Capítulo final. (1/2)

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Mi traje apretaba, estaba completamente incómodo adentro de aquella tela, la misma en la que me sentía en la gloria hace tan solo unas semanas.

Utilizando toda la fuerza de voluntad que tenía, me dedique a mirar una última vez aquella sala vacía llena de casilleros abiertos y puertas a medio abrir, resultado de la apresurada carrera de toda mi clase antes de salir a combatir con los villanos.

Sentí un escalofrío recorrer toda mi espina dorsal antes de suspirar y observar a la nada segundos después.

¿Y si quizás...

solo quizás...

Kacchan no ganó la batalla?

Suspiré de nuevo antes de recostar mi cuerpo de los casilleros, restregando mi cara de manera algo torpe debido al inestable manejo que tenía de mis brazos y manos.

Sentí las primeras lágrimas humedecer los costados de mis ojos, por lo que tuve que morder fuertemente mis labios en busca de retener aquella oprimente sensación de terror que crecía dentro de mi.

No iba a retroceder, no ahora que los villanos tomaban la delantera.

Apreté mis puños luego de muchos intentos fallidos, caminé hacia la salida de aquella gran sala y pude ver a Mic y All Might esperándome en la sala común de los dormitorios, al igual que los demás pro-heroes que me acompañarían a reunirme con los demás.

—Midoriya...— habló Mic acercándose rápidamente.

Levanté mi cara hasta ver su preocupada expresión, se veían los nervios hasta en la forma que sus labios temblaban discretamente.

All Might también se veía así, creo que quizás estaba más preocupado que Mic, aún así, ninguno de los dos puso objeción alguna como creí que harían, sencillamente se dieron una leve mirada cómplice antes de sonreír levemente y voltear hacia mi dirección.

—Ve y sé el gran héroe que toda la ciudad necesita, ¿si?— habló All Might, acariciando mi cabello suavemente.

—Demuestrales a todos de qué estás hecho, Midoriya.— sonrió Mic, sujetando una de mis manos.

Solo pude asentir sintiendo como de nuevo mis ojos se humedecian al instante.

Caminé decidido hacia la salida mientras arreglaba mis guantes y me aseguraba de ajustarlos correctamente, mis labios ya tenían ese ligero sabor metálico de la sangre, así que supe que era hora de dejar de moderlos y enfocar toda mi atención a lo que realmente importaba a partir de ahora:

Salvar a la ciudad,

salvar a mis amigos,

y a Kacchan...

Sacudí mi cabeza ante el último pensamiento, aunque intentara alejarlo sabía perfectamente que sería en vano, entre todas las cosas que me preocupaban tenía muy en claro que esa era la más grande de todas.

Seguí corriendo junto con el grupo de héroes, escabullendonos detrás de unos grandes árboles humeantes, al sentir el fuerte olor de la gasolina y distintos materiales quemados supe que estábamos más cerca de la escena del desastre de lo que pensaba, tragué saliva e intenté averiguar donde estábamos.

Uno de ellos, quien dirigía a todo el grupo, hizo una seña con su brazo indicándonos que no hiciéramos ruido y que él iría primero. Todos tapamos nuestras bocas y nariz por unos segundos, esperando la seña del líder. Unos cuantos segundos después, a punto de abrir mi boca por oxígeno, vimos como el líder del grupo nos indicaba de nuevo que guardaramos silencio pero que podíamos avanzar detrás de él.

 Shameless (EN EDICIÓN) | k.d | T1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora