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*Tiempo antes*

Luego de que Emori se fuera con Lili, el lugar quedó en silencio y Raven lo rompió.

—Tengo que volver, se darán cuenta de que no estoy— se paró del sofá.

—Te acompaño— se paró también y quedó frente a Raven.

—No hace falta Luna.

—Claro que si, quién sabe que puede andar por ahí.— Raven acepto la compañía, tenía razón, quien sabe.

Lexa, Ontari y Lincoln también decidieron regresar a su casa antes de que se dieran cuenta. Luna luego de dejar a Raven iría para allí.

•••

Y ahí estaban, Raven aún en pijama y Luna viéndola de vez en cuando de reojo.

—¿Como sabes que vamos en la dirección correcta?— pregunto Raven tiritando por su poco abrigo.

—Instinto— contestó simplemente. —Ten— Raven vio como Luna le ofrecía su chaqueta y sin dudarlo se la puso.

—Gracias.

Siguieron avanzando y la morena estaba que se caía ahí mismo. Por eso a Luna se le ocurrió una idea para llegar lo antes posible.

—Espera— dijo frenándola y se escondió detrás de un arbusto. Al rato salió de el un gran lobo con su pelaje rojizo.

Raven pudo haberse sorprendido pero no tenía las energías suficientes para hacerlo así que se limitó a mirar y obedecer la seña que le hizo la loba.

Se subió a su lomo y recostándose en el boca abajo se sujetó de su suave pelaje. Luna comenzó su galope vigilando cada cierto tiempo que no se fuera para los costados y terminara en el suelo.

Para la llegada a la casa Raven se encontraba completamente dormida así que la idea de Luna de entrar por el balcón de su dormitorio estaba completamente descartada.

Dejó a Raven en la entrada y volvió a su forma humana, ahora era ella la que sentía el frío ambiente con su cuerpo completamente al descubierto.

*Luna*

Intente abrí la puerta pero, cerrada. Di vuelta a la casa probando las ventas pero, cerradas. Intente la puerta trasera pero,- a no, esa si estaba abierta.

Volví corriendo a buscar a Raven y la tomé en brazos. Dios que suerte de que siguiera dormida y no me viera así, no tendría con qué taparme.

Al entrar la casa era pura oscuridad pero gracias a mi visión pude guiarme fácilmente. Camine por el largo pasillo que me llevo a la sala donde estaba la escalera, la subí sigilosamente y fui a su habitación.

Al entrar se encontraba la lámpara de mesa encendida así que tenía una clara vista de las cosas... y de ella. Se veía tan hermosa durmiendo, de vez en cuando se le escapaba alguna palabra suelta y me podía imaginar de que se trataba su sueño. Me acerqué a su cama que ya estaba abierta y la acosté allí.

—Tuercas...— pronunció suave. —Tornillos...— de seguro está armando algún invento. Le saqué las pantuflas y la tapé para que durmiera calentita. Luego me acacheté y apoye mi cabeza sobre la almohada, quería verla un poco más antes de irme. —Luna...

—¿Si?..oh, sigues dormida.

—Luna...

—Emm...— levanté mi cabeza del lugar donde estaba para tener una mejor visión pero si, estaba completamente dormida.

—Luna...Luna si...

—Ouh— siento que no debería estar viendo esto... Me levanté y me dirigí al balcón pero me frené, le daría un beso de buenas noches y me iría. Cuando estaba llegando a su cama la escuché gemir —Noup, mala idea— me di media vuelta y me fui.

Dioss voy a morir.

Mates (Raven y Luna) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora