segundos más para luego cambiar completamente la cara al mirar a nuestra profesora, quede entre sorprendido e impactado. ¿Por qué hizo ese cambio tan abrupto de expresiones? Y más importante, ¿cómo logro hacerlas tan rápido?

—S-si, es solo que pensé que B-bakugo estaba solo y...— sus ojos se anclaron al piso, bajó su cabeza e hizo una especie de reverencia, lamentándose. —¡Lamento el desastre, sensei!

—No tienes porqué ponerte así, Lia... Vamos, es un accidente.

Midnight removió su cabello mientras ella se incorporaba y mostraba una sonrisa ante su gesto, aunque esa sonrisa me generó más desconfianza que cualquier otra cosa. Aizawa se encontraba dándole las gracias a los encargados de la limpieza de los diversos lugares de la academia, quienes ahora estaban recogiendo todo lo que se le había caído a Lia.

—Midnight, Aizawa, debo irme a terminar algunas cosas...— habló rápidamente, arreglando su vestimenta y  su cabello. —De nuevo, siento el estruendo. ¡Nos vemos!

Antes de salir me dedicó otra de esas miradas incomprensibles, llena de cosas oscuras y maldad. Intenté hacer como que no ví nada, aunque mi cuerpo se tensó inmediatamente. Los profesores se despidieron de ella con la mano mientras la veían salir del lugar, hasta que ambos voltearon hacia nuestra dirección.

—Y en cuanto a ti, buscaproblemas...— habló Aizawa acercándose a la camilla. —¿Qué tal el dolor?

—Es soportable, volveré a estar bien en tres días.— Bakugo intentaba sobarse una mano con otra, aún estando vendado.

—Bien, eso es reconfortante.— removió el puntiagudo cabello de Kacchan, dándole un aspecto un poco gracioso. —Ahora toma esto, por el susto.

Estiró su mano y con el costado de esta le proporcionó un golpe directo al centro de su cabeza, haciéndolo soltar un estruendoso quejido, típico que él. Sonreí ampliamente mientras intentaba no carcajearme, viendo que Midnight ahora se encontraba caminando hacia nuestra dirección no tarde en sonreír un poco más al sentir su agarre en mi hombro.

—¿Cómo dices que es un dolor soportable? ¡Mira tus ojos, estabas chillando como un bebé!— dijo cantarinamente Midnight mientras estiraba sus mejillas y se burlaba de él directamente.

—¡Cállate vieja, no estaba llorando!— chilló él, quitándole las manos de un solo manotazo.

—¡Tienes los ojos hinchados y rojos, eso no es alergia!— señaló ella, riéndose más duro.

—¡Claro que no, cállate!

—¡Al menos abre los ojos cuando me hables, Katsuki! Oh, ¿perdón? ¿que no puedes porque eres un chillón?— empezó a dar pequeños brincos, haciendo que Aizawa y yo batallaramos por aguantar las risas.

 Shameless (EN EDICIÓN) | k.d | T1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora