8. La Noche ²

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Yo no esperaba oír eso de Sebastian, pero él tenía razón. La carga de trabajo era muy fuerte y ya conocía el motivo: los celos de Olivia. Cuando comencé a trabajar en F•24, Sebastian me platicó la historia de Dylan y sus padres, la parte que pocos empleados sabían: el padre de Dylan era un artista de renombre que se arriesgó a tener una galería propia cuando su fama aumentó, pero también era aficionado a viajar, y conoció a Olivia en el mundo del arte mientras ella estudiaba.

Cuando se casaron, él se enfermaba con frecuencia. No dejó sus viajes hasta que las enfermedades y padecimientos fueron más frecuentes y tuvo que abandonar su afición у dedicarse por completo a su pequeña galería, que poco a poco se convirtió en una muy importante. Entre él y Olivia levantaron el nombre de F•24, ella dejó su carrera como artista y se hizo cargo de las relaciones públicas y de abrir camino con la condición de y que él nunca regresara a los viajes que lo ponían en peligro, pero el gusto no les duró mucho, porque cuando Dylan aún era niño, su padre tuvo un infarto mientras trabajaba en algunas piezas y falleció.

—Entonces cómo no va a ser una mujer controladora si dejó todo por su esposo, quien cuando enfermo tuvo que abandonar el gusto por los viajes y falleció. Ahora su hijo hace exactamente lo mismo –dijo Sebastian. Cuando hablábamos de cosas de la oficina mostraba un semblante serio porque respetaba mucho su trabajo, y gracias a eso yo también aprendí a respetarlo desde el inicio –. Míralo ahora, se fue una vez más por un tiempo indefinido.

—Ella no tendría que obligarlo a estar aquí si a él no le interesa. Solo he escuchado discusiones entre los dos –contesté, recordando cada vez que había presenciado una.

—Así es, Ana, pero para una mujer tan controladora y perfeccionista como Olivia, su hijo nunca va a ser un hombre independiente. Ahora que Dylan y tú hablan mucho, Olivia concentra sus celos en ti.

La cercanía con Dylan me estaba acarreando más problemas de los que me imaginaba. Yo daba lo mejor de mí en la galería, no esperaba que sus regaños fueran por mi trabajo, porque lo desempeñaba tal y como ella me pedía.

Pensé que esos días se calmaría, no nos vería juntos y sacaría de su mente cualquier sospecha injustificada, pero no fue así, sus exigencias continuaban, aumentaban, y eran absurdas. A veces pensaba que la mujer empoderada a la que admiraba y veía como ejemplo en el mundo del arte se estaba convirtiendo en alguien con quien me costaba trabajo estar más tiempo del necesario.

—Ana, ¡querida! –gritó Sebastian, mientras yo estaba con la mente volando–. Tu cumpleaños es la siguiente semana, ¿cómo vamos a celebrar este fin?

—Ya iré pensando en algo especial –contesté–. Quiero que sea muy neoyorquino.

Entre los dos terminamos de revisar los envíos a las galerías. Sebastian tuvo que irse antes porque tenia una cena y yo me quedé sola en la oficina. Puse la cabeza entre las manos y deseé tener el consuelo de alguien  saber qué hacer, si renunciar de una vez porque ya no sabía cómo disminuir la molestia de Olivia, o mantenerme a flote, esperando que las cosas mejoraran.

Siempre supe que había algo que le impedía a Olivia ser más empática con los demás, ¿sería que se sentía obligada a mostrarse como una persona dura para imponer respeto? ¿Eran tantos sus problemas con Dylan que se desquitaba con todo el mundo?

¿Por qué de entre todos los asistentes se había ensañado conmigo, que solo trataba de hacer bien mi trabajo, y lo había conseguido en más de una ocasión?


💜💖💜

El día de mi cumpleaños me levanté temprano. Hacía semanas que no me daba la oportunidad de dibujar, o más bien no tenía tiempo, entre la escuela, la galería, los exámenes y las exigencias de Olivia. Desde que amaneció comencé a recibir mensajes en el celular: eran de mis compañeros de clase, algunas amigas del bachillerato, había uno de Pablo y otro de mi tía abuela Susan.

El que hubiera deseado no llegó, por lo menos no cuando comenzó el día. Antes de ir a la academia vi un cupcake sobre la mesa, Hanna lo había dejado junto con una tarjeta de felicitación antes de irse al entrenamiento físico con su ensamble de la obra. Nuestros planes para el fin de semana de mi cumpleaños serían ir a ver el musical en el que Hanna y su novio participaban, que acababa de cambiarse a un teatro en Broadway, y después ir juntos  a un bar de moda donde Sebastian era bastante apreciado.

Llegué a la oficina pasado de medio día también había algo sobre mi escritorio. Abrí la pequeña caja, era otro cupcake rosa con brillos comestibles y un dije morado en forma de estrella , con un diamante en medio que se veía muy costoso; "para mi estrella favorita ¡Feliz Cumpleaños P.D. Olivia me mandó a juntas interminables, te abrazo mañanay celebramos en Brodway el fin de semana".
Talvez lqs horas en F•24 no serían las mejores de mi día, pero por nada del mundo pensé que este cumpleaños sería menos especial.

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⏰ Última actualización: Apr 09, 2022 ⏰

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Finalmente Soy Yo • Lesslie PolinesiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora