Mates (Raven y Luna)

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El bosque se encontraba oscuro, la luz de la luna apenas acariciaba la copa de los árboles. La noche estaba fría, el viento corría por entre los árboles, al igual que ellos. No se escuchaba ruido alguno a excepción de sus pasos pisando las hojas y ramas. Iban juntos hasta que llegado un punto tomaron distintos caminos.

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Raven se encontraba es su habitación tranquilamente recostada en la cama lista para apagar la luz y dormir pero un ruido en el balcón la interrumpió. Su mirada rápidamente se dirigió en esa dirección pero no logró ver nada, solo la oscuridad de la noche. Se paró dispuesta a ver que avía ocasionado el ruido pero fue interrumpida. De un momento a otro se encontraba inmóvil, atrapada por un cuerpo que le sostenía los brazos y le tapaba la boca. Intento zafares pero su fuerza no era suficiente.

-Shh..- susurraron en su oído e hizo que un escalofrío la recorriera.

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Luna también se encontraba en su habitación solo que ella estaba sentada al borde de la cama, jugueteando con una pulsera.

Como si el tiempo se hubiera puesto en cámara lenta ella perfectamente pudo ver como una sombra negra entraba por la ventana y se dirigía en su dirección. Luna sin saber como, la atrapó y tenía las garras en su cuello listo para desgárralo.

-Wow,wow detente ricitos- dijo al ver que no le avía reconocido.

-¿John?

-Tienes que dejar de hacerme esto- dijo alejándose un poco acariciando su garganta que avía sido acariciada otra vez por las garras de la muerte.

-Lo haré cuando dejes de aparecer así- reprochó sentándose devuelta en la cama dejando escapar los nervios del momento. Respiro profundamente relajándose, al inhalar pudo sentir el olor a muerte que salía de Murphy -Tu olor.

-¿Lo hueles?- Luna asintió levemente tranquila, por dentro estaba preocupada por que alguien lo sintiera -Aj, bruja mentirosa- susurró molesto -Dijo que duraría siete horas, tenemos que irnos- dijo empezando a caminar hacia la ventana.

La puerta se abrió dejando ver a Lexa con los ojos rojos y sus colmillos y garras fuera. Al vampiro no le dio tiempo de reaccionar y lo estampó contra la pared agarrándolo para que no escapara. Detrás de ella aparecieron Lincoln y Ontari en las mismas condiciones.

-Suéltenlo- ninguno de los tres le hizo caso a su petición y Luna tuvo que usar su voz de comando -Ahora.

Ontari se alejó enseguida, si bien era un Alfa, era la más débil de la manada. Aunque eso no quiere decir que no pueda defenderse,no cualquiera podría con ella.

Lincoln se intentó resistir pero al mirar a Luna no lo pudo resistir y se alejó sin rechistar. Era bastante sumiso pero no con cualquiera.

Lexa no era para nada débil y nada sumisa, todo lo contrario era una de las más fuertes y no acataba órdenes de casi nadie. Pero con Luna no pudo y se alejó gruñéndole al vampiro.

-Que agradable recibimiento- dijo despegando su cuerpo de la pared donde quedaron algunas grietas. Se llevó algunos gruñidos como respuesta a su comentario.

Luna los intentó convencer que el no era una amenaza para ellos, que confiaran en el pero no sirvió del todo. Igual no los podemos culpar, desde el principio de los tiempos vampiros y hombres lobo han estado en guerra. El chico los invito a acompañarlos con la condición de que ya no intentarán matarlo. La idea no fue mucho de su agrado pero aceptaron solo por averiguar qué tramaba ese vampiro.

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