Capítulo 6

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PRESENTE

Al salir de la ducha me encontré con Jeremiah afuera del pasillo, di un grito ahogado y me puse la mano en el pecho por el susto que me había dado.

—¡No hagas eso! —bramé.

—¿Hacer qué?

—Asustarme.

Pasé por su lado y encaminé hacia el laboratorio, menos mal que me había cambiado en el baño, hubiera odiado que él me viera solo con una toalla enredada a mi cuerpo. Sentí sus pasos seguirme hacia el laboratorio, cuando entré me impresioné a que la mesa no estuviera llena de papeles, sino que tenía dos copas de vino y una vela en medio de esta.

—¿Qué es esto? —le pregunté, él se adelanta y toma una copa.

—Tiempo libre.

—Son las once de la mañana —aclaré, él se encogió de hombros para luego tomar el vino.

Yo negué con la cabeza y agarré los materiales que habían en un estante, y encaminé hacia un pequeño escritorio, intenté poner varios tubos de ensayo al frente mientras comenzaba en hacer la fórmula para el somnífero.

—¿Tienes libros de química? —pregunté, él se acerca a mi.

—Viviste aquí un tiempo —responde—, obviamente sabes que hay libros de todo tipo aquí.

—Solo preguntaba, pensé que después de... Eso, ya no los necesitarías.

—Los tengo como un recuerdo —sonrió.

Puse los ojos en blanco y me levanté hasta el librero pequeño de un lado, tomé los libros necesarios y me puse a leer la sección que necesitaba, pero me sorprendió ver la firma de mi padre en dicho libro. Era uno de sus libros, seguramente lo traje aquí hace mucho tiempo. Me sobé los ojos cuando una gota cayó en una de las páginas y suspiré.

—¿Murieron no es así? —vi a Jeremiah bebiendo la segunda copa de vino y el señaló el libro—. Tus padres.

—Murieron hace un año en un accidente de auto.

—Así que por eso volviste a Gotham —asentí—. Querías enterrarlos aquí — volví a asentir.

—En el cementerio cerca del puerto en la ciudad —pude ver como se estremeció al escuchar eso, en ese mismo cementerio habían enterrado a su madre.

—Ponte a trabajar, no te distraigas —dijo firme.

Volví a mi lectura cuando en eso escuché la puerta de metal cerrándose. Me volteé para no encontrarme con Jeremiah, las dos copas de vino estaban vacías y la vela se había apagado. Me levanté para observar más el lugar y dejé las dos copas a un lado, el laboratorio era distinto a la sala de cámaras, aquí habían varios estantes con libros, materiales y planos en blanco. En un estante cerca de mi noté algo y no dudé en tomarlo, eran sus anteojos. Sonreí al recordar a Jeremiah acomodándolos cuando se le caían a veces por estar muy concentrado en algo.

Duele, duele mucho cuando sabes que esa persona la cual amaste no es la misma de antes, cuando sabes que ya no volverá a ser el chico encantador que alguna vez conociste. Jeremiah se había transformado en un monstruo y eso nadie podría cambiarlo.

***

Al terminar con el primer prototipo lo dejé en un estante con algunos tubos de ensayo vacíos, miré el reloj y noté que eran las cuatro de la tarde, me estiré un poco y me levanté. Moría de hambre, salí del laboratorio para sumergirme en el laberinto, y encaminé hacia otra habitación. Al entrar a la pequeña cocina comencé a prepararme algo pequeño con los ingredientes que habían ahí. Miré a mi alrededor por si Jeremiah estuviera aquí pero no lo estaba, así que me calmé un poco.

Al terminar de comer lavé los platos en el pequeño lavabo que había ahí, tal vez ahora sí necesitaba de ese vino. Tomé una copa de un estante y noté que en el refrigerador había un botella de vino a la mitad. Me serví un poco en la copa y lo dejé en su lugar para luego apoyarme en la mesa. El vino sabía delicioso, pero también era un poco fuerte de alcohol para mi gusto. Estaba apunto de terminar la copa cuando la puerta se abrió.

—¿No deberías estar trabajando? —fruncí el ceño molesta.

—Necesitaba un descanso —bramé—, desde el desayuno no había comido nada y me moría de hambre. El primer prototipo está listo, si lo hueles me harías un gran favor.

Él ríe y noto como se posiciona al frente de mi, dejo la copa de vino en la mesa y él se inclina hacia a mí para tomarla, quedando muy cerca. Miré hacia otro lado y bajé la mirada después, de reojo vi como él sonreía mientras bebía de la misma copa.

—Estás muy cerca —murmuro aún con la mirada baja.

—Lo sé —lo escucho decir y se vuelve a inclinar para dejar la copa en la mesa—. ¿Y ahora? —susurra en mi oído. No respondí—. Hace mucho tiempo te gustaba mi cercanía, Violette.

—Hace mucho tiempo eras otra persona —dije mirándolo, él simplemente se alejó un poco para mirarme a los ojos.

—No, amor... Sigo siendo el mismo —sonríe, sus labios se ven más rojos por lo pálida que se ve su piel—. Solo que ahora estoy despierto.

—Solo eres igual que él —admití.

Se acerca más a mi con brusquedad y me toma de la cintura, intento retroceder pero la mesa me detiene. Con una mano me toma de la cintura y con la otra toma mi nuca con fuerza. Intento desviar la mirada pero él me lo impide.

—¡No me compares con ese imbécil! —gruñe en mi cara—. Él solo quiere destruir cosas y sabes perfectamente que yo no soy así.

Me remuevo por lo cerca que está, hasta que él junta su pelvis contra mi vientre. Al sentir su respiración en mi cuello me estremezco. Estaba demasiado cerca, tomé aire y cerré los ojos hasta que sentí sus labios rozar el lóbulo de mi oreja.

—Tú hermana se abrió de piernas muy rápido a Jerome —murmura en mi oído—, pero tú no serías capaz de hacer eso, ¿verdad, amor? Tú jamás te entregarías a mi tan rápido.

Comenzó a besar mi cuello lentamente y cerré los ojos por lo bien que se sentía, se me escapó un suspiro cuando sentí su erección más fuerte y cerca de mi. Tiré la cabeza hacia atrás y su mano que estaba en mi cintura bajó hacia mi trasero, gemí cuando comenzó a apretar y a acariciarlo. Sentía su cuerpo tan cerca al mío que simplemente quería dejarme llevar.

—Por favor —susurré.

—¿Qué quieres, amor? —murmuró cerca de mis labios, podía sentir el roce de ellos y solo me atraía más las ganas de besarlo—. ¿Quieres que pare... o quieres que te coja en este mismo instante?

Él solo está jugando conmigo, sabía que venir aquí nuevamente era mala idea. Tomé aire para quitarme la sensación de placer y suspiré.

—Detente —murmuré.

Él se alejó un poco y yo abrí los ojos, seguíamos igual de cerca pero ya no como antes, él simplemente me dio una media sonrisa.

—Sigues siendo igual de aburrida como hace años —al escuchar sus palabras se me rompió un poco el corazón—. Esperando al chico ideal para poder casarte con él y vivir felices, siendo virgen hasta el matrimonio, que estupidez —sonrió y se alejó de mi por completo, me tuve que sostener de la mesa para no caerme—. Pero espera, yo cambié eso hace mucho tiempo.

Él comenzó a reírse y negó con la cabeza hasta que salió del cuarto, me sentía humillada por dejarme llevar hace unos minutos. Me sentía mal conmigo misma por haber dejado a que se me acercara más de lo debido, me sentía molesta, usada y tonta. Jeremiah se había vuelto más cruel de como lo recordaba. Tomé la copa de vino vacía y la lancé hacia la puerta de metal, esta se rompió en miles de pedazos. Me había arrepentido de muchas cosas que hice hace unos años, pero me arrepiento más de no haber podido evitar que se convirtiera en lo que es ahora.

PSYCHO  ☠︎JEREMIAH VALESKA☠︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora