llegaba tarde a las reuniones, no ponía de su parte y esperaba que Sebastian o yo resolviéramos los pendientes. Él era alguien indescifrable, y yo a veces confundía las capas de su personalidad con una sola, dependiendo de cómo se
portara conmigo ese día.
⭐⭐⭐
La exposición que ayude a montar en la galería fue un éxito. Tal como Sebastian me había dicho, solo estaría un par de semanas ahí, con acceso a galeristas y artistas de Nueva York, porque después la llevarían a París.La noche de la elegante inauguración tuve que estar presente en todo momento e incluso hablé con algunas personas para explicarles detalles de los materiales y los
creadores. En esta ocasión estuve atenta a mi trabajo y no permití que algo se saliera de control; necesitaba hacer mi papel de asistente a la perfección.Olivia no dejaba de mirarme de reojo, aprobando mi desempeño. En cambio Dylan bebía una copa de champán tras otra, miraba unos cuantos segundos alguna pieza y luego dirigía la mirada hacia cualquier parte, como deseando que dieran las doce de la noche para salir huyendo
del compromiso.
En la prensa se habló muy bien de la exposición y del trabajo de Olivia, que no dejaba de sorprender con la calidad de las obras que seleccionaba y con la importancia de F•24 en la escena artística de Nueva York. Los medios le auguraban un gran éxito a Break Out en Francia.Días después, luego de desmontar y empacar las oobras para enviarlas por avión avión, recibí una llamada en el teléfono por el trabajo.
—La señora Olivia quiere que pases ahora mismo a su oficina –anunció Luisa, su secretaria. Supuse que era para saber cómo me había ido con el trámite del envío y si estaba monitoreando la llegada a la galería donde recibirían las obras, pero lo que Olivia dijo me dejó muda:
—Siéntate, Ana. Como sabes, estamos a unos días de la exposición en París. Hay mucha expectativa, tanto alla como aquí –por un momento dejó de ver los documentos que tenía entre las manos para fijar en mí sus ojos azules– La siguiente semana viajaré parainauguración, y como Sebastian tiene un compromiso con la exposición de Merello, será imposible que vaya a París. Quiero que vayas conmigo y te encargues de dar el último vistazo al montaje y supervises que lo hayan hecho bien.
Cuando asimilé lo que acababa de escuchar, respondi:
—Claro que sí, sería un honor...
—Y tu responsabilidad –contestó Olivia–. Esta es una carta de la galería dirigida a la directora de tu escuela, es solo para formalizar, ya que acabo de hacerle una llamada. Es mi amiga y tienes su permiso para ir una semana a Francia sin que te descuenten créditos de la fecha límite para
presentar tus exámenes, no quiero que mi nueva asistente tenga un mal historial académico. Tus boletos ya fueron
tramitados.—Muchas gracias, estoy emocionada, nunca pensé que...
—Resuelve tus pendientes y ve preparando todo. Vas a trabajar más allá que aquí –dijo Olivia, y en su rostro se dibujó una pequeña sonrisa, tal vez le causaba gracia que
yo estuviera tan emocionada, o simplemente continuaba de buenas por el éxito del evento anterior.Aún con los nervios de punta, sali de la oficina y caminé lo más rápido que pude hacia mi lugar. En el trayecto me topé con Dylan, pero pasé a su lado sin hacerle mayor caso.
—¡No lo puedo creer! –le dije a Sebastian en cuanto llegué– ¡Me voy a Paríííís!
Él hizo a un lado la carpeta con los documentos que firmaba y se levantó para darme un abrazo. No me di cuenta de las lágrimas de felicidad que caían por mis mejillas. Por el costado del ojo vi a Dylan a través del cristal de la oficina, que me sonrió y continuó su camino.
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Finalmente Soy Yo • Lesslie Polinesia
RomanceEsta facinante historia de valentía y amor también nos muestra que las personas, al igual que los mejores materiales para esculpir, están hechas de capas y hay que ser un artista para descubrir la belleza que se encuentra debajo de todo ello. . 𝙀𝙨...